Foto: Embajada de Israel en Moscú GPO
El primer ministro, Biniamín Netanyahu, advirtió al presidente ruso, Vladímir Putin, de que Israel se opone terminantemente a que Irán permanezca en Siria una vez concluya el conflicto en este país.
“Por supuesto, no nos gustaría que el Islam radical, el terrorismo suní, sea sustituido por el terrorismo islámico y radical chií encabezado por Irán”, dijo Netanhayu al comienzo de la reunión celebrada en el Kremlin.
Netanyahu llegó a Moscú para reunirse con Putin por cuarta vez en el último año y medio, es decir, desde que el Kremlin iniciara su intervención militar en Siria, lo que demuestra la importancia de lo que ocurre en el país árabe para la seguridad del Estado judío.
Y es que la presencia de radares, baterías antimisiles y la flotilla rusa en el Mediterráneo ha alterado el equilibrio de fuerzas en la zona y ha reducido tanto la supremacía regional como limitado la libertad de acción del Ejército de Defensa de Israel (Tzáhal).
Mientras Putin apeló a la estrecha relación que se ha forjado en los últimos años entre ambos líderes, que mantienen permanente contacto telefónico, el jefe del Gobierno de Jerusalén no se anduvo por las ramas.
Recordó la próxima semana el pueblo judío celebra precisamente la fiesta de Purim, que recuerda el fallido intento en el Imperio Persa de exterminar a los judíos, hace casi 2.500 años.
“Y actualmente vuelve a haber intentos por parte del heredero de la antigua Persia, Irán, de aniquilar el Estado judío. Lo admiten abiertamente, lo escriben negro sobre blanco en sus periódicos”, manifestó.
Netanyahu denunció además en las últimas semanas los intentos de Irán de aprovechar el conflicto sirio para abrir un frente contra Israel en los Altos del Golán, la meseta siria cuya parte occidental conquistó Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967.
El Estado judío apoya las actuales negociaciones de paz para el arreglo del conflicto sirio e incluso se ha mostrado indiferente ante el firme apoyo del Kremlin al presidente sirio, Bashar al Assad, cuyo otro aliado es Irán.
No obstante, Israel teme que el fin del conflicto en Siria tenga como una de sus consecuencias el aumento de la influencia de Irán, que apoya al grupo terrorista libanés chií Hezbollah, que combate para las filas gubernamentales en Siria.
Para Israel es inadmisible la posibilidad de que Teherán o los grupos que apoya, que ya son un factor de inestabilidad en el Líbano, tengan presencia militar en su frontera norte o en el Mediterráneo.
También advierte contra el uso de los Altos del Golán como moneda de cambio en el marco de las conversaciones de paz entre el régimen y la oposición siria en Ginebra.
La parte occidental del Golán había permanecido en relativa calma hasta el estallido de la crisis siria, pero en los últimos años los incidentes entre los grupos jihadistas y el Ejército israelí han ido en aumento.
Según diversas fuentes extranjeras, el pasado 8 de octubre Israelí bombardeó las posiciones de Hezbollah en el Golán, ataque en el que habría muerto un miembro de la Guardia Revolucionaria de Irán.
“Por supuesto, ahora tenemos nuestro país, nuestro Ejército y podemos defendernos. Pero quiero decir que la amenaza del terrorismo suní y del Islam radical no está dirigida sólo contra nosotros, sino contra la región (de Oriente Medio) y todo el mundo”, señaló Netanyahu.
Y se mostró “convencido” de que “todos quieren acabar” con la amenaza del terrorismo islámico, “ya sea suní o chií”.
Netanyahu destacó que “en el último año ha habido progresos muy importantes en la lucha contra el terrorismo radical suní liderado por el Estado Islámico y Al Qaeda”.
“Rusia ha hecho una gran contribución a este resultado, a estos progresos”, resaltó Netanyahu, quien recordó que la lucha conjunta contra el terrorismo une a ambos países.
La visita de Netanyahu precede en unas horas a la llegada del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien recientemente normalizó las relaciones tanto con Rusia como con Israel y que ejerce de contrapeso de Irán en la región.
Según el Kremlin, Putin y Netanyahu también esperaban intercambiar opiniones sobre el arreglo del conflicto palestino-israelí.
Rusia propuso el pasado año a ambos bandos acoger una reunión entre Netanyahu y el líder palestino, Mahmud Abbás, pero la parte israelí se ha mostrado reticente, ya que no está dispuesta a aceptar condiciones previas.
“Estamos convencidos de que ha llegado la hora de pasar a negociaciones directas entre Israel y Palestina”, dijo el ministro ruso de Exteriores, Sergéi Lavrov, al reunirse en enero pasado con el secretario general de la OLP, Saed Erekat.
Rusia argumenta que el “vacío” creado por el estancamiento de las negociaciones de paz desde hace más de un año es aprovechado por los extremistas. EFE y Aurora
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