Hace un tiempo, en EEUU se viven múltiples episodios de antisemitismo; los más notorios se han producido en los campos universitarios, donde estudiantes judíos han sido atacados, conferencias proIsrael se han impedido con violencia y se promueven boicots disfrazando su real empeño: ilegitimar al Estado judío. Desde el inicio de este año, la agresividad ha escalado en forma, intención, radio de acción y frecuencia.
De este modo, a partir del 9 de enero, las comunidades judías de numerosas ciudades estadounidenses han sido objeto de una serie de amenazas a las instalaciones de sus escuelas, instituciones y centros; se calculan en más de 150 incidentes. Tras las evacuaciones, ninguna advertencia fue cierta, pero, en definitiva, afectaron el desarrollo de una vida comunitaria normal y perturbaron la cotidianidad de sus miembros. Además, no se sabe cuándo alguna de las amenazas se llegaría a concretar.
También se han incrementado los grafitis con esvásticas y consignas propias del nazismo.
En el mismo lapso, han sido profanados un par de cementerios judíos. En febrero, más de 100 lápidas fueron volcadas en el camposanto Mount Carmel de Filadelfia, una semana después de un acto similar en St. Louis, donde dañaron unas 150 tumbas.
Tratándose de tantos eventos simultáneos a lo largo de un país tan grande, no cabe duda que son maniobras coordinadas. Incluso, podemos temer que responden a pulsos o pruebas con propósitos antisemitas más graves. Por los momentos, intimidan la vibrante vida judía.
Un país que esgrime la libertad como valor principal no debe permitir pasivamente ningún ataque. De hecho, se percibe que las fuerzas del orden no están haciendo lo suficiente para atajar el creciente antisemitismo, considerando que van para tres meses de oleadas de amenazas y vandalismo. Nos preguntamos si existe una verdadera voluntad para llegar al fondo de este tipo de terror.
El gobierno federal (pesan dudas sobre su presteza), está obligado a realizar una investigación exhaustiva y mejorar las respuestas legislativas a los delitos de odio. Tengamos en cuenta que, la judeofobia es una enfermedad social que empieza con los judíos, pero sigue con otros sectores. Este maligno síntoma se nutre del aborrecimiento a la diversidad y universalismo.
http://www.eluniversal.com/noticias/opinion/amenazas-vida-judia_643663
Datos tanto mas inquietantes por su reiteracion, como por el hecho de ser registrados en un pais tradicionalmente «tíbio» en materia de antisemitismo, y en el cual los judios participan y lideran con éxito, sectores de vanguardia pertenecientes al mundo de la tecnologiá, la ciencia, y la económiá estadounidenses …
No cabe duda que nos hayamos ante acciones coordinadas, que responden a un propósito intimidatório hacia la comunidad judia norteamericana, y tras las cuales se ocultan colectivos radicalizados de la poblacion de ese pais, que utilizan a los judios como chivos expiatórios de su íra, su descontento, sus complejos y envidias …
Con todo, lo mas alarmante , es sin duda la permisibilidad con la que tales actos de vandalismo son tratado por parte de las fuerzas del órden, segun recoje esta informacion …
¿Que pensar respecto a ello?
¿Como explicar semejante «condescendéncia» hacia actos repudiables de antisemitismo e intolerancia? … me atrevo a pensar, que «algo» tendrán que decir las autoridades politicas de ese pais, y en particular su gobierno …