Hamas-image-by-Tarciso
Traducido para Porisrael.org por Yetty Blum
La afirmación que los habitantes de Gaza son víctimas desafortunadas de Hamas es altamente cuestionable. Los habitantes de Gaza se muestran silenciosos o abiertamente favorables al comercio de cadáveres de soldados israelíes a cambio de terroristas de Hamas, una práctica expresamente prohibida por la ley islámica. Ellos aceptan con ecuanimidad e incluso satisfacción la práctica de Hamas de mostrar videos de soldados israelíes con el propósito expreso de torturar psicológicamente a sus familias y de así extraer mayores concesiones de Israel. Los habitantes de Gaza pueden estar descontentos con Hamas por hacer cortes de electricidad, pero no son meras víctimas. Su apoyo a Hamas indica que comparten la responsabilidad de sus prácticas. Una y otra vez, funcionarios y políticos israelíes han afirmado que Israel no tiene ninguna disputa con los residentes de Gaza, sino sólo con el movimiento Hamas, que controla el área en la que viven. Muchos afirman además que Israel debe actuar para mejorar el bienestar económico de los habitantes de Gaza, aunque esto signifique (como es indudable) que Hamas aumentará sus ingresos mediante la imposición de los bienes entrantes.
Esos ingresos se utilizan para la formación de terroristas, armamentos, misiles, excavación de túneles hacia Israel y programas culturales dirigidos a matar y mutilar a los israelíes, en suma, medidas que cuestan vidas israelíes.
La afirmación que los habitantes de Gaza son víctimas desafortunadas de Hamas simplemente no tiene base moral. ¿Por qué, hay que preguntarse, los habitantes de Gaza se manifestaron contra Hamas por provocar recortes en el suministro de electricidad, pero guardan silencio o incluso apoyan abiertamente el comercio de cadáveres de soldados israelíes para los terroristas de Hamas? ¿Por qué aceptan los videos lanzados por Hamas para torturar psicológicamente a las familias de esos soldados con la esperanza de extraer un mayor número de terroristas de Israel? ¿Por qué están silenciosos ante el encarcelamiento de casi tres años de Abera Mengistu, un joven israelí con una larga historia de enfermedad mental y hospitalización psiquiátrica que entró voluntariamente en Gaza?
Pocos en Gaza pueden afirmar que nunca han visto los videos que Hamas difundió de los soldados israelíes Hadar Goldin y Oron Shaul (el último de los cuales fue particularmente cruel, ya que la evidencia de la muerte de Shaul es menos concluyente). Estos videos fueron emitidos en todos los puntos de difusión de Hamas y Jihad Islámica, como al-Aqsa, el canal de televisión de Hamas al-Resala.net, y en los medios populares más populares, como al-Quds. Fueron vistos por decenas de miles si no por cientos de miles.
El silencio de la mayor parte de Gaza frente a esta campaña meticulosamente planeada de tortura psicológica, y el apoyo abierto que se manifiesta en los medios de comunicación social de Gaza, es especialmente reprobable a la luz de la ley islámica, que prohíbe específicamente tales actos.
La ley islámica, forjada en un ambiente de guerra cuando el imperio árabe musulmán rápidamente se expandió, tiene una tradición legal rica en estas materias. Las sentencias son explícitas. La ley islámica prohíbe la toma de prisioneros inocentes, y el comercio de cadáveres a cambio de prisioneros o para un rescate, está específicamente prohibido.
Lo mismo rige para el encarcelamiento de los alienados. Mengistu ha sido hospitalizado en numerosas ocasiones y fue eximido de servicio en el ejército israelí por motivos psicológicos. La única lucha que ha enfrentado durante la mayor parte de su corta vida ha sido el dolor incesante de sus ilusiones.
Hamas, cuyo liderazgo está compuesto por médicos, debe haber comprendido a los cinco minutos de la detención de Mengistu que difícilmente estarían tratando con un agente encubierto israelí. El mismo acto de nadar hacia Gaza ya era de por sí prueba de su estado mental.
Es especialmente reprobable el silencio de los movimientos de derechos humanos palestinos, ampliamente financiados por la UE. Es de presumir que los derechos humanos se apliquen a todos los seres humanos. ¿Por qué no se oponen a esta barbarie?
¿Y dónde están las voces del clero islámico, los funcionarios religiosos palestinos de la Autoridad Palestina, la Asociación de Estudiosos de la Religión Islámica Palestina (Rabitat Ulama Filastin), los hombres islámicos de letras religiosas, los qadis (jueces religiosos)? ¿Dónde están sus contrapartes dentro del Estado de Israel?
En Europa, después de casi todo acto terrorista (que parece estar ocurriendo cada vez con mayor frecuencia), los ulama locales y los imanes condenan el terrorismo de los perpetradores musulmanes. No sólo hacen la distinción entre el Islam y esos terroristas, sino que exigen que esta distinción sea hecha tanto por el Estado como por sus ciudadanos. Los políticos de casi todos los tonos coinciden en esta distinción.
¿Por qué, entonces, están en silencio sobre la persistente y flagrante violación de la ley islámica por parte de una organización, el Hamas, que se considera un movimiento de wasatiyya – el sendero islámico del medio-del-camino que presumiblemente se opone al yihadismo radical propuesto por ISIS y Al-Qaida? Si Hamas es tan diferente de ISIS, ¿por qué es tan similar en la acción a esa organización? ¿Por qué los hombres de letras religiosas islámicas no señalan esto y condenan sus hechos?
Las autoridades y los políticos israelíes tampoco deben dejarse de lado. Israel tiene medios de comunicación en árabe, pero no se refieren a la barbarie moral de Hamas. Deben abordar la culpabilidad de los habitantes de Gaza y transmitir un mensaje claro.
Los habitantes de Gaza pueden esperar la empatía israelí sólo si se ponen en contra de la barbarie de comerciar con cadáveres o de encarcelar a los mentalmente desequilibrados para liberar terroristas.
Israel es obviamente el lado más débil frente a tácticas similares. Sin importar cuán monstruosamente se comporte el Hamas, los habitantes de Gaza saben que los hospitales israelíes aceptarán, a menudo a sus expensas, a los de su población que necesite atención médica que no se puede proporcionar en Gaza. Entre ellos se cuentan la hija, la suegra y la nieta del líder de Hamas, Ismail Haniya, y la hermana del alto funcionario de Hamas, Musa Abu Marzouk, que fueron tratadas incluso mientras Hamas hacía llover misiles sobre Israel.
Si Israel va a tomar un riesgo considerable para avanzar en medidas tales como la apertura de un puerto en medio del mar, los habitantes de Gaza deberán demostrar su compromiso con los valores humanos básicos que concuerden con sus convicciones islámicas. Condenar a Hamas por torturar a las familias de soldados muertos y encarcelar a dos civiles israelíes, uno de los cuales está mentalmente enfermo, sería un buen comienzo.
***Prof. Hillel Frisch es un profesor de estudios políticos y estudios de Oriente Medio en la Universidad Bar-Ilan y un investigador superior asociado al Centro para Estudios Estratégicos Begin-Sadat.
Https://besacenter.org/perspectives-papers/gaza-blame-hamas/
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