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El nieto de Aharón, Pinjás, es premiado por su celo al matar al príncipe de la tribu de Shimón, Zimrí junto a la princesa midianita, Cazbí: Di-s le otorga un pacto de paz y la kehuná – sacerdocio.
Un censo del pueblo cuenta 601.730 hombres entre 20 y 60 años. Moshe recibe instrucciones sobre cómo debe dividir la Tierra entre las tribus y las familias de Israel a través de un sorteo. Las cinco hijas de Tzlafjad piden a Moshe que les conceda la porción de tierra que le pertenece a su padre, quien murió sin hijos varones; Di-s acepta su pedido y lo incorpora dentro de las leyes de herencia de la Torá.
Moshe lega el poder en manos de Ioshúa para que lo suceda introduzca al pueblo a la Tierra de Israel. La sección concluye con una detallada lista de ofrendas diarias, las ofrendas adicionales traídas en Shabat, Rosh Jodesh (principio del mes), y las festividades de Pesaj, Shavuot, Rosh Hashaná, Iom Kipur, Sucot y Shminí Atzeret.
AMOR A LA TIERRA
Iosef pidió a sus hermanos que cuando Di-s llevara a los Hijos de Israel de retorno a su tierra tomaran sus restos con ellos y lo sepultaran allí.
Las hijas de Tzelafjad, descendientes de Iosef, pidieron heredar la parte de su padre, dado que éste no había dejado herederos varones.
Es que la principal característica de Iosef y sus descendientes era el amor a la Tierra de Israel.
No es casualidad que cuando las tribus de Reubén y Gad piden a Moshé tomar su parte del otro lado del Jordán Moshé agregue media tribu de Menashé. Él sabía que, mientras esa media tribu estuviera unida a las otras dos el vínculo de éstas con la Tierra de Israel se mantendría fuerte.
TRES DE REPROCHE, SIETE DE CONSUELO
Este Shabat leemos la primera de las tres haftarot de reproche, previas a Tishá BeAv, en las que el Profeta Jeremías predice la destrucción de Jerusalén y el Templo.
Pero a partir del Shabat siguiente a Tishá BeAv se leen las siete haftarot de consuelo.
Vemos que la medida del consuelo es superior a la del reproche.
Muchas veces nos sentimos abrumados por situaciones que nos agobian, en esas ocasiones debemos pensar que es más grande el consuelo que seguirá a ese “reproche”.
El amor que siente Di-s por cada judío es infinitamente más grande que el amor que sienten unos padres ancianos por su hijo único, que nació cuando ya eran de edad avanzada.
El Sacrificio que Trae la Redención
La sección Pinjás comienza con la recompensa que Di-s le da a Pinjás, continúa con el orden de división de la Tierra de Israel, luego con el nombramiento de Ioshúa como líder del Pueblo Judío, que ingresará al pueblo a la Tierra de Israel y después, con la sección de las ofrendas, que, parte de ellas, sólo podían ser cumplidas dentro de la Tierra de Israel. Evidentemente, hay una relación entre Pinjás y el resto de los asuntos mencionados. Más aún, nuestros sabios nos dicen que si no fuese por que el Pueblo Judío pecó, su primer ingreso a la Tierra de Israel se hubiera transformado en la Redención Final y Completa, de la cual nunca se hubieran ido al exilio. Por lo tanto surge de aquí que los detalles del ingreso a la Tierra son similares a la Redención futura. También este asunto está relacionado con Pinjás, ya que nuestros sabios dicen que «Pinjás es Eliahu», quien nos informará de la Redención.
La principal novedad de los tiempos de la Redención será que entonces se cumplirá el versículo «Y no se encubrirá más tu maestro», es decir, que Di-s no se ocultará más tras vestimentas y camuflajes, sino que se encontrará en forma revelada. Actualmente la luz Divina ilumina al mundo a través de vestimentas y condensaciones (tzimtzumím), que causan una revelación de una reflexión Divina comprimida y limitada solamente. Por el contrario, en los tiempos de la Redención, iluminará la luz Divina propiamente dicha, sin condensaciones y ocultamientos.
También en el alma del hombre se encuentran estos dos niveles de Exilio y Redención. Está la reflexión del alma, es decir, como ella se comprime e inviste en potenciales definidos, y se encuentra el alma misma, como ella es en su esencia completa, sin límites. Mientras se trate de los niveles limitados del alma, existe la posibilidad de consideración y juicio por un lado o por el otro y, aún cuando se toma una decisión, la fuerza de determinación depende del razonamiento intelectual o el sentimiento emocional que la generó (a la decisión). No puede haber una entrega ilimitada, ya que los potenciales del alma, de donde surge la decisión, ellos mismos tienen una medida y son limitados. Por el otro lado, cuando se revela en la persona la esencia del alma – ella se expresa en forma de entrega absoluta, sin límites y medidas. Definimos esto como mesirut nefesh – «entrega del alma», literalmente – dado que en la esencia del alma no hay límites ni consideraciones por un lado o el otro, sino entrega absoluta, por encima de motivos, razones y explicaciones.
Pinjás representa este mesirut nefesh. El se sacrificó aún por algo que, de acuerdo a la ley, no estaba obligado a hacer. Si hubiera preguntado en el juzgado qué hacer, no le hubieran dicho que haga lo que hizo (matar a Zimrí), ya que la ley de «los celos lo tocan» es del tipo de leyes que «no se instruyen ante la pregunta». En Pinjás iluminaba el punto del mesirut nefesh, que está por encima de toda consideración, por lo tanto, no esperó que le indiquen qué hacer, sino que se entregó absolutamente e hizo lo que debía ser hecho. Esta es la relación entre Pinjás y la Redención: la Redención Final vendrá justamente por el mesirut nefesh, que no está medida por las consideraciones racionales y emocionales. Este es el trabajo que se exige de nosotros, estando en los «talones de Mashíaj», la víspera de la Redención: entregarnos absolutamente a Di-s y a la compleción de Su Voluntad, por encima de toda consideración y límite. Así seremos meritorios a que «Pinjás es Eliahu», que vendrá y nos dará la noticia de la venida de nuestro justo Mashíaj, rápido en nuestros días. (www.es.chabad.org)
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