Basta ya de “días de furia”, de incitación contra Israel y mentiras sobre el “peligro” en Al Aksa. Basta ya de llenar con veneno la cabeza de los jóvenes palestinos. Cambien de rumbo, porque este los lleva al abismo. Sí, se llevan también a israelíes por el camino, pero eso no les trae a ustedes, los palestinos, ni independencia ni dignidad.
El mantra de “Al Aksa” está en peligro la inventaron radicales islámicos hace años, porque no logran hacer paz con la idea de que judíos suban al Monte del Templo ni de visita, aunque bien saben ustedes que no tienen permitido orar. ¿Por qué? Para no tocar vuestras sensibilidades…como si a ustedes les importaran las nuestras.
No me entiendan mal…no es siquiera que estoy pidiendo que los judíos puedan volver a rezar en el Monte del Templo porque allí estuvo en la antiguedad el Templo sagrado de Salomón. Ni eso. Pero no usen la santidad que ustedes atribuyen al lugar, por estar allí hoy las mezquitas de Al Aksa y el Domo de la Roca, como justificación para llamar a la violencia cada vez que alguien en Israel dice que sería justo permitir también a los judíos orar en el lugar.
No lo usen más porque ya saben que siempre termina mal. Y también saben que el gobierno israelí no solamente proclama que no piensa cambiar la situación en el Monte del Templo sino que además toma medidas que lo confirman. A mí misma, como periodista, me han dicho que puedo grabar en el Monte pero no tomar apuntes, porque alguien puede pensar que tengo un libro de oración.
Dejen de inventar que “Al Aksa está en peligro”, porque envenenan las mentes de los jóvenes. Dejen de mentir, porque convierten la auténtica fe de un musulmán devoto, en un terreno fértil para la violencia.
Y decidí escribir estas líneas, aunque ustedes ni escuchan, porque esto es precisamente lo que pasó este viernes de noche: Omar el-Abed, de 19 años, un palestino de la aldea Kubar, se infiltró al asentamiento cercano de Neve Tzuf (Halamish), rompió una ventana y entró a una casa particular cuando la familia estaba sentada cenando celebrando el comienzo del shabat, día de descanso religioso judío. Comenzó a acuchillar a los civiles, mató al abuelo y a sus dos hijos y dejó a la abuela, esposa del muerto, gravemente herida. La esposa del hijo asesinado logró esconder a los niños, o sea los nietos, en una de las habitaciones, llamando desde allí a la policía a avisar que hay un terrorista en la casa. Un vecino, que se halla en su servicio militar y tenía el día libre, oyó los gritos, corrió a la casa, logró entrar y le disparó al terrorista, hiriéndolo gravemente.
En camino al hospital (sí, al hospital!), el terrorista dijo que había comprado un cuchillo hace dos días para cometer un ataque por “la situación en Al Aksa”. Luego se encontró un post que había escrito en Facebook tres horas antes del atentado, diciendo que si bien es joven y tiene muchos sueños “mi vida no vale si se profana Al Aksa”.
¿Y esa calumnia de dónde la sacó? De la incitación que ustedes, los líderes, inventan y repiten por doquier. Si los hubiera escuchado a ustedes, los líderes, quienes deben actuar con responsabilidad, condenando el atentado del viernes pasado en el que dos policías israelíes fueron asesinados con armas ocultas en Al Aksa, si los hubiera escuchado recalcando que Al Aksa es un lugar de oración y fe, no de violencia, quizás esto no habría pasado. Y tampoco habrían muerto los tres palestinos que salieron este viernes a chocar con la policía israelí en Jerusalem, en el día “de furia” por ustedes irresponsablemente convocado.
Vi la foto de la cocina en la casa atacada, con el piso totalmente ensangrentado. Sé que se ha publicado. Yo no oso reproducirla.
Basta ya.
Concéntrense en construir y desarrollar, dejen ya de perpetuar la victimización constante con tal de hostigar a Israel.
No mientan más.
Saben bien que los detectores de metales que tanto les han “humillado”, en nada impiden el rezo. Los vi. Ni siquiera están pegados a las mezquitas sino a decenas de metros del acceso a las mismas. Y no habrían sido emplazados de no ser por el atentado contra los policías.
Dediquen sus fuerzas a fortalecer a su pueblo con valores, exhortándole a esforzarse por su desarrollo, no a ponerle terroristas como ejemplos y modelos a seguir.
No van a conseguir la confianza de Israel para “pasos arriesgados en aras de la paz”, con la actitud actual.
Basta de elogiar el martirologio y la violencia . Apuesten por la vida. Nada conseguirán con el continuo verso contra un Israel que supuestamente ofende al Islam, cuando bien saben ustedes que antes del último atentado, no sólo que no había detectores sino que todos los musulmanes subían al monte sagrado sin pasar ninguna revisación.
Concéntrense en todo lo bueno que puede conseguir el pueblo palestino a través del diálogo y la cooperación. La violencia, los días “de furia” y las protestas, no los conducen a buen puerto.
¡Basta, por favor
Quieren morir asi va ser¡¡¡???????