Cientos de miles de fieles rezan en la mezquita de al-Aqsa en la noche de Al Qadr, frente a la Cúpula de la Roca en el recinto conocido por los musulmanes como al-Haram al-Sharif y por los judíos como Monte del Templo en la Antigua Ciudad de Jerusalén julio, 1, 2016. (Suliman Khader / Flash90)
Traducido para Porisrael.org por Yetty Blum
Algunos quieren que la policía sea completamente removida del sitio, y que los judíos religiosos dejen de subir allí
Abbas está pidiendo un retorno a la forma en que estaban las cosas antes del ataque mortal del 14 de julio en el que murieron dos policías israelíes. Los devotos-manifestantes en las calles de la Ciudad Vieja tienen objetivos más ambiciosos.
Miles de fieles musulmanes participan en oraciones vespertinas fuera de la Puerta de los Leones en la Ciudad Vieja de Jerusalén, negándose a entrar en el recinto del Monte del Templo para llegar a la Mezquita de Al-Aqsa, adentro, el 25 de julio de 2017.
El gobierno israelí no visualizó el punto de la ira palestina dirigida a los detectores de metales colocados en las entradas al Monte del Templo y, después de haber diagnosticado la situación, tomó una decisión que no resolvió la crisis y sólo ha empeorado. Al menos, eso es lo que muchos de los manifestantes musulmanes en las calles de la Ciudad Vieja de Jerusalén han estado diciendo desde que los detectores de metales fueron quitados temprano el martes por la mañana.
Israel pensó que estaba haciendo una concesión mediante la eliminación de los detectores, que se instalaron después de que tres israelíes árabes llevaron a cabo un tiroteo en el Monte del Templo, matando a dos policías con armas que habían contrabandeado hacia la Mezquita Al-Aqsa. En cambio, el gabinete de seguridad se decidió por equipos avanzados de monitoreo, con un costo de 100 millones de NIS (alrededor de $ 27 millones), que eventualmente tomarían su lugar. Esto haría el acceso físico para los fieles musulmanes a la mezquita más fácil y más rápido, y hacer que el área fuera del sitio sagrado se parezca menos a un puesto de control militar.
Sin embargo, el martes y el miércoles, muchos manifestantes en la Ciudad Vieja repitieron la misma línea: «Las cámaras inteligentes son peores». Lo que es peor, explicaron, porque estas cámaras representan una manera más sofisticada de controlar las entradas al Monte del Templo.
Y ahí radica la verdadera cuestión: La pelea inicial por los detectores de metales se ha convertido en una batalla por la soberanía en lo que posiblemente sea el lugar sagrado más sensible del mundo.
Para complicar los problemas de Israel, el hecho es que los miles de palestinos que se dirigen a orar en las calles de la Ciudad Vieja de Jerusalén todos los días no tienen un líder claro.
Mientras que el Waqf de Jerusalén – una rama del gobierno jordano que administra los sitios sagrados islámicos en Jerusalén – puede haber iniciado el boicot del Monte del Templo solo en protesta contra los detectores de metales, la situación se ha salido de su control.
El martes por la mañana, por ejemplo, el jefe del Waqf, jeque Azzam al-Khatib al-Tamimi, dijo a The Times de Israel que no se había tomado ninguna decisión sobre si se aceptarían arreglos de seguridad alternativos puestos en marcha por Israel, incluidas ¨cámaras inteligentes «.
El Waqf trató de ganar tiempo diciendo que esperaría para tomar una decisión hasta que se completara una evaluación completa de las medidas israelíes tomadas dentro y en las entradas al Monte del Templo.
Pero los fieles en las calles de la Ciudad Vieja esa mañana ya se habían decidido. Algunos pensaron que las cámaras inteligentes ya habían sido configuradas. Muchos dijeron que creían que estas cámaras mostrarían sus cuerpos desnudos, o tal vez darles cáncer. Lo que estas cámaras pudieran o no pudieran hacer, de todas maneras muchos acordaron que no podían ser toleradas.
En Ramallah, el presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas esperó hasta las 7 de la noche para anunciar lo que ya había sido establecido en las calles de Jerusalén: No cámaras, y no mayor presencia policial en el sitio. Ambas cosas se remontan a la forma en que estaban en el Monte del Templo antes del 14 de julio o, según Abbas, seguiría congelando los contactos con Israel, incluida la coordinación de seguridad.
Los manifestantes en Jerusalén gustan de decir que no son ni Fatah (partido de Abbas) ni del partido rival Hamas. Ellos dicen, son «la calle, el pueblo, los habitantes de Jerusalén. «El Waqf, han dicho muchos esta semana, ya no está manejando el asunto. Ahora es la calle que controla el Waqf. Como un fiel de las oraciones de la noche fuera del Monte lo expuso el martes, «¿Tenemos un líder? Sí. La voz unificada del pueblo”.
Como se trata de un choque a propósito del espacio sagrado, las protestas son más religiosas que de naturaleza nacionalista. Muchos palestinos se han cansado de la política, pero su religión y sus símbolos siguen siendo una fuerza de movilización de masas.
Sin embargo, la noche del martes mostró que la mayor cantidad de fieles desde el comienzo de la crisis se reúne en las calles de la Ciudad Vieja y fuera de la Puerta de los Leones para las oraciones de la tarde y las nocturnas. Cuando las oraciones de la tarde terminan alrededor de las 8 pm, la multitud esperó alrededor de otra hora y media para que el próximo servicio de oración comenzara.
Predicadores autoproclamados toman los micrófonos, incitando a barrer contra las medidas «judías» en Al-Aqsa, y dirigiendo cantos con claros matices religiosos. ¨No nos arrodillaremos, porque Muhammad es nuestro líder¨. «Khayber, Khayber, Oh Judíos, el ejército de Mohammad regresará» (Khayber era una ciudad judía árabe cuyos residentes fueron asesinados por Mohammad en el Siglo VII.
Le pregunté a un adorador sobre el significado de este canto. «Es una promesa para el futuro», dijo. «¿De la guerra?», Pregunté. «Sí, de guerra». Otro hombre explicó que la actual crisis en el Monte del Templo era el cumplimiento de una profecía coránica sobre una lucha entre judíos y musulmanes en Al-Aqsa.
Que las protestas actuales son literalmente sólo servicios de oración – al menos antes que algunos de ellos se conviertan en choques – suma al fervor religioso.
Durante un minuto entero durante el servicio de la tarde del martes, la multitud cantó «Oh Dios, Oh Dios» repetidamente con el miedo de perder Al-Aqsa probablemente en la vanguardia de sus pensamientos – por improbable que esto parezca a los israelíes, Israel promete que no cambiará el status quo en el sitio.
Mientras cinco palestinos murieron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes alrededor de Jerusalén los viernes y los sábados, y el terrorista palestino que mató a tres de los miembros de la familia Salomon en Halamish el viernes por la noche citaron la determinación de afirmar la soberanía musulmana en Al-Aqsa, las protestas de oración dentro de la Ciudad Vieja, justo fuera del Monte del Templo, han sido relativamente pacíficas.
En su mayor parte, los fieles vienen, oran y, eventualmente, se van a casa. Pero choques menores han estallado casi cada noche; pequeños incidentes, como una sola botella de agua que se tira en al aire, puede llevar a la policía a tomar medidas, incluso con el uso de granadas de aturdimiento, enviando miles de personas que corren en todas direcciones.
El martes por la noche, algunas personas de la multitud dijeron que esto podría terminar si Israel restaurara completamente las condiciones en las entradas del Monte del Templo al status quo anterior all 14 de julio. Pero otros creen que es demasiado tarde para eso ahora. Mohammas Rowais, de Ras al-Amud, dijo que los objetivos ahora incluyen «que la policía sea completamente removida del sitio y que los judíos religiosos dejen de subir allí». «Tal vez, «Añadió, más analíticamente que provocativamente,» este es el comienzo de una nueva sublevación”.
* Dov Lieber es el corresponsal de los asuntos árabes de The Times of Israel.
Ese territorio Y MUCHO MÁS ES DE ISRAEL .PAÍS CUYAS MEDIDAS FUERON TRAZADAS POR HASHEIM. SHALOM ISRAEL POR LA ETERNIDAD.