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| viernes noviembre 15, 2024

«La batalla por Jerusalén acaba de comenzar»


Traducido para PorIsrael.org por Yetty Blum

 

 

  • Los palestinos, sintiéndose triunfantes ahora que Israel ha cumplido con su demanda de retirar los detectores de metales y las cámaras de seguridad, han aclarado que es sólo el primer paso en su lucha para erradicar cualquier presencia israelí en la Ciudad Vieja de Jerusalén y el Monte del Templo.

 

  • Admiten que se trata de una batalla por la soberanía sobre el Monte del Templo y Jerusalén. Para los palestinos, la verdadera batalla es sobre quién controla Jerusalén y sus sitios sagrados. La verdadera batalla, a sus ojos, está sobre el derecho de los judíos a vivir en su propio estado en el Medio Oriente. Muchos palestinos todavía no han llegado a convencerse del derecho de Israel a existir, y de eso se trata realmente esta batalla.

 

  • Los palestinos lo han expresado a la perfección. En sus propias palabras, apuntan a una escalada de la violencia porque creen que lo que Israel hizo es el primer paso hacia más concesiones e incluso más retirada.

 

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Las celebraciones palestinas de «victoria» que tuvieron lugar después de que Israel retirara los detectores de metales y las cámaras de vigilancia de las entradas al Monte del Templo en Jerusalén auspician un pésimo augurio para el futuro de la estabilidad y la paz en el Medio Oriente.

Para los palestinos y muchos árabes y musulmanes, el movimiento israelí es visto como un signo de debilidad. A sus ojos, la eliminación de las cámaras de seguridad y los detectores de metales es capitulación, pura y simple.

¿Cómo sabemos esto? Fácil: mire Ud. la respuesta palestina. En lugar de reconocer el carácter conciliador de la decisión del gobierno israelí, encaminada a aliviar las tensiones y prevenir el derramamiento de sangre y la violencia, los palestinos están exigiendo más.

En lo que respecta a los palestinos, la controversia sobre las medidas de seguridad israelíes en el Monte del Templo, que se produjo después de que tres terroristas asesinaron a dos agentes de policía israelíes en el lugar sagrado el 14 de julio, es parte de una batalla más amplia con Israel.

Hemos alcanzado un nuevo nivel en este discurso: los funcionarios de la Autoridad Palestina (AP) ahora están admitiendo abiertamente que no son los detectores de metales o las cámaras de seguridad los que están en cuestión.

En cambio, admiten que se trata de una batalla por la soberanía sobre el Monte del Templo y Jerusalén. Para los palestinos, la verdadera batalla es sobre quién controla Jerusalén y sus sitios sagrados. La verdadera batalla, a sus ojos, está sobre el derecho de los judíos a vivir en su propio estado en el Medio Oriente. Muchos palestinos todavía no han llegado a convencerse del derecho de Israel a existir, y de eso se trata realmente esta batalla.

Los palestinos, sintiéndose triunfantes ahora que Israel ha cumplido con su demanda de retirar los detectores de metales y las cámaras de seguridad, han aclarado que es sólo el primer paso en su lucha para erradicar cualquier presencia israelí en la Ciudad Vieja de Jerusalén y el Monte del Templo.

Nadie explicó esta posición palestina mejor que el ministro de Relaciones Exteriores de la AP, Riad Malki, quien anunció el 27 de julio que los palestinos consideran la decisión israelí de desmantelar los detectores de metales y las cámaras de seguridad como una rendición. También confirmó lo que muchos analistas políticos israelíes y palestinos han estado diciendo durante las últimas semanas – que el conflicto sobre las medidas de seguridad de Israel era sólo una excusa utilizada por los palestinos para obligar a Israel a hacer concesiones políticas y territoriales.

En un discurso ante los ministros de Relaciones Exteriores de la Liga Árabe en El Cairo, Malki explicó: «La cuestión no son los detectores de metales ni las cámaras, sino quién está a cargo y quién tiene soberanía sobre la mezquita Al-Aqsa». Malki continuó explicando que los palestinos no ven el conflicto reciente como una cuestión de seguridad, sino como un asunto puramente político. «La batalla por Jerusalén recién ha comenzado», dijo, añadiendo que la ola de protestas palestinas sobre las medidas de seguridad israelíes había logrado «frustrar» la «conspiración» de Israel para cambiar el status quo histórico y legal en el Monte del Templo.

Estamos asistiendo a un extraño momento de veracidad del ministro de Relaciones Exteriores de la AP, en el que, irónicamente, refuta las afirmaciones de muchos en la comunidad internacional y los medios de comunicación en el sentido de que el reciente conflicto fue provocado por los detectores de metales y las cámaras de vigilancia.

Las protestas palestinas que se produjeron en respuesta a las medidas de seguridad indicaron que se trataba más de odiar a Israel y tratar de obligarlo a ponerse de rodillas, que de la eliminación de detectores de metales y cámaras. Durante estas protestas, especialmente en las entradas al Monte del Templo, los palestinos corearon consignas que incluían amenazas de destruir a Israel y de matar judíos.

«Estamos marchando hacia la mezquita de Al-Aqsa, y sacrificaremos millones de mártires», fue uno de los cantos de las protestas, que fueron liderados por altos líderes religiosos y políticos palestinos. Otro cántico: «Khaybar Khaybar ya yahud, jaish Mohammed sa yaoud» (una referencia a la batalla de Khaybar en el año 628 entre el profeta Mahoma y sus seguidores contra Los judíos viviendo en el oasis de Khaybar. Los judíos fueron obligados a rendirse después de ser sacrificados y posteriormente se les permitió vivir en Khaybar a condición que les dieran la mitad de sus productos a los musulmanes.

Los manifestantes también corearon consignas pidiendo al ala militar de Hamas, Ezaddin Al-Qassam, que lanzara ataques terroristas contra Israel. En su mayor parte, los periodistas extranjeros que cubrían las protestas no percibían estos cantos como intimidantes o antisemitas. Las protestas fueron reportadas en un sentido positivo como una «desobediencia civil» pacífica. Esta es, sin embargo, precisamente la retórica que alienta el fuego palestino a tomar a las calles y arrojar piedras y bombas de gasolina a los oficiales de policía y civiles israelíes.

Pero Omar Al-Abed, de 18 años, es un palestino que prestó mucha atención a tal retórica. El 22 de julio, invadió la casa de una familia judía en Halamish, en Cisjordania, y apuñaló a un abuelo y su hijo y su hija durante una cena para celebrar el nacimiento de un nieto. Poco antes de emprender su misión asesina, Al-Abed publicó una nota en su página de Facebook en la que hizo eco de muchas de las consignas de las protestas y siguió describiendo a los judíos como «hijos de cerdos y monos». La carnicería en Halamish fue perpetrada por un solo palestino.

Tal vez actuó solo, sin haber sido adoctrinado a asesinar a judíos y sin apoyo comunitario para hacerlo? Bueno, vamos a comprobar: ¿Cómo reaccionó la calle palestina ante su desastroso asesinato? ¿Cómo respondió la madre de Al-Abed? La madre del terrorista fue filmada entregando dulces a los visitantes en celebración de la decisión de su hijo de tomar las vidas de los tres judíos. «Estoy orgullosa de mi hijo porque ha levantado la cabeza», declaró. Quizás el orgullo del terrorista era simplemente un asunto local? No, incluso esa esperanza se derrumba: ya que muchos palestinos, especialmente en la Franja de Gaza, salieron a las calles para celebrar el brutal asesinato, el líder de Hamas Ismail Haniyeh llamó al padre del terrorista para decirle: «Tu hijo trajo orgullo a la nación».

El derramamiento de sangre de Halamish trajo un orgullo intenso a la madre del terrorista, a aquellos alrededor de ella, y al mundo palestino en general. El presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas, que nunca pierde una oportunidad de pintarse como pacificador por excelencia, eligió permanecer en silencio acerca del asesinato. No se equivoquen: su estruendoso silencio sobre el ataque terrorista Halamish está siendo interpretado por muchos palestinos como un acto de condonar el asesinato de tres judíos. Ya sea que apruebe la atrocidad o aterrorizado por su propio pueblo, una cosa es cierta: Abbas y la mayoría de los líderes palestinos han entrenado bien a su pueblo. Cuando ellos olfatean la sangre judía, ellos atacan.

Esto es precisamente lo que está sucediendo en el caos del Monte del Templo. Ahora que Israel ha cumplido con sus demandas con respecto a las medidas de seguridad, los palestinos se sienten más envalentonados que nunca. El asesinato y la incitación, en su caso, sí pagan. Se salieron con la suya con el asesinato de los dos agentes de policía en el Monte del Templo; se salieron con la suya con el asesinato de los tres miembros de la familia en Halamish y, en su opinión, también se salieron con la suya con las recientes protestas violentas y la incitación contra Israel. Fascinados con la «capitulación» israelí, los palestinos ahora están hablando de un » Victoria histórica «sobre Israel. Se jactan de que han torcido el brazo de Israel y lo han obligado a «retirarse». Los caricaturistas y comentaristas palestinos han expresado sentimientos similares, argumentando que la eliminación de los detectores de metales y las cámaras de seguridad son en gran medida el resultado de su violencia, terrorismo y amenazas.

Una vez más, un gesto israelí está siendo malinterpretado como debilidad por los palestinos y otros árabes y musulmanes. Esta clase de deliberada mala interpretación está lejos de ser nueva. Sin embargo, cada vez que ocurre, prepara el terreno para otro ciclo de violencia. El resultado de la conciliación israelí es invariablemente la violencia palestina. Los palestinos lo han captado perfectamente. En sus propias palabras, ellos apuntan a una escalada de la violencia porque creen que lo que Israel hizo es el primer paso hacia más concesiones e incluso un mayor retiro.

Basam Tawil es un musulmán árabe con base en el Oriente Medio.

Https://www.gatestoneinstitute.org/10758/battle-over-jerusalem

 
Comentarios

Y lo prinero que hace Israel es poner en la lista urgente de transplantes al negociador palestino Erekat.
Para que vean los tontos que no es una guerra entre palestinos e israelies, es una guerra querida por otros para aumentar su poder en la zona.

JERUSALEM CAPITAL DE ISRAEL POR SIEMPRE PESE A QUIEN LE PESE

Victor Vaisman

Esto es consecuencia de otro de los errores del gobierno de Netanyahu y sus aduladores seguidores. En politica hay que saber que nunca hay que hacer lo que no puedes mantener. Deberían haber sabido por el sistema de inteligencia que los palestinos no aceptarían los detectores de metales y no los hubiesen puesto para no tener que retirarlos despues. Es actuar sin pensar y a impulsos para contar con seguidores fanaticos de derecha. Bibi demuestra que no sabe de politica internacional y que la domestica le queda grande. Pero lamentablemente la gente capaz y honesta no entra en politica porque todo lo que se toca ensucia….. y tiene olor a podrido.

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