El informe pretende proporcionar información sobre las poblaciones cristianas en varios países de la región. En particular, el informe enturbia dos importes hechos sobre las poblaciones cristianas en Medio Oriente.
El primer hecho importante que el informe de la CNEWA confunde acerca los cristianos en Medio Oriente es que Israel es el único país de la región donde la población cristiana nativa ha aumentado en décadas recientes.
La CNEWA empaña esta realidad con un gráfico que asegura que la población cristiana de Israel ha declinado en un 50 por ciento desde los 1940. Eligiendo “los 1940” como el punto de partida para esta comparación, la CNEWA incluyó el impacto de la Guerra de Independencia de Israel sobre la población cristiana, oscureciendo así el dramático incremento de su población desde 1948.
Este gráfico, además, oculta otra realidad. La población cristiana en Israel ahora se corresponde o excede su número de los 1940.Según el Anglo-American Committee of Inquiry (Comisión Anglo-Americana de Investigación), había aproximadamente 136.000 cristianos en Palestina a finales de 1944.
Según los datos de la CNEWA (véase más abajo), hoy en día hay aproximadamente 170.000 cristianos viviendo en Israel; y las cifras israelíes indican que aproximadamente 130.000 de estos cristianos son árabe-cristianos que viven en Israel. En otras palabras, hay más cristianos viviendo en el Estado judío hoy, que en los 1940, antes de la Guerra de la Independencia. Es más, la población cristiana nativa se ha recuperado hasta cerca de las cifras de los 1940. Por humillante que pueda resultar para la CNEWA aceptarlo, la soberanía judía en la tierra de Israel ha demostrado ser beneficiosa para los cristianos que viven en Tierra Santa.
El segundo hecho relevante que la CNEWA enturbia sobre los cristianos en Medio Oriente, es que más de un millón de cristianos ha sido expulsado de sus hogares en Irak desde el derrocamiento de Saddam Hussein por las fuerzas estadounidenses en 2003. En lugar de dar a conocer la realidad de este descenso de la población a los donantes de la CNEWA, el texto asociado con el gráfico informaba que 50.000 cristianos habían abandonado el país desde 2014.
Para ser justos, quienes lean el informe de cerca podrán conocer más sobre la catástrofe en curso y de la huida del país de aproximadamente un millón de cristianos desde 2003.
Mas el problema permanece: En su informe, la CNEWA está claramente intentando minimizar el número de cristianos que han sido expulsados de Irak, a la vez que oscurece el tremendo incremento de la población cristiana nativa en Israel desde 1948.
La CNEWA no jugó limpiamente.
Producir un texto con gráficos que oscurecen el aumento de la población cristiana en Israel desde 1948 y que minimiza la disminución de la población cristiana iraquí en cerca de un millón de personas desde 2003, es una burda distorsión de la realidad.
El informe de la CNEWA sobre las poblaciones cristianas en Medio Oriente incluye un mapa interactivo de los países y territorios de la región. Los lectores pueden hacer clic en el nombre del país o territorio para ver más información sobre la población cristiana en ese país. A continuación, una captura de pantalla del título de la página web:
El lector notará que la CNEWA separa a Israel de su capital, Jerusalén, y que designa a Cisjordania y la Franja de Gaza como un estado (“Palestina”) que, de hecho, no existe.
Estas decisiones editoriales están en línea con una persistente creencia de que Jerusalén debe ser un “corpus separatum” – una entidad internacional separada (y no controlada por ningún país en particular; especialmente Israel) –, y con la política del Vaticano afirmando el deseo de los palestinos de auto-determinación.
La frase “importante descenso” se explica por sí misma, pero la frase “fluctuante” (“in flux”) de hecho oscurece más de lo que comunica.
Con la frase “fluctuante”, la CNEWA transmite la idea de que las poblaciones cristianas en esas zonas están sujetas a incertidumbre, cambio y fluidez. (“Flux” se deriva de su raíz latina “fluere”, que significa “fluir”).
A la luz de las circunstancias que afrontan los cristianos en Medio Oriente, CNEWA está utilizando la frase “fluctuante” para dar la idea de que si bien las poblaciones cristianas en estas zonas no están al borde de un colapso inminente, hay un cierto grado de riesgo asociado a estas comunidades.
Colocar a Israel en la categoría de “In flux” (“fluctuante”), como ha hecho la CNEWA, sugiere que el futuro de los cristianos en el Estado judío es incierto o está en duda, tal como lo es en otros países de Medio oriente. Pero esto es sencillamente falso.
Tal como los números revelarán más abajo, la población cristiana nativa ha aumentado en Israel en cerca de un 300 por ciento desde 1948. En promedio, los cristianos gozan de mayores niveles de educación que los judíos de Israel. Los cristianos no abandonan Israel como sí lo hacen en otros países de la región. Esa no es una comunidad que está “fluctuante” (“in flux”)
Si lo que CNEWA deseaba era transmitirles a sus donantes el estatus de la población cristiana de Israel con precisión, habría establecido una tercera categoría para aquellos países en los que la población cristiana está aumentando su número – algo así como “en aumento”, “creciendo”, o incluso “estable”.
Pero no fue eso lo que hizo la CNEWA. En su lugar, encajó a Israel en la categoría “fluctuante”, junto con Egipto, un país donde cristianos que sirven en el ejército han sido asesinados por sus camaradas conscriptos (con la complicidad de sus oficiales superiores), donde asistentes a iglesias han sido masacrados, y las propias iglesias han sido objeto regular de ataques con bomba. Esto es lo que dice la CNEWA sobre Egipto:
“Hace tan solo unos años atrás, los extremistas islámicos quemaron unas 76 iglesias en todo el país, y las instituciones cristianas se han esforzado por reconstruir y mantenerse en pie. La agitación ha llevado a algunos cristianos sencillamente a levantar campamento y marcharse, con un creciente número de coptos emigrando a los Estados Unidos y Canadá”.
Así pues, ubicar a la población cristiana israelí en la misma categoría – “fluctuante” – que a los cristianos de Egipto es profundamente engañoso.
Los propagandistas anti-israelíes a menudo intentan retratar a Israel como un mal lugar para los cristianos, resaltando la disminución de los cristianos como un porcentaje de la población total del Estado judío, mientras que omiten las cifras que revelan un sustancial aumento del número de cristianos en términos absolutos.
La agencia de noticias Associated Press cayó en 2015 en esta estrategia, que ya fue utilizada por Sojourners en 2013, por National Geographic en 2009, y por 60 Minutos en un segmento notoriamente deshonesto, emitido en 2012.
Lamentablemente, CNEWA ha hecho lo mismo. El texto del informe en su entrada sobre Israel afirma que cuando el Estado judío fue declarado en 1948, “los cristianos eran casi el 20 por ciento de la población”, pero que la guerra de la Independencia provocó la huida de muchos cristianos. Hoy, asegura el informe, los “cristianos comprenden una pequeña minoría, que se estima supone el 2,4 por ciento de la población, o aproximadamente 170.000 personas”.
Al informar únicamente del porcentaje de cristianos en la población de Israel, el informe de la CNEWA oscurece el aumento absoluto de las cifras de la población de Israel. En 1949 había aproximadamente 34.000 cristinas en el Estado judío, la vasta mayoría de los cuales eran árabes. Hoy hay más de 130.000 árabes cristianos viviendo en Israel. Eso es un crecimiento del 282 por ciento. Eso es un notable aumento del que la CNEWA debió haber informado a sus donantes.
Curiosamente, los lectores que le echen un vistazo a la muy difícil de leer hoja de datos incluida en el informe, podrán encontrar que las propias cifras de CNEWA revelan que ha habido un incremento en la población de cristianos en Israel.
En 2010, informa CNEWA, había 145.000 cristianos en Israel, y en 2016 había 170.000. Eso es un crecimiento del 17 por ciento, que claramente debía haber sido destacado a los donantes de CNEWA; en lugar de tener que buscarlo con lupa.
La hoja del informe sobre Jerusalén está también empañada por un intento de enturbiar lo que realmente está sucediendo con la población cristiana en esa ciudad. La hoja afirma que “la población cristiana ha estado menguando durante décadas”, y luego cita al Reverendo Dr. Neuhaus, un cura jesuita con tendencias anti-sionistas, que declara que “a pesar de un ligero aumento en el número de cristianos de año en año, hay una disminución significativa de su proporción en la población total”.
Este resultado en la disminución de la proporción de cristianos viviendo en Jerusalén es el resultado de aumentos sustanciales en las poblaciones judía y musulmana en esa ciudad, un hecho que es oblicuamente reconocido por el Padre Neuhaus, que indica que los “cristianos también tienen familias más pequeñas que los judíos y los musulmanes”.
La utilización de la palabra “menguante” por parte de CNEWA para describir a la población cristiana en Jerusalén es contradicha por las estadísticas incluidas en el propio informe. Según las cifras de la CNEWA en la antes mencionada hoja de guarismos, había 12.750 cristianos viviendo en Jerusalén en 2010, y en 2016, había 15.580. Eso es un incremento del 22 por ciento, que no puede ser honestamente descrito como “menguante”.
La triste verdad sobre el informe de la CNEWA es que sus autores intentaron englobar a Israel, el único país de Medio Oriente donde la población nativa cristiana está creciendo, dentro de una narrativa más amplia de declinación y catástrofe para la cristiandad en Medio Oriente.
Esto no es justo, no es honesto, ni es excusable.
Porque tantas mentiras?