El sábado 26 de agosto de 2017 se cumplió en Barcelona a rajatabla el significado pleno del refrán español “Dime de qué presumes y te diré de qué careces” en la manifestación en rechazo del atentado reivindicado por Estado Islámico del 17-A en las Ramblas y convocada por todos los partidos del arco parlamentario español.
Según fuentes de la policía local más de medio millón de personas se manifestaron bajo el lema: “No tinc por” [“No tengo miedo” en catalán], pero sin la menor alusión a la organización terrorista que causó la muerte de 15 personas en Barcelona y Cambrils.
En todas las manifestaciones que se han hecho en España contra el terrorismo de ETA se encabezaban las marchas con el lema: “Basta ya. ETA NO”. “Por la Libertad. ETA no. Askatasuna. ETA EZ” (bilingüe en español y en vasco, cuando se marchaba en Euskadi). “Catalunya per la pau. ETA no” (así encabezaba la manifestación del millón de personas el 23 de noviembre de 2000 para condenar el asesinato del ex ministro socialista Ernest Lluch).
“No tinc por” –no tengo miedo- ¿A qué? Tanto miedo al yihadismo que no sé tiene el más mínimo valor de nombrarlo ni condenarlo.
Los organizadores colocan entre el Rey de España y el Presidente de gobierno español a una niña musulmana con hijab, cuando precisamente los yihadistas asesinaron atropellando a dos niños de origen cristiano en las Ramblas, y al resto de víctimas por el mero hecho de ser “cristianos y judíos”, como así reivindicó Estado Islámico. Si se quería representar a la infancia víctima del yihadismo, lo correcto y justo hubiera sido poner un niño de origen cristiano.
En toda la manifestación no hubo ni una sola pancarta contra el yihadismo, la Yihad, ni contra Estado Islámico, ni de solidaridad con las víctimas del terrorismo islámico, ni de apoyo a los familiares. ¡Eso si! las de los pocos musulmanes que se manifestaban con el lema de “No a la islamofobia”, pero no contra el terrorismo en nombre del Islam, así como algunas que rezaban “El terrorismo no tiene religión”.
¿El terrorismo no tiene religión? rezan las pancartas de los pocos musulmanes presentes. ¡Pero que desfachatez, sandez y mentira manifiestan esas pancartas portadas por esas mujeres musulmanas!
La Yihad, el yihadismo, es el hijo predilecto del Islam, el mismo Muhammad llevó a término en sus años de “profeta”, del año 622 hasta su fallecimiento en el 632, más 80 guerras y asesinatos de aquellos que no querían convertirse al Islam. Dice el mismo Corán 8:12: Cuando vuestro Señor inspiró a los ángeles: “Yo estoy con vosotros. ¡Confirmad, pues, a los que creen! Infundiré el terror en los corazones de quienes no crean. ¡Cortadles del cuello, pegadles en todos los dedos!”. Pero este texto no es único, El Corán contiene casi 124 aleyas de paz, que pertenecen al periodo de la Meca, de antes de la Hégira, que quedan abrogados, invalidados por las 255 aleyas que llaman a los musulmanes a la guerra contra los infieles y que pertenecen al periodo de Medina, de después de la Hégira. Y estos son los que se imponen bajo el principio hermenéutico “Al Nasij wa al Mansuj” (lo último invalida lo anterior). En el Corán hay 80 aleyas sobre el infierno, 72 dedicados al paraíso. 518 sobre los infieles, 370 sobre los suplicios –con todo detalle- para los infieles. Las palabras “matar”, “guerra” y “luchar” vienen mencionados en el Corán y en la Sunna 35.213 veces. Y la Yihad es el pináculo de la fe del Islam. ¿Acaso no asesinan y mueren los muyahidines (yihadistas) por Alá, el Corán y el Islam? [1]
¿Cómo se puede aceptar la afirmación que el terrorismo no tiene religión? cuando Barcelona, España y Europa saben muy bien que el terrorismo religioso de la Inquisición se aplicaba contra los cátaros, judíos, y que las Cruzadas se financiaron con el dinero de los centenares de miles de judíos europeos asesinados por la Iglesia para “recuperar” Tierra Santa y que allí se asesinaba a judíos y musulmanes en nombre de Jesús, o que en la Noche de San Bartolomé en París fueron asesinados en la noche del 23 al 24 de agosto de 1572 más de 3.000 cristianos hugonotes en París y de 10.000 a 20.000 en toda Francia, por cristianos católicos, lo que fue celebrado por el Papa Gregorio XIII encendiendo fogatas en el Vaticano y acuñando una moneda conmemorativa. Decenas de miles de judíos fueron torturados, quemados, descuartizados, asesinados durante siglos en tierras europeas en nombre del cristianismo.
Y en Barcelona han perdido la memoria, no recuerdan o no quieren recordar que en 1391 la Ciudad Condal contaba con unos 25.000 habitantes y más de seis mil eran judíos que gracias a la labor religiosa y el fervor de la Iglesia Católica estos judíos fueron convertidos bajo amenaza de muerte en hoguera al catolicismo y aquellos que no aceptaron la conversión fueron quemados vivos. No presume los historiadores de Barcelona que los catalanes son como los judíos, trabajadores, inteligentes, eficientes, ahorradores, etc. ya que proceden los catalanes barceloneses de esos judíos torturados por el terror de la Iglesia.
Se calcula que la cantidad de mujeres quemadas por brujas, asesinadas por la Iglesia Católica como por las protestantes varía entre dos y cinco millones, según distintos autores.
La naturaleza de un conflicto, de una agresión, del terror, del terrorismo, la establece el agresor, el terrorista. Y el agresor, el terrorista, del 17-A, como todos los acontecidos estos últimos años, ha sido, y es, el Estado Islámico, y éste ha asesinado, como él mismo ha reivindicado, en nombre de su religión, el Islam. Por lo que éste terrorismo es religioso musulmán. Así de simple, sencillo y sin la falsedad de la máscara embustera de lo políticamente correcto.
¿Tan poca memoria hay en Europa, en España, en Barcelona para aceptar que “El terrorismo no tiene religión”.
Los últimos Papas de la Iglesia Católica ý líderes religiosos protestantes han pedido múltiples veces perdón por esos crímenes en nombre de la religión cristiana.
¿Pero han pedido perdón los líderes musulmanes por las guerras religiosas musulmanas que empezaron con el mismo Muhammad hasta la fecha? NUNCA. NUNCA. NUNCA. Todo lo contrario, lo justifican acusando al resto de la humanidad de sus fechorías.
En el centro de Madrid, en número 55 de la calle de Atocha, la noche del 24 de enero de 1977 fueron asesinados 5 abogados laboralistas. Los asesinos fueron militantes de extrema derecha con la participación de neofascistas italianos. Por lo que se culpó al fascismo y a la extrema derecha en las manifestaciones de repulsa de la época.
En las manifestaciones contra el terrorismo el lema principal y la razón de la marcha es el rechazo a la organización terrorista, pero en la manifestación en Barcelona del sábado 26 de agosto sólo hubo pancartas de rechazo contra el Jefe del Estado español, el Rey Felipe VI. ¿Pero no era una manifestación de no tener miedo? se supone que al terrorismo, ¡pero de tanto miedo que ni nombran al agresor!
Los organizadores, todos los partidos políticos –españolistas e independentistas, de derechas y de izquierdas- y sin excepción, tuvieron miedo y pavor de decir la verdad y fueron incapaces de acusar al Estado Islámico. Y los portadores de pancartas de los grupos independentistas, que fueron muy valientes contra el Rey, resultaron ser tan cobardes y miedosos contra el yihadismo y el Estado Islámico que fue tabú sólo nombrarlos. Tabú para todos los partidos españoles y catalanistas.
La crítica de los pocos manifestantes musulmanes presentes era la islamofobia, no el uso del Islam ni de la Yihad, -el Sexto Pilar del Islam-, como motor y substrato ideológico del atentado. No pusieron ni una pancarta contra los imanes salafistas que incitan los asesinatos de “infieles”, ni exigieron nada a sus líderes religiosos que condenen el salafismo, nada de nada. Silencio.
Mientras tanto, independentistas como españolistas criticaban a sus oponentes políticos, pero en ningún momento a la organización terrorista que segó la vida de aquellos “infieles” que transitaban las Ramblas de Barcelona y Cambrils el jueves 17 de agosto.
Es una falta de respeto para las víctimas, pasadas y las que desgraciadamente vendrán, poner velitas, florecitas y poemas en recuerdo de ellas y no elevar la menor crítica contra la organización terrorista que les asesinó, y asesinará, ni contra la ideología religiosa que subyace, ni exigir la más mínima justicia.
“No tinc por” (No tengo miedo), pero tanto miedo tuvieron el sábado 26 de agosto que ni se atrevieron a citar a los criminales, ni a su organización –Estado Islámico- ni a su ideología religiosa –el Islam- y aceptaron como correctas las afirmaciones que “El Islam es religión de paz”. ¿Desde cuándo ha sido religión de paz? Si el mismo Muhammad llevó a cabo más de 80 guerras y un sinfín de asesinatos. Y así continuaron sus Califas hasta el día de hoy.
Esto recuerda al niño que sufre bullying en la escuela que está tan desconsolado y atemorizado que no lo dice ni a sus padres ni a maestros y que es incapaz de nombrar al matón que le hostiga, y sólo sabe repetir infantil y acongojadamente “no tinc por”/ “no tengo miedo”, de tanto miedo que tiene.
NOTAS
[1] Los versículos del Corán que inspiran a los terroristas del Estado Islámico. Wiederholen. Religión en Libertad. 21 julio 2016
http://www.religionenlibertad.com/este-es-el-islam-no-existen-musulmanes-moderados-24411.htm
Raad Salam Naaman, católico iraquí: «El Califato Islámico es la cara verdadera del Islam, aplican el Corán. Libertad Digital. 2014-11-03
La hipocresía no tiene límites… Nos quieren convencer que no tienen miedo a salir a la calle… Y de paso, había pancartas dónde se podía leer: «No al islamofobia» y las portaban mujeres musulmanas… En vez de pedir perdón utilizan cualquier evento para hacerse las «víctimas»… Patético!!!