El campo de refugiados palestinos de Yarmouk en Siria ha sido sitiado por el ejército sirio durante más de 1510 días. Foto: Residentes de Yarmouk se alinean para recibir víveres el 31 de enero de 2014. (Fuente de la imagen: UNRWA)
Traducido para Porisrael.org: Yetty Blum
Más de 1.600 palestinos han desaparecido en Siria, y cientos han sido asesinados, desde el comienzo de la guerra civil allí. Sin embargo, este no es el tipo de noticias que importan a los principales medios de comunicación en Occidente.
Para captar la atención de la comunidad internacional y los medios de comunicación, los palestinos necesitan vivir en Cisjordania, la Franja de Gaza o Jerusalén. Éstos son los afortunados palestinos cuyas historias (y situaciones) son regularmente cubiertos por los medios de comunicación internacionales. ¿Por qué? Principalmente porque estos son los palestinos cuyas historias a menudo están vinculadas, directa e indirectamente, a Israel.
No es ningún secreto que los periodistas occidentales y los principales medios de comunicación han desarrollado una obsesión con Israel. Todo lo que Israel hace (o no hace) recibe cobertura generalizada, especialmente si hay una manera de culpar a Israel por infligir sufrimiento a los palestinos.
Cuando el presidente de la Autoridad Palestina (AP) Mahmoud Abbas impuso medidas punitivas contra los dos millones de palestinos que viven en la Franja de Gaza, negándoles medicina, electricidad y salarios, de alguna manera los principales medios de comunicación encuentran una forma de implicar a Israel.
La agresión continua de Abbas contra los medios de comunicación palestinos, incluida la detención de periodistas y usuarios de Facebook, tampoco parece ser de interés periodístico, según los medios occidentales. ¿A quién le importa si Abbas bloquea 30 sitios web de noticias debido a sus críticas a sus políticas y acciones? ¿A quién le importa si Abbas ordenó esta semana la detención del periodista Ayman Qawasmeh, director de una emisora privada en Hebrón?
Qawasmeh fue arrestado poco después de haber criticado a Abbas y le pidió que dimitiera con su primer ministro, Rami Hamdallah. Los periodistas occidentales que cubren el conflicto israelí-palestino descartan estas historias solamente, al parecer, porque carecen de un ángulo anti-israelí.
Como si la detención de Qawasmeh no fuera suficiente, las fuerzas de seguridad de Abbas arrestaron posteriormente a Issa Amro, un activista palestino de Hebrón, por haberse declarado en contra de la detención del periodista. Amro fue detenido tras publicar un post en Facebook criticando a las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina por detener al periodista y sofocar la libertad de expresión.
Hubiera sido mejor que Qawasmeh y Amro hubieran sido detenidos por las autoridades israelíes. Si eso hubiera sucedido, sus historias habrían llegado a las páginas de los principales periódicos occidentales. CNN o NBC podría haber dedicado un programa completo a su calvario. Sin embargo, sin la posibilidad de que los medios occidentales impliquen a Israel, su relato permanece sepultado junto con su libertad.
La historia trágica de los palestinos en Siria expone el doble rasero de los medios y la comunidad internacional cuando se trata de cubrir el Medio Oriente: cuando Israel no está involucrado, los periodistas no se sienten involucrados.
Lo que ocurre con los palestinos en los países árabes parece ser bastante indiferente para la mayoría del mundo. ¿Y si miles de palestinos han desaparecido o han sido asesinados? Si un estado árabe está involucrado, los medios se mantienen alejados.
El Grupo de Acción para los Palestinos de Siria dice que ha documentado 1.632 casos de detenidos palestinos, incluidos niños y mujeres, que han desaparecido y siguen desaparecidos en Siria. Entre los desaparecidos están periodistas, médicos, enfermeras y trabajadores de socorro. El grupo dice que los detenidos han sido sometidos a «todas las formas de tortura» en varios centros de detención y prisiones en Siria.
El grupo también señala que ha documentado unos 472 casos de muertes consecutivas a la tortura en centros de detención sirios y prisiones en los últimos años. Los números reales podrían ser mucho más altos, dice, a la luz del secreto y severas restricciones impuestas por las autoridades sirias. Las familias tienen miedo de anunciar la muerte de sus seres queridos por temor a represalias por parte de las autoridades sirias.
En otro informe, el mismo grupo revela que unos 3.570 palestinos han muerto desde el comienzo de la guerra civil en Siria, entre ellos 462 mujeres. Mientras tanto, el campo de refugiados de Yarmouk cerca de Damasco ha estado bajo asedio por el ejército sirio durante más de 1510 días.
Otro campo de refugiados palestinos, Dara’a, ha estado sin suministro de agua por más de 1.247 días (Yarmouk ha estado sin agua por más de 1088 días). El informe también revela que más de 85.000 palestinos han huido de Siria hacia Europa a finales de 2016, mientras que más de 60.000 han encontrado refugio en Jordania, Turquía, Egipto y la Franja de Gaza.
Estas horribles cifras son la norma en los países devastados por la guerra del mundo árabe, donde los árabes y los musulmanes se han desplazado, torturado y matándose unos a otros durante muchos años. Lo perturbante es que la difícil situación de los palestinos en los países árabes apenas merece la atención internacional.
Este silencio tiene consecuencias mortíferas y está directamente relacionado con la cobertura desproporcionada que los medios de comunicación internacionales dan a Israel. Consideremos que un palestino al que disparó un policía o soldado israelí probablemente alcance más cobertura en los medios internacionales que miles de palestinos que están siendo ilegalmente encarcelados y torturados hasta la muerte en un país árabe.
Innumerables historias pueden ser publicadas sobre la forma en que los países árabes maltratan a los palestinos – de negarles derechos básicos como la ciudadanía y la igualdad a encarcelarlos y torturarlos.
¿Alguien quisiera enterarse sobre las verdaderas leyes de apartheid aplicadas a los palestinos en diferentes países árabes? La información está disponible: todo lo que tiene que pasar es que los medios de comunicación occidentales y el resto de la comunidad internacional reconsideren su obsesión por Israel y comiencen a prestar atención a las verdaderas víctimas palestinas -las que viven en los países árabes.
Khaled Abu Toameh, es periodista galardonado, tiene su sede en Jerusalén.
https://www.gatestoneinstitute.org/10941/forgotten-palestinians
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