¿Disparo a las ruedas o a la cabeza?

En todas las guerras se han planteado dilemas morales: en la Segunda Guerra Mundial, Vietnam, Yugoslavia, etc. Pero es ahora en la lucha contra el terrorismo yihadista, donde esos dilemas por su gran complejidad están cobrando una especial relevancia.

En la Guerra Global contra el Terrorismo, nos encontramos ante un teatro de operaciones donde la vanguardia (Iraq, Afganistán, Libia, Argelia,…) está estrechamente unida a la retaguardia (NY, París, Londres, Barcelona, Bali,…). El protagonismo en la lucha y prevención del terrorismo, se encuentra repartido entre diversos actores: Las Fuerzas Armadas en la vanguardia donde pueden tener enfrentamientos directos con tropas (terroristas) del Estado Islámico, AlQaeda y sus “marcas blancas”. Y por otro lado, en nuestra retaguardia, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado son tan relevantes como el propio ejército y verse en la situación de tener que mantener enfrentamientos armados directos, con los terroristas.

En esta guerra asimétrica con frentes desdibujados, donde vanguardia y retaguardia forman parte de un campo de batalla común, se nos plantean complejos dilemas morales.

Cuando en Beslán, unos terroristas mantenían como rehenes a casi 800 niños, ¿qué se debía hacer?, intervenir asumiendo que habría víctimas, no intervenir asumiendo que podrían asesinar a todos los rehenes… El yihadismo nos plantea dilemas morales prácticamente inasumibles, casi diabólicos, pero no hay más opción que enfrentarlos y es momento para que en nuestras ordenadas y “buenistas” sociedades occidentales, tomen decisiones.

El primer tema que siempre se plantea es: una persona, armada con cuchillos, pistola, fusil de asalto, chaleco explosivo, que busca el asesinato de todas las personas que se crucen en su camino, hombres mujeres y niños, ¿está asistido por los mismos derechos que la maestra de escuela o el niño de seis años que serán asesinados por él? ¿Si la policía abate al terrorista se debe investigar su muerte bajo los mismos parámetros que los de las víctimas del terrorista? Si un civil se enfrenta a un terrorista y lo mata, ¿tenemos una legislación clara que proteja nuestro legítimo derecho de defensa?

En los ejércitos se aplican las llamadas “Reglas de Enfrentamiento” que definen las normas por las que se han de regir los combates contra el enemigo y la actuación de un ejército frente a la población local, propiedades privadas, etc… En la retaguardia de la guerra contra el terrorismo, ¿cuáles son las “Reglas de Enfrentamiento” de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado? No me contesten que nos atenemos a “la legislación vigente” porque no está preparada para el cúmulo de situaciones perversas y dramáticas a las que nos llevará el terrorismo islamista. Por ejemplo: Si un vehículo atropella a la gente por una calle peatonal, ¿el policía debe disparar a las ruedas o a la cabeza del conductor?, si el tema no está claro el policía podría ir a la cárcel.

Necesitamos un nuevo marco legal para juzgar el terrorismo yihadista que tenga como fin supremo la protección de las vidas inocentes y no la preservación de los derechos del terrorista.

¿Ustedes creen que alguien se atreverá a proponer esa nueva legislación? les adelanto que ningún político lo hará y nuestros policías seguirán enfrentándose a los terroristas, poniendo no solo en juego su vida, sino también su libertad ante un juez que pudiera considerar sus actos “desproporcionados” según la legislación vigente.

Juan de la Torre, Asociación de amigos de Israel en España