La oportunidad de Rosh HaShaná es demasiado importante como para dejar cosas al azar. Aquí encontrarás un listado de lo que necesitas saber.
Previo a Rosh HaShaná
Un componente clave en la preparación para Rosh HaShaná es pedir disculpas a toda persona a quien le pudiésemos haber hecho un mal durante el año anterior. En lo posible, queremos comenzar el año con una «pizarra limpia», sin que nadie nos guarde rencor. También debemos ser rápidos en perdonar a aquellos que nos han hecho algún mal.
Mucha gente tiene la costumbre de ir a la mikve antes de Rosh HaShaná después del mediodía. La mikve, que tiene el poder de purificar ciertos tipos de impurezas espirituales, puede ser una parte importante del proceso de teshuvá (‘retorno a Dios’).
Otros tienen la costumbre de visitar algún cementerio en la mañana previa a Rosh HaShaná y rezar en las tumbas de los justos. Por supuesto, no le rezamos a los justos, sino que sólo a Dios, que oye nuestros rezos en mérito de los justos.
En la mañana antes de Rosh HaShaná, realizamos hatarat nedarim, la ‘anulación de promesas’. En términos halájicos, decir algo tan simple como «Me niego a volver a comer dulces» puede ser considerado una promesa con valor legal a los ojos de la ley judía. Es por eso que, antes de Rosh HaShaná, anulamos nuestras promesas, tanto si fueron realizadas intencionalmente o no. Esto se realiza de pie frente a tres hombres adultos. Ante ellos solicitamos anular las promesas que realizamos. El texto completo puede ser encontrado en un Sidur o en un Majzor (libro de rezos) de Rosh HaShaná.
La cena festiva
Durante las Altas Fiestas, se utiliza una jalá redonda —simbolizando plenitud y la finalización de un ciclo—. Después de recitar la bendición hamotzí, es costumbre untar el pan en miel, simbolizando nuestro anhelo por un año nuevo dulce.
Luego, después de comer un trozo de pan, tomamos una manzana y la untamos en miel. Recitamos la bendición boré pri haetz sobre la manzana (ya que la bendición de hamotzí no cubre la manzana) y comemos un pedacito de manzana. Luego decimos, «Que sea tu voluntad, Dios, que tengamos un año nuevo bueno y dulce».
¿Por qué pedimos por un año «bueno» y «dulce»? ¿Acaso la palabra «bueno» no incluye automáticamente «dulce»?
El judaísmo nos enseña que todo lo que sucede es para bien. Todo es parte de la voluntad divina. Incluso las cosas que pueden parecer «malas» a nuestros ojos, son en realidad «buenas». Por eso cuando pedimos a Dios que el año sea «dulce» (además de bueno), es porque sabemos que todo será para bien. Pero también pedimos que sea un bien «revelado», es decir, que tenga un sabor «dulce» para nosotros.
En Rosh HaShaná, agregamos el párrafo yaalé veyavó en la bendición de agradecimiento después de la cena (birkat hamazón).
Comidas simbólicas
En Rosh HaShaná comemos alimentos que simbolizan cosas buenas que anhelamos para el siguiente año. Contemplamos lo que estas comidas simbolizan, y nos conectamos con la ‘Fuente’ de todo lo bueno.
Las comidas simbólicas están basadas en un juego de palabras que conecta el nombre de ciertas comidas con una esperanza en particular que tenemos para el nuevo año. Aquí veremos una lista del Talmud de comidas simbólicas que se acostumbra a comer en Rosh HaShaná. (La comida y su significado asociado están escritos en letras mayúsculas).
Después de comer PUERRO o COL, decimos: «Sea Tu voluntad, Dios, que nuestros enemigos sean DIEZMADOS».
Después de comer REMOLACHA, decimos: «Sea Tu voluntad, Dios, que nuestros adversarios sean ELIMINADOS».
Después de comer DÁTILES, decimos: «Sea Tu voluntad, Dios, que nuestros enemigos sean DESTRUIDOS».
Después de comer CALABAZA, decimos: «Sea Tu voluntad, Dios, que el decreto de nuestra sentencia sea ROTO, y que nuestros méritos sean PROCLAMADOS ante Ti».
Después de comer GRANADA, decimos: «Sea Tu voluntad, Dios, que nuestros méritos aumenten como las semillas de la GRANADA».
Después de comer la CABEZA de un cordero o pescado, decimos: «Sea Tu voluntad, Dios, que seamos como CABEZA y no como cola».
Los rezos de Rosh HaShaná
Como en Rosh HaShaná hay tantos rezos específicos, utilizamos un libro especial de rezos llamado «Majzor».
En la Amidá y en el Kidush de Rosh HaShaná, decimos la frase «Iom Teruá». Sin embargo, si Rosh HaShaná cae en Shabat, decimos«Zijrón Teruá». (Si una persona dice inadvertidamente la frase equivocada, no necesita repetir el rezo).
La súplica «Avinu Malkeinu» debe decirse en Rosh HaShaná, excepto cuando Rosh HaShaná coincide con Shabat, ya que la halajá es que en Shabat no se dicen súplicas. Si Rosh HaShaná cae en viernes, no se dice «Avinu Malkeinu» en el rezo de Minjá.
Durante las Altas Fiestas, la cortina del Arón Hakódesh se cambia por una blanca, para simbolizar que «nuestros errores serán blanqueados como la nieve».
El jazán, ‘cantor’, para las Altas Fiestas no debe ser elegido por su talento vocal solamente. Idealmente, el jazán debe tener más de 30 años, ser temeroso de Dios, erudito en Torá, humilde y de preferencia casado. Un hombre erudito menor de 30 con otras condiciones es aceptable. Sin embargo, es preferible permitir que un jazán inadecuado guíe el servicio, antes que causar conflicto sobre el tema en la comunidad.
Como existe la pregunta de si la bendición de shehejianu debe ser recitada en el segundo día de Rosh HaShaná, acostumbramos comer una fruta nueva o utilizar una nueva prenda de vestir y recitar shehejianu sobre ella. Cuando decimos shehejianu, debemos tener en mente también las mitzvot de encendido de velas, Kidush y escuchar el shofar.
El shofar
La mitzvá principal de Rosh HaShaná es escuchar el sonido del shofar.
El shofar utilizado en Rosh HaShaná debe ser un cuerno curvo de carnero, más largo que 10 cm. Está permitido utilizar un shofar hecho de un animal que no fue sacrificado ritualmente.
La obligación mínima es escuchar nueve sonidos. Sin embargo, hay duda si el sonido del shofar debe ser del tipo que suena como un gemido (shevarim), o como un sollozo (teruá), o una combinación (shevarim-teruá). Por ende, se llevan a cabo los tres sonidos, cada uno precedido y seguido de un sonido continuo, tekiá. Tres de cada serie da como resultado 30 sonidos en total, los que son necesarios para quitar todas las dudas de que el precepto de la Torá ha sido cumplido.
El shofar es como una ‘alarma espiritual’ que nos despierta de nuestro letargo.
El shofar debe ser tocado durante el día. Todos deben ponerse de pie para escuchar el shofar y deben tener la intención de cumplir con la mitzvá de escuchar el shofar.
Antes de tocar, se recitan dos bendiciones: «Que nos ordenaste escuchar el sonido del shofar» y «shehejianu». Una vez que las bendiciones se han recitado, no debemos hablar sino hasta que se haya terminado de tocar el shofar.
Las mujeres pueden tocar el shofar para sí mismas y recitar la bendición (las mujeres sefaradiot no recitan la bendición). Un niño que tiene edad suficiente para ser educado en mitzvot debe escuchar el shofar.
El shofar no se toca cuando Rosh HaShaná cae en Shabat.
Durante la repetición del jazan, tocamos 30 veces adicionales en las variadas combinaciones.
Se acostumbra a tocar 40 sonidos extra al final del servicio, llegando a un total de 100. Se acostumbra a prolongar el sonido final, el cual es llamado Tekiá Guedolá.
Otras costumbres
Se acostumbra a saludar a los demás de la siguiente manera: «Leshaná tová, ketivá vejatimá tová». Esto significa: «Para un buen año, que seas inscrito y sellado para bien [en el libro de la vida]».
Uno debe tratar de no dormir o hacer caminatas ociosas en el día de Rosh HaShaná. (El Arizal dice que una siesta en la tarde es permisible).
Se recomienda evitar las relaciones maritales, excepto si Rosh HaShaná cae en la noche en la cual la mujer debe sumergirse en la Mikve para purificarse después de su ciclo menstrual.
Si un Brit Milá cae en Rosh HaShaná, debe ser realizado entre la lectura de la Torá y el toque del shofar.
Tashlij
El rezo de tashlij se dice en la primera tarde de Rosh HaShaná frente a un río o a una pileta de agua que preferentemente tenga peces. Este rezo simboliza que arrojamos al agua nuestros errores. Por supuesto, es tonto pensar que podemos deshacernos de nuestros pecados simplemente al vaciar nuestros bolsillos. Más bien, el enfoque judío consiste en una profunda introspección y un compromiso a cambiar. De hecho, la idea de tashlij es en parte para conmemorar el Midrash que relata que Abraham atravesó un canal de agua para ir a realizar la Akedá (Sacrificio de Itzjak). El Midrash explica que Abraham tuvo que pasar a través de aguas que le llegaban hasta el cuello.
Si Rosh HaShaná cae en Shabat, el rezo de tashlij se pospone para el segundo día. Si no se recitó tashlij en Rosh HaShaná mismo, puede recitarse en cualquier momento durante los ‘Diez días de arrepentimiento’.
Tanto la fuente de agua como los peces son símbolos. En la literatura talmúdica la Torá es representada como agua. ¡Tal como los peces no pueden vivir sin agua, de la misma manera, un judío no puede vivir sin Torá!
También, el hecho de que los peces nunca cierran sus ojos, sirve de recordatorio que, así también, los ojos de Dios (por así decir) nunca están cerrados; Él conoce cada uno de nuestros movimientos.
Este es el texto de tashlij:
¿Quién es como Tú, Dios, que elimina la iniquidad y pasa por alto las trasgresiones del resto de Su heredad? Dios no permanece enojado por siempre, porque desea la bondad. Él será misericordioso con nosotros nuevamente, eliminará nuestras iniquidades, y arrojará a las profundidades del mar todos nuestros pecados.
Concede la verdad a Iaakov, la bondad a Abraham así como juraste a nuestros antepasados.
De los estrechos yo llamo a Dios, Dios me responde ampliamente. Dios está conmigo, no tendré miedo ¿qué puede hacerme el hombre? Dios está conmigo para ayudarme, y veré a mis enemigos (aniquilados). Es mejor refugiarse en Dios que confiar en el hombre. Es mejor refugiarse en Dios, que depender de los nobles.
Muchas personas leen también los Salmos 33 y 130.
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