El presidente Trump se ha reunido esta semana con líderes extranjeros en la Asamblea de la ONU, y los datos de una nueva encuesta demuestran que su agenda –combatir el terrorismo yihadista, contrarrestar a Irán y ampliar el diálogo árabe-israelí– tiene un gran atractivo popular en al menos un país árabe clave: Jordania.
Un sondeo fiable realizado en Jordania el mes pasado revela que numerosos jordanos asumen ahora posiciones inesperadamente moderadas sobre todos estos temas y otros más, como la reforma islámica, las relaciones con Estados Unidos e incluso la cooperación con Israel. Los resultados son tan llamativos que ponen patas arriba la creencia general sobre lo que piensa la calle árabe.
En primer lugar, respecto al terrorismo yihadista, para los jordanos la lucha contra sus integrantes debe ser una de las prioridades de la política estadounidense en la región, a muy poca distancia de los esfuerzos para resolver el conflicto palestino-israelí. La mitad de la opinión pública jordana dice que la primera o la segunda prioridad de Estados Unidos debería ser “aumentar su implicación en la lucha contra Daesh, Al Qaeda y otras organizaciones terroristas similares”. Otra organización clasificada como terrorista por Estados Unidos, el movimiento chií Hezbolá, ahora apenas goza de apoyo popular en Jordania: sólo el 4%; estamos ante una acusada caída en solo unos años, cuando era visto como un activo opositor de Israel.
De igual manera, los jordanos que están a favor de una reinterpretación del islam, aun siendo una minoría, se han duplicado en los últimos dos años. Hoy, el 39% dice que “deberíamos escuchar a aquellos de entre nosotros que tratan de interpretar el islam de una forma más moderada, tolerante y moderna”. En cambio, la línea dura de los fundamentalistas Hermanos Musulmanes obtiene menos apoyo. Sólo una cuarta parte de los jordanos dice que tiene una opinión “más o menos positiva” de la organización, casi exactamente los mismos que en anteriores sondeos.
Aún más sorprendente, sobre la paz árabe-israelí, un destacable 85% de los jordanos está de acuerdo con esta afirmación: “Los árabes deberían desempeñar un nuevo papel en las conversaciones de paz palestino-israelíes, ofreciendo a ambas partes incentivos para asumir posiciones más moderadas”. Esta es la esencia de las propuestas actuales de EEUU e Israel, y goza de inesperada resonancia en la vecina Jordania.
Igualmente notable es que nada menos que un tercio de los jordanos está a favor de algunas formas de colaboración inmediata con Israel, antes incluso de que haya un acuerdo de paz israelo-palestino. El 33% dice que, “a pesar de sus diferencias, los países árabes deberían cooperar con Israel en otros asuntos, como la tecnología, la lucha antiterrorista y la contención de Irán”. Esto supone un aumento sustancial respecto a las encuestas de 2014 y 2015, cuando los jordanos, al igual que respondían otras comunidades árabes entonces, rechazaban por una abrumadora mayoría la idea de cualquier asociación basada en intereses comunes (o enemigos comunes) con Israel.
Hay que señalar dos salvedades contrarias a esta nueva mentalidad moderada. La primera, que una ajustada mayoría de jordanos (el 55%) expresó una opinión positiva de Hamás, la cual sigue rechazando la paz con Israel; si bien se registra un notable descenso desde el 72% registrado en septiembre de 2014, justo después de la guerra de Gaza. El segundo, a nivel más general, es que a la opinión pública jordana le preocupan más los problemas domésticos que la cuestión árabe-israelí u otros asuntos externos. El 87% dice que, “ahora mismo, las reformas políticas y económicas domésticas son más importantes para nuestro país que cualquier otra cuestión de política exterior”. Este porcentaje incluye a la mitad de todos los jordanos (43%), que están “muy de acuerdo” con esa idea.
En cuanto a Irán y sus aliados regionales, aparte de Hezbolá, los niveles de apoyo son asombrosamente bajos. Tan sólo un 2% expresó una opinión “más o menos positiva” sobre la República Islámica. Los huzis, insurgentes yemeníes respaldados por Irán, obtienen una aprobación aún menor, del 1%. Y dos tercios de los jordanos dicen que en la querella que enfrenta a Qatar con otros países árabes “lo más importante es encontrar el máximo grado decooperación árabe contra Irán”.
Por último, en relación con Estados Unidos, persiste la opinión generalmente negativa sobre su política exterior en Oriente Medio; sólo un 9% expresó una opinión favorable. Pero la puntuación de Rusia es todavía inferior, con un 1% de aprobación. En marcado contraste, las políticas regionales de Turquía obtuvieron un 59% de consideraciones positivas.
Esta encuesta, en todo caso, formula una pregunta de seguimiento que es fundamental y que otras no hacen: al margen de los porcentajes de acuerdo, ¿qué importancia dan los jordanos buenas relaciones con países extranjeros? Aquí las respuestas son mucho más positivas para Estados Unidos: la mayor parte de la opinión pública jordana (el 58%) piensa que es importante tener unas buenas relaciones bilaterales. Y sólo una minoría muy pequeña (el 9%) dice que “lo más útil que podría hacer Estados Unidos ahora mismo” sería “reducir sus injerencias en la región”.
Esta encuesta, en suma, proporciona datos fehacientes que sirven de base para emitir un juicio inusual: las políticas de Estados Unidos relativas a Oriente Medio podrían obtener un considerable apoyo entre los árabes, no sólo entre sus élites, también en la calle. En particular, el concepto de un frente común regional contra el terrorismo yihadista y las ambiciones hegemónicas de Irán, y a favor de la paz árabe-israelí, cuenta con un apoyo inesperadamente sólido. Y, dentro de ese marco de trabajo, incluso la idea de la cooperación directa con Israel en asuntos de interés común, aun siendo una postura minoritaria, está adquiriendo un insólito atractivo entre la opinión pública árabe.
Nota metodológica: la encuesta consistió en entrevistas personales con una muestra probabilística geográfica y representativa de 1.000 ciudadanos jordanos. La llevó a cabo en agosto una empresa local, como parte de una sondeo de investigación de mercado. El margen de error estadístico es de aproximadamente el 2,9%, con un intervalo de confianza del 95%.
© Versión original (en inglés): Fikra Forum
© Versión en español: Revista El Medio
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