Traducido para Porisrael.org por Dori Lustron
Rompiendo el Silencio, (Breaking the Silence) que comenzó exponiendo los errores de IDF en un intento por arreglarlos, se ha convertido en una organización que disemina constantemente mentiras contra el Estado de Israel. Esta demonización, que está financiada por la campaña para la destrucción de Israel, debe ser detenida
Israel debería sentirse orgullosa de sí mismo por tener organizaciones activas de derechos humanos en el país, incluido Rompiendo el Silencio. Los soldados pueden exponer los errores… y hay errores. El problema es que en los últimos años, la organización ha experimentado un cambio completo.
La organización, que comenzó exponiendo los errores en un intento por arreglarlos, se ha convertido en una organización que está difundiendo constantemente mentiras contra el Estado de Israel. No se trata del portavoz de la organización, Dean Issacharoff, a quien se descubrió diciendo una mentira flagrante . Se trata del sistema. Se trata de la organización.
El Director de Rompiendo el Silencio, Avner Gvaryahu, respondió a la mentira expuesta insistiendo en que la historia de Issacharoff atacando brutalmente a un palestino durante su servicio militar era cierta. Los camaradas de Issacharoff testificaron que nunca sucedió. El palestino testificó que nunca sucedió. Pero eso no importa, porque en lugar de insistir en exponer la verdad, la organización insiste en difundir mentiras.
Hay incidentes serios que deberían estar expuestos. El problema comienza cuando los líderes de la organización convierten a soldados de las IDF en monstruos sedientos de sangre interesados en cometer crímenes de guerra sin parar.
Noam Chayut, uno de los tres miembros de la junta de la organización, publicó un artículo titulado «La persona excepcional es una persona que no está dispuesta a matar civiles». Él es el moderado de los tres. Los otros dos son partidarios de la campaña de boicot contra Israel. No hay sorpresa, por lo tanto, en el hecho que Issacharoff y Gvaryahu han pasado de exponer errores a difundir mentiras. Cuando obtienes dinero de cuerpos pro-BDS, actúas como el movimiento BDS.
No es solo una historia. Es el sistema. En una conferencia en la Universidad de Columbia, Gvaryahu presentó una imagen de una mezquita bombardeada por soldados de las FDI.
Desafortunadamente para él, había un soldado estadounidense allí que había servido en Gaza. Le dijo a la audiencia que dos soldados habían sido asesinados a tiros por terroristas de esa misma mezquita.
En la mayoría de estas conferencias, no hay nadie para refutar las mentiras, por lo que Gvaryahu y otros pueden viajar por el mundo y crear la impresión que los soldados de las FDI son monstruos. Están obteniendo una fortuna por hacerlo, y están entregando los bienes.
La mentira de Issacharoff, y muchas otras mentiras, fueron expuestas por miembros de Reservists on Duty, liderados por Amit Deri. Conocí a estos jóvenes decentes y preocupados, que vienen de la izquierda y de la derecha. Ellos tienen desacuerdos políticos. Están a favor de la exposición, pero están en contra de las mentiras y en contra de las generalizaciones que crean la demonización.
El cambio de Rompiendo el Silencio es el resultado de la financiación. Cuando recibe dinero de organismos pro-BDS, se convierte en parte del movimiento BDS. Ya no es una batalla destinada a arreglar las cosas. Es una batalla al servicio de una campaña que se opone a la existencia real de Israel.
Esta no es la intención de todos los activistas de la organización, pero es el resultado. Y mientras la Knesset no trabaje para prohibir que las fundaciones afiliadas al movimiento BDS financien organizaciones israelíes, nada detendrá este tipo de demonización, como la promovida por Rompiendo el Silencio. No es necesario actuar contra las organizaciones de derechos, pero es necesario actuar contra la demonización financiada por la campaña para la destrucción de Israel.
https://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-5044956,00.html
Por culpa de estos zurdos fascistas, el pobre soldado Azaria paga con cárcel por el «delito» de defender a su Patria de estas lacras.