El fundador de Debate for Peace, Steven Aiello, der., con otros miembros de la delegación en el Parlamento Europeo, en Bruselas. Cortesía.
La organización Debate for Peace reúne a jóvenes de varias partes de Israel para entablar debates formales sobre asuntos controvertidos.
A Steven Aiello le demoraba unos 20 minutos viajar en automóvil de una escuela secundaria en Petah Tikva, entre Tel Aviv y Jerusalén, a una en Kafr Kassem, ciudad de mayoría árabe en Galilea, para dirigir sus respectivos clubes de debate, basados en el Modelo de Naciones Unidas (MUN).
A pesar de la proximidad geográfica entre ambas escuelas, un inmenso abismo cultural las separa. Sin embargo, eso no era todo, pues los miembros más talentosos de los dos clubes no podían ingresar a los grupos oficiales de debate de MUN por no hablar inglés o no tener dinero.
Así que Aiello, activista judío que fue parte del equipo israelí de MUN, resolvió ambos problemas organizando debates al estilo MUN entre escuelas judías y árabes en 2012.
A los participantes se les asignaron países para representar, así estuvieran de acuerdo o no con la postura de sus gobiernos sobre determinados temas. A los novatos se les ofreció un curso gratis para mejorar sus habilidades retóricas y su inglés. Los alumnos de Aiello quedaron encantados.
En 2016, formalizó el programa, al que llamó Debate for Peace (DfB), Debate para la Paz en español, dirigido por voluntarios de Interfaith Encounter Association (interfaith-encounter.org/) en colaboración con Jerusalem Peacebuilders y con el apoyo de la Embajada de los Estados Unidos, en Tel Aviv. El programa creció rápidamente.
“Al principio nos dimos a conocer a través de los profesores. La demanda fue mucho mejor de lo esperado, y en un año pasamos de cuatro a 14 escuelas participantes y doblamos el número de conferencias en Israel a ocho”, dijo Aiello, de 29 años, a ISRAEL21c, quien se radicó en Israel en 2009 y trabaja en Rootclaim, una compañía nueva en Tel Aviv.
“Ahora tenemos más de 30 escuelas en el programa y, en total, estudiantes de 40 ó 50 localidades”, agregó”, Estamos dándole a nuestros hijos las habilidades y la oportunidad de debatir sobre temas como Jerusalén, los refugiados, los asentamientos, la seguridad, los derechos de las mujeres y el racismo. Y el debate nunca se transforma en una pelea a gritos”.
Aunque los políticos a menudo necesitan incentivos para ir a una mesa de negociaciones, Aiello dijo, “los muchachos de Sakhnin fueron voluntariamente a Tel Aviv, en un viaje en autobús de cinco horas de ida y vuelta. Es realmente inspirador”.
DfP realiza seminarios los fines de semana y lleva a los estudiantes a las conferencias de MUN en el extranjero para exponerlos a distintas culturas y puntos de vista.
La codirectora del DfP, Nooralhuda Hoji, de 20 años, de otro pueblo árabe, Kalansua, encabezó una delegación a la Conferencia Asfar de Deportes y Derechos Humanos por la Paz en Azerbaiyán en mayo.
En junio, Hoji y Aiello se reunieron con musulmanas en Estambul para mostrarles su trabajo. En agosto, dos miembros de DfP asistieron a un taller de paz, Save the Dream en Atenas, y otros dos viajaron a la ciudad de Nueva York para reunirse con líderes comunitarios musulmanes y judíos.
En octubre, Aiello habló en el Parlamento Europeo acompañado por siete estudiantes de DfP, que asistieron a un taller de consolidación de paz dirigido por organizaciones no gubernamentales internacionales.
El evento inaugural de DfP para el año escolar 2017-18 en la Escuela de Secundaria Bashaer, en Sakhnin, atrajo a 250 inscritos de 50 pueblos y ciudades, cien más de lo esperado.
‘Igual que nosotros’
Benjamin Chelsky, miembro de DfP, de 15 años de edad, de Modi’in, asistirá en febrero a la conferencia MediMUN sobre desarme internacional que se celebrará en Chipre.
“La verdad es que he hecho muchos amigos de todo Israel”, dijo Benjamin a ISRAEL21c. “Antes de DfP no estaba activamente contra ningún grupo en particular, pero ahora realmente no veo una diferencia. Veo que ‘el otro lado’ es igual que nosotros”.
Alia Habib Allah, que tiene 17 años y vive en Ein Mahel, cerca de Nazaret, habló con ISRAEL21c antes de ir a Kosovo para asistir a la segunda conferencia MUN judía-árabe anual, representando a Kazajistán en debates sobre cambio climático, terrorismo y género, entre otros.
“En mi primera conferencia estaba muy nerviosa porque nunca había expresado mi opinión a gente que no conocía”, dijo a ISRAEL21c. “DfP me ha ayudado a tener confianza en mí misma. Aprendí cómo escribir y presentar un discurso en inglés, y cómo y cuándo usar el lenguaje corporal para expresar una opinión”.
Alia, que viene de una familia musulmana que apoya su participación, ha representado a Canadá, Argelia, Rumania y Turquía en varios debates. También asistió al taller de Jerusalem Peacebuilders en Texas. Su experiencia en DfP ha incentivado sus sueños de estudiar medicina, asegura, “porque también se trata de ayudar a los demás”.
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