Zubin Mehta ya tiene sucesor al frente de la Filarmónica de Israel después de 50 años

Cuando el israelí Lahav Shani nació en 1989, Zubin Mehta llevaba ya veinte años al frente de la Orquesta Filarmónica de Israel. Cuando el prometedor talento cumplió 20 años, fue invitado por el ya mítico Mehta a una gira al extranjero como pianista y ayudante de dirección. El círculo musical se cierra ahora con el nombramiento de Shani como nuevo director de la prestigiosa institución a partir del 2020. Con sólo 29 años, ha sido elegido para recoger la batuta del «Maestro» que en tres meses cumple 82 años.

Hace dos años, Mehta anunció su intención de retirarse en el 2019 cumpliendo así medio siglo en el cargo que acabó adquiriendo condición vitalicia. 50 años de creatividad, temperamento, exactitud, magnetismo y compromiso personal han convertido el afamado director procedente de Bombay en un israelí más sin necesidad de tener esta nacionalidad ni hablar hebreo.

«Estamos contentos en anunciar el nombramiento de Lahav Shani como el próximo director musical de la Filarmónica tras ser elegido de forma mayoritaria por los músicos», señaló el director general Yoel Abadi. Sobre el cambio generacional, añadió: «La Filarmónica siente un gran orgullo de que siga el camino de Zubin Mehta, uno de los gigantes de la música en las últimas generaciones».

Pese a su juventud, Shani posee experiencia y sobre todo reputación. Nombrado principal director invitado de la Orquesta Sinfónica de Viena, ejercerá como director de la Orquesta Filarmónica de Rotterdam a partir del mes de septiembre. Una meteórica carrera que tuvo como uno de sus grandes puntos de inflexión la victoria en el Concurso Gustav Mahler celebrado en Bamberg (Alemania) en 2013.

La juventud es por tanto una ventaja ya que se espera que el talento y entusiasmo de Shani logre atraer nuevos públicos en una era dominada por la digitalización y múltiple oferta musical. Como han dicho varios críticos, «cada actuación suya es una fiesta».

«Es un honor enorme ser nombrado director musical de la Filarmónica de Israel y seguir el camino de una figura gigante como Zubin Mehta. Desde muy joven, la Filarmónica guió mi desarrollo musical y mi estrecha relación con ella me acompaña en mi carrera artística», declara Shani consciente de la enorme responsabilidad ante la identidad del director a quien debe sustituir. «De niño fui a sus conciertos y luego cuando empecé dedicarme de forma seria a la música fue un gran referente. Tuve la suerte de poder actuar bajo su dirección», confiesa sobre un sueño hecho realidad.

¿El futuro? «Es muy importante que la reputación internacional de la Filarmónica no varíe», contestó esta mañana a Galei Tsahal un artista acostumbrado a abrazar a todos sus músicos tras cada actuación.

El joven israelí no lo tendrá tan fácil. Desde que como joven músico indio fuera invitado a debutar como director y dirigir su primer concierto de la Filarmónica en Tel Aviv en 1961, Mehta es parte del paisaje cultural israelí. Condecorado con los principales galardones del país y homenajeado en universidades y conservatorios, ha podido combinar durante décadas su apretada agenda internacional al frente de prestigiosas filarmónicas (Viena, Berlín, etc..) con su trabajo en la ciudad mediterránea.

Siempre admirado por los israelíes que no olvidan por ejemplo su decisión de dirigir la Filarmónica en momentos dramáticos como en 1991 cuando el país fue objeto de un ataque de misiles Scuds por parte de Iraq.

El director de Bombay se declara enamorado de Israel al tiempo que no duda en criticar la política del Gobierno conservador en los últimos años. Sin ser tan duro como su íntimo amigo Daniel Barenboim, Mehta considera que Israel debe rectificar el rumbo al que se dirige en todo lo que concierne al conflicto con los palestinos desde la guerra del 67 en la que ocupó Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este.

«Cuando estoy en el extranjero defiendo a Israel. La primera cosa que digo a los críticos es que deben reconocer que es la única democracia en la región y por eso puedo decir lo que pienso de forma libre», comentó en una entrevista reciente al diario Yediot Ajaronot. Pero cuando conversa con israelíes, reconoce que es críticoy muestra su «profunda preocupación».

Pocos artistas israelíes y extranjeros pueden presumir de haber sido amigo de figuras clave en la historia de Israel como David Ben Gurion al que conoció en la boda de Barenboim, Ariel Sharon o Simón Peres. Todos ellos le admiraban. Pese a que con algunos de ellos como con Sharon mantenía intensas discusiones políticas.

«Me siento fenomenal y trabajo mucho pero 50 años es tanto tiempo… No sentí que pasaran los años», comenta. Ahora que dirige ya a la tercera generación de músicos de la Filarmónica, Mehta se retira. Hasta que entregue la batuta a su jovencísimo discípulo, el «Maestro» seguirá siendo el alma, rostro y cerebro de la formación israelí en su amada Tel Aviv y en el mundo. Hasta la última partitura. Hasta el último gesto para lograr la armonía.

Lahav Shani