A pesar del pequeño cambio que ha experimentado, el UNHRC sigue siendo una de las instituciones de la ONU menos esclarecidas (Foto: AP)
Traducido para Porisrael.org por Dori Lustron
La mayoría automática contra Israel en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas no va a cambiar. Pero el viernes pasado, el número de estados opositores y abstencionistas fue más alto que en los votos anteriores, por lo que Israel no debería apresurarse a renunciar al consejo por el momento.
Cinco resoluciones anti-Israel han creado una vez más, y con razón, un sentimiento que «el mundo entero está en contra de nosotros». Pero un examen meticuloso de la distribución de los votos en realidad apunta a un pequeño cambio positivo.
Ya sabemos que hay una mayoría automática contra Israel en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Esa es una situación dada. Pero el viernes pasado, el número de estados opositores y abstencionistas fue mayor que en los votos anteriores.
Una de las resoluciones, que condenó la ocupación en los Altos del Golán, fue apoyada por 25 países y se opusieron 24, y siete países se abstuvieron. Todos los países de la Unión Europea votaron en contra de la resolución y se les unieron países de América del Sur, Asia y África. Esto no ha sucedido en el pasado. En las resoluciones sobre el tema palestino, los países europeos se separaron y más países del Tercer Mundo se abstuvieron, más que en el pasado.
A pesar de este pequeño cambio, el UNHRC sigue siendo una de las instituciones de la ONU menos esclarecidas. Se trata de Israel más que cualquier otro organismo internacional, y el nivel de hipocresía ha alcanzado alturas que cancelan la necesidad de espectáculos de sátira.
«Cuando el Consejo de Derechos Humanos trata a Israel peor que a Corea del Norte, Irán y Siria, es el propio consejo que es tonto e indigno de su nombre», dijo en la declaración la embajadora de los EE. UU. Nikki Haley, reiterando la amenaza estadounidense de abandonar el consejo Ha sucedido en el pasado.
Antes del consejo, hubo una comisión que había elegido a Libia para dirigirlo. Fue tan ridículo que la ONU decidió reemplazar la comisión con un consejo. Pero los problemas se repiten a sí mismos. Los Estados Unidos renunciaron durante la era de Bush y regresaron durante la era de Obama. Y quién sabe, pronto podremos ver otra retirada de los EE. UU. del consejo.
Las instituciones de la ONU no están impresionadas por las amenazas de Estados Unidos, aunque se están realizando. Por ejemplo, se espera que los recortes presupuestarios de la UNESCO después de la retirada estadounidense afecten seriamente el presupuesto de la organización. Pero las resoluciones anti-Israel, por las que Estados Unidos se está retirando, no tienen ningún efecto sobre la mayoría automática. No hay mucha lógica allí.
No hay necesidad de apresurarse a abandonar el consejo, ya que no se reducirá el número de resoluciones contra Israel. El consejo ofrece un escenario abierto a organismos como la UN Watch, cuyos oradores se escuchan en todo el mundo y sirven al interés israelí.
Además, a pesar de la adopción de resoluciones hostiles, estamos viendo signos de cambio. Entonces no hay necesidad de darse por vencido. Debemos exponer las mentiras y la hipocresía. Y para ese propósito, al menos por ahora, Israel debe permanecer en el consejo y aprovechar el escenario que se le está dando.
https://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-5195307,00.html
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