Palestinos: el mejor camino hacia la paz

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, llamó a David Friedman, embajador de Estados Unidos en Israel, «hijo de perro» en un discurso televisado, el 19 de marzo de 2018. (Fuente de la imagen: captura de pantalla del video MEMRI)

Traducido para Porisrael.org por Dori Lustron

Desde hace décadas, los palestinos han interpretado las concesiones y los gestos israelíes como signos de debilidad.

Este hecho es importante tener esto en cuenta ya que la administración de los Estados Unidos se prepara para lanzar su plan de paz en el Medio Oriente, al que el presidente Donald Trump ha llamado el «acuerdo del siglo».

Un informe en el diario israelí Ma’ariv el 4 de mayo afirmó que el «acuerdo del siglo» exige colocar cuatro barrios árabes en Jerusalén bajo el control de la Autoridad Palestina. Los cuatro vecindarios, según el informe, son Jabal Mukaber, Essawiyeh, Shu’fat y Abu Dis. Ma’ariv escribió que los detalles del plan de paz de los Estados Unidos fueron presentados al ministro de Defensa Avigdor Liberman durante su visita a Washington la semana pasada:

«Los principios del plan de paz, que se presentaron a Liberman, incluyen, entre otras cosas, concesiones importantes y de gran escala por parte de Israel … Estados Unidos espera que Israel acepte el plan y acepte lo que los israelíes perciben como dolorosas concesiones «.

De ser cierto, las concesiones informadas que se le pide a Israel que haga como parte del «acuerdo del siglo» de la administración estadounidense no serán percibidas por los palestinos como una señal que Israel busca la paz. Como el pasado ha demostrado, los palestinos los verán como una forma de retirada y capitulación.

La Autoridad Palestina estaría feliz de asumir el control de los cuatro barrios árabes en Jerusalén. En lo que respecta a la Autoridad Palestina, cuanto más territorio entregue Israel, mejor. El territorio en Jerusalén es especialmente bienvenido ya que daría a la Autoridad Palestina un punto de apoyo en la ciudad. Un punto de apoyo, es decir, por mucho, mucho más.

Los cuatro barrios están a solo unos kilómetros de la Knesset, la Oficina del Primer Ministro y otros símbolos de la soberanía israelí. Por lo tanto, la soberanía palestina sobre los cuatro barrios tiene una importancia simbólica. No se equivoquen: los palestinos verán su presencia en los cuatro barrios como el primer paso hacia la redivisión de Jerusalén.

Los palestinos dirán que estas concesiones israelíes no son suficientes. Exigirán que Israel les dé control sobre los 28 barrios y aldeas árabes que se encuentran dentro de los límites del Municipio de Jerusalén y están bajo soberanía israelí. En otras palabras, la entrega de las cuatro comunidades solo estimulará el apetito de los palestinos y los impulsará a exigir más. Los palestinos argumentarán que Israel ha creado un precedente que debe ser seguido por más concesiones.

• Aquí, vale la pena señalar que la Autoridad Palestina exige la soberanía sobre todo Jerusalén oriental, incluida la Ciudad Vieja y el Muro de los Lamentos. Para ellos, la Ciudad Vieja y todos los lugares sagrados de Jerusalén pertenecen a los palestinos y todos deberían estar bajo soberanía palestina. Tomarán los cuatro vecindarios, pero eso solo será el comienzo. Peor aún, es probable que los palestinos utilicen los cuatro barrios como plataformas de lanzamiento para llevar a cabo ataques terroristas contra Israel para «liberar el resto de Jerusalén».

Consideremos lo que sucedió en 2005, cuando Israel se retiró unilateralmente de la Franja de Gaza después de expulsar a más de 8,000 judíos de sus hogares y destruir más de 20 asentamientos.

Incluso hoy, es difícil encontrar un solo palestino que considere la retirada israelí de la Franja de Gaza como una indicación que Israel quiere la paz. De lo contrario la «desconexión» israelí de la Franja de Gaza fue malinterpretada por los palestinos como una retirada frente a los atentados suicidas y los ataques con cohetes.

Para los palestinos, la retirada israelí de la Franja de Gaza fue percibida como una capitulación que envalentonó a Hamas y otros grupos terroristas. Estos grupos se atribuyeron el mérito de «sacar a los judíos de la Franja de Gaza» a través del terrorismo.

Si disparar a israelíes funcionó y obligó a los israelíes a retirarse, bueno: ¡Sigan haciéndolo!

No es de extrañar, entonces, que Hamas haya ganado las elecciones parlamentarias palestinas unos meses después. Hamas corrió en las elecciones de enero de 2006 en una plataforma que se jactaba de haber forzado a Israel a «huir» de la Franja de Gaza a través de ataques suicidas y cohetes.

En aquel entonces, los palestinos en la Franja de Gaza dijeron: «Esto es maravilloso, hemos matado a 1.000 judíos en cuatro años y estos judíos huyen de la Franja de Gaza, así que tenemos que seguir disparando contra ellos. Hoy huyen de Gaza. Franja. Mañana huirán de Ashkelon, luego de Ashdod, luego de Tel Aviv, y de allí al mar, y lograremos nuestro objetivo de eliminar a Israel «.

Huelga decir que Hamas y sus partidarios continuaron lanzando ataques contra Israel después de la retirada israelí a la frontera internacional. Realmente creían que la «desconexión» israelí no era más que una rendición frente a la violencia.

La conversación sobre una retirada israelí de partes de Jerusalén nos llevará de vuelta al escenario de la Franja de Gaza.

Primero, ningún palestino verá tal paso como un gesto positivo por parte de Israel.

En segundo lugar, ¿Por qué alguien pensaría que estos barrios no caerán en manos de Hamas y la Jihad Islámica palestina en el futuro?

Eso es exactamente lo que sucedió en 2005, cuando Israel entregó la Franja de Gaza a la Autoridad Palestina, que más tarde se escapó, y se la entregó a Hamas.

El calendario de las concesiones israelíes propuestas también es muy problemático. El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, su gobierno y asociados con sede en Ramallah participan actualmente en una campaña de incitación sin precedentes contra Israel.

Siguen difundiendo mentiras venenosas sobre Israel e incitan a su pueblo al odio y la violencia. Siguen recompensando a los terroristas y sus familias por matar y mutilar a los judíos. Siguen negando toda historia judía y conexión con la tierra, y están haciendo todo lo posible para deslegitimar y demonizar a los judíos.

Cualquier concesión israelí, particularmente en esta etapa, será interpretada por los palestinos como una recompensa a Mahmoud Abbas y su multitud, a quienes no se les exige que le den nada a cambio a Israel.

Apenas pasa un día sin que Abbas nos deje de lado, que él no es socio de ningún acuerdo de paz con Israel. ¿Es sabio recompensar a Abbas ahora que ha expuesto su verdadero antisemitismo ? ¿Es apropiado darle a Abbas un punto de apoyo en Jerusalén después de que recientemente afirmó que fue, según él, el comportamiento de los judíos, y no el antisemitismo, lo que causó el Holocausto?

¿Es apropiado y útil recompensar a Abbas en un momento en que se niega a suspender los pagos a los terroristas palestinos y sus familias?

Además, ¿Es apropiado y útil recompensar a Abbas y su Autoridad Palestina en un momento en que continúan incitando a su pueblo contra la administración estadounidense y sus asesores judíos, Jason Greenblatt, David Friedman y Jared Kushner? ¿La Autoridad Palestina merece ser recompensada por su incitación diaria contra la Embajadora de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley?

Hay un dicho en árabe: «Le escupieron en la cara, pero él lo llama lluvia».

¿Acaso los palestinos ya no han considerado el plan del presidente Trump como una «conspiración destinada a liquidar la causa palestina y los derechos nacionales»? ¿Por qué debería la administración Trump dar regalos a Abbas en un momento en que él y sus amigos están boicoteando a los funcionarios estadounidenses?

La administración Trump necesita entender que los palestinos ven a los EE. UU. Como un enemigo, no como un amigo. Darle el control a Abbas sobre cuatro barrios árabes en Jerusalén no avanzará la causa de la paz.

Ningún palestino saldrá a las calles para expresar gratitud a Israel. En cambio, tomarán las calles para intensificar sus ataques terroristas contra Israel con la esperanza de obtener más concesiones.

Abbas ha demostrado que no es diferente de su predecesor, Yasser Arafat. Al igual que Arafat, él tampoco reconoce el derecho de los judíos a la tierra, a ninguna tierra. Basta con mirar cualquier mapa actual de «Palestina»: es un duplicado exacto del mapa de Israel, pero con los nombres de algunas ciudades cambiadas.

Abbas no apunta al control de algunas áreas solo en Jerusalén. Para Abbas, como para Arafat, Israel es un gran asentamiento que debe ser eliminado. Para él, en sus propias palabras, Israel es un «proyecto colonial» que, según él, no tiene nada que ver con el judaísmo. Para él, los judíos no son más que los avariciosos prestamistas, parodiados en caricaturas, que se llevaron el Holocausto.

¿Es este un hombre que merece ser recompensado? ¿Es este un hombre que merece ser traído a Jerusalén? Abbas, y no Israel, debería pedir concesiones. Debería dejar de negar y distorsionar la historia judía; debería dejar de recompensar a los asesinos de judíos; debería dejar de predicar odio a su gente. Ese es el mejor camino hacia la paz.

Bassam Tawil es un musulmán radicado en el Medio Oriente.

 

https://www.gatestoneinstitute.org/12271/palestinians-peace-path