Traducido para Porisrael.org por Dori Lustron
Hay algo trágicamente instructivo sobre el comportamiento destructivo de los palestinos el viernes pasado, cuando por segunda vez en semanas consecutivas los alborotadores prendieron fuego al cruce de Kerem Shalom, el único punto de entrada para los bienes que viajan entre Israel y la Franja de Gaza.
En particular, los furiosos manifestantes atacaron las tuberias de combustible y gas que dan servicio al enclave, aparentemente sin pensar en la aguda escasez de energía que limita la cantidad de electricidad por hogar a solo horas por día.
Daños provocados en el cruce humanitario de Kerem Shalom por docenas de alborotadores violentos bajo los auspicios Hamas, 11 de mayo de 2018 (Unidad del Portavoz de las FDI)
A pesar de estar gobernado por el genocida Hamas, el gobierno israelí permite la transferencia diaria de cantidades masivas de asistencia el territorio, que abarca desde alimentos hasta suministros médicos y materiales de construcción, todo lo cual es pagado por organizaciones internacionales.
Un funcionario israelí que el fin de semana recorrió Kerem Shalom dijo a los medios locales que toda la delegación estaba, por lo tanto, «asombrada» por la destrucción, y agregó que los palestinos están «causando un desastre».
A este respecto, el Ministro de Defensa israelí, Avigdor Liberman, ordenó cerrar el cruce hasta el momento en que se reparen los millones de dólares estimados en daños y perjuicios. Al explicar la decisión de cortar el flujo de suministros, el IDF emitió una declaración afirmando que «Israel y muchos países alrededor del mundo trabajan para entregar bienes a los ciudadanos de Gaza, iniciativas que son prevenidas por las acciones de la organización terrorista Hamas».
No se puede culpar a nadie por suponer que, a la luz de sus niveles de vida, los habitantes de Gaza podrían querer evitar el vandalismo del único conducto para los recursos que, según afirman, necesitan desesperadamente. Además, uno podría esperar que los civiles que no participaron en el alboroto expresen un mínimo de enojo hacia los que sí lo hicieron, además de su principal patrocinador e instigador, Hamas, que parece empeñado en mantener a su propio pueblo derrotado como lo está en exterminar a Israel.
Estas dos realidades están, de hecho, intrincadamente interconectadas; la primera da lugar a las condiciones humanitarias utilizadas por el grupo terrorista para «justificar» su esfuerzo continuo por destruir el estado judío, lo que a su vez se manifiesta invariablemente en confrontaciones recurrentes, cada uno termina con un sufrimiento palestino aún mayor.
Y luego el círculo vicioso se repite.
«Hamas está tratando de desviar la atención del hecho que es un completo fracaso en términos de su gobierno de diez años en Gaza», enfatizó a The Media Line Emmanuel Navon, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Tel Aviv. «Siempre está tratando de incitar contra un enemigo externo que, según afirma, es responsable de todos los problemas de la población. Esto es,esencialmente, la manera de funcionar de todos los gobiernos autocráticos.
«Aunque es una estrategia completamente poco realista «, expuso,» Hamas continuará invirtiendo en la construcción de túneles y la obtención de armas en lugar de ayudar a su propia gente. Seguirán enviando mujeres y niños a la frontera para que los maten con fines de relaciones públicas, cuando, de hecho, Gaza podría convertirse en un área próspera «.
De hecho, el jefe de Hamas en Gaza Yahya Sinwar le dijo recientemente a un grupo de jóvenes palestinos que el 14 de mayo -la fecha de apertura oficial de la embajada de EE. UU. en Jerusalén- y el 15 de mayo – el día de Nakba, cuando los palestinos marcan la «catástrofe» del renacimiento de Israel en 1948, serán «dos días cruciales en la historia palestina».
No, fijate porque Hamás y la Autoridad Palestina se reconciliarán después de una división de una década ni tampoco porque esta semana marcará el comienzo de un proceso de negociación serio con Israel que podría terminar de manera realista con la actualización del estado palestino. Más bien, la noción de Sinwar de trascender es el llamado por parte de los gobiernos de Gaza y Cisjordania a la anarquía total, lo que predeciblemente conducirá a más muerte y destrucción sin hacer nada para avanzar en la causa palestina.
Sin embargo, Ahmad Majdalani, que sirve en el Comité Ejecutivo de la Organización de Liberación de Palestina, responsabilizó de manera preventiva a cualquier brote de violencia directamente sobre los hombros de Israel. «Los israelíes hacen todo lo posible para evitar que estas marchas se lleven a cabo», afirmó a The Media Line, y agregó que «las manifestaciones son extremadamente importantes porque envían el mensaje a toda la comunidad internacional sobre las circunstancias en los territorios palestinos y también muestran un compromiso con las medidas pacíficas.
«La OLP no está instando a su gente a salir y morir», dijo Majdalani, «sino a los palestinos a expresar sus opiniones». Luego, en una aparente contradicción, el funcionario concluyó describiendo el levantamiento palestino asesino de 2000-2003, conocido como la Segunda Intifada, «como una resistencia pública que tuvo un gran impacto a nivel mundial y también en la sociedad israelí».
De acuerdo con Brig-Gen. (res.) Yossi Kuperwasser, ex director general del Ministerio de Asuntos Estratégicos de Israel y actualmente investigador principal en el Centro de Asuntos Públicos de Jerusalén, «el objetivo final de las protestas es promover la narración que los palestinos son víctimas de todo el mundo- de los Estados Unidos, de Occidente en general, del colonialismo y el imperialismo y, ante todo, del sionismo,
«Sin embargo, el establecimiento de Israel no fue una calamidad y en realidad podría haber sido utilizado por los palestinos para tener una vida mucho mejor», explicó a The Media Line. «Israel está listo para cooperar y hacer florecer a Gaza, que fue el propósito de la retirada unilateral del enclave [en 2005]. Los invernaderos se dejaron para ayudar a los palestinos, pero lo primero que hicieron fue destruirlos».
Si bien es cierto que Hamas gobierna Gaza con puño de hierro y se esperaría que sofocara cualquier revuelta popular allí, también lo fue la Revolución Verde 2009 en Irán, un esfuerzo peligroso que sin embargo llevó a millones de ciudadanos a las calles en protesta por la tiranía de los ayatolas. Del mismo modo, las llamadas manifestaciones de la Primavera Árabe que barrieron el Medio Oriente en 2011 -principalmente en Túnez, Libia, Egipto y Siria- se vieron amenazadas, ya que los civiles desarmados intentaron derrocar a dictadores duros.
Por el contrario, los palestinos no parecen tener ningún impulso colectivo para movilizarse contra sus direcciones rivales, que han adoctrinado a sus respectivos públicos con un rabioso anti-israelismo para aislar a la clase política atribuyendo la culpa exclusivamente a la «ocupación».
Y mientras que Israel es parcialmente responsable de la situación de los palestinos, debería ser evidente que la asignación de fondos por parte de Hamás se destina casi exclusivamente a fines militares -en oposición a la construcción de infraestructura civil como hospitales e instalaciones de gestión de residuos- junto con las tendencias cleptocráticas de la Autoridad Palestina y la incapacidad de sentar las bases institucionales para la condición de Estado desde la firma de los Acuerdos de Oslo hace un cuarto de siglo, ha servido en conjunto para alejar a los palestinos de su objetivo aparente de independencia.
«Los palestinos deben decidir internamente si están dispuestos a superar sus divisiones y problemas o estar condenados a una situación caótica», afirmó Efraim Inbar, presidente del Instituto de Estudios Estratégicos de Jerusalén, a The Media Line. «Mientras continúen avivando las llamas del odio contra Israel y no estén preparados para el cambio, no podrán crear un estado».
Un pueblo que no es lo suficientemente consciente de sí mismo como para apreciar que hay un elemento de verdad en esto no puede avanzar, ya que para hacerlo debe aceptar el pasado reconociendo también las «catástrofes» históricas autoinfligidas, ya sean las de la AP. rechazo en numerosas ocasiones de propuestas integrales de paz y rechazo actual para entablar conversaciones renovadas o tres devastadoras guerras iniciadas por Hamas contra Israel en la última década.
Para los palestinos dar nueva vida a su proyecto nacional requiere la aceptación colectiva de la responsabilidad por las consecuencias de estas decisiones y acciones. Solo entonces podrán asumir la responsabilidad de un proceso de transformación que tiene como objetivo construir un futuro próspero, lado a lado con Israel, le guste o no.
El atrazo y el estancamiento del pueblo palestino, no tiene un solo nombre «ABASS Y JAMAS»,. El pueblo palestino no esta preparado para autogobernarse, es tierra fertil para ser manejado por un inepto, un imbecil, si estarian bajo un gobierno judio, serian hoy un pueblo culto, trabajador, pacifista, moderno, y progresista, pero el mundo y en especial el mundo arabe no lo entiende asi, pobres, ignorantes, primitivos, bajo el dominio de un grupo terrorista que los amordaza y les convence que su futuro es destruir a ISRAEL,aunque no tengan medios para hacerlo, mirando al cielo y clamando que ALA los salvara, seguiran siendo lo que son, un pueblo atrasado, sometido a vivir en la decadencia, bajo los pies de un grupo «terrorista, sin parspectivas de progreso ni de modernidad, son un «pais sin futuro, sin esperanzas.»-Sin luz en el horizonte.-