Hace varios meses que el Consejo de Seguridad, la Asamblea General, y todos los organismos de Naciones Unidas saben que el movimiento terrorista Hamás anunció públicamente que en mayo iba a enviar la mayor cantidad posible de habitantes de Gaza y miembros armados de sus milicias contra la frontera de Israel para derribar la frontera, entrar al territorio de Israel y atacar a poblaciones civiles que allí se encuentran (en las cuales viven una muy buena cantidad de uruguayos).
Este anuncio fue una proclamación de una violación del Derecho Internacional. No se necesita ser siquiera lego en la materia para tener claro que ningún país soberano puede permitir alegremente que se invada su frontera, y no sólo tiene derecho sino obligación de defenderla, porque debe proteger a sus ciudadanos.
¿Elemental? En todo el mundo, menos en este caso. Elemental fue cuando varios países europeos cerraron sus fronteras ante la desesperada intentona de los refugiados sirios de entrar como sea, escapando de la matanza de Assad y sus cómplices. Pero los refugiados no querían matar a nadie, simplemente salvarse. Igual, los europeos limitaron el “rompimiento” de fronteras.
Hamás anunció ataque y matanzas. Y nadie abrió la boca.
Ahora, cuando desde hace un mes, la frontera de Israel es agredida en lo que los hipócritas y los mentirosos llaman “manifestaciones pacíficas”, algunos reaccionan, pero no dicen nada que hace seis meses que se anuncia todo lo que está sucediendo.
Claudio Fantini, en su editorial publicado en El País del martes 15 de mayo, señala fuertes discrepancias con el enfrentamiento en la frontera entre Gaza e Israel. Sin embargo, igual escribe la realidad, que tanto le pesa reconocer a los que hacen la vista gorda o juegan a ser distraídos. Escribe Fantini: “…el casi medio centenar de muertos entre los miles de gazatíes que marcharon hacia la frontera, solo es funcional a Hamás y demás grupos extremistas que promueven la desaparición de Israel. Sin dudas, Hamás envía jóvenes y niños precisamente para que mueran baleados”.
¿Cuál es la “proporcionalidad” que hay que tener cuando miles de personas arremeten contra las frontera de un país soberano? Hamás reconoció públicamente que entre los muertos hay una decena de miembros de sus “milicias armadas”. Hamás reconoció, como lo demuestra Fantini, que lleva niños y adolescentes a la frontera, y, agregamos algo que también es público, que las familias reciben compensaciones económicas por ello. Se paga por morir.
El gobierno de Uruguay ha condenado la falta de proporcionalidad, ha dicho que las manifestaciones fueron en “zonas aledañas” a la frontera, y se ha solidarizado con las familias de los que intentaron entrar en territorio israelí.
El gobierno de Uruguay conoce Israel de norte a sur y de este a oeste. Sabe todo lo que sucede en Gaza. Conoce a los actuales y anteriores gobernantes. Sabe, como todo el resto de los países de ONU desde hace meses que los ataques no son en zonas aledañas sino contra la frontera para ir y tratar de matar entre otros a los uruguayos que allí viven.
La solidaridad es muy buena. Pero sólo cuando es seria.
Estos terroristas han de oler a Zorrilla