Salah al-Bardawil, un miembro de la Oficina Política de Hamás, dijo en una entrevista periodística que “en el último evento” (14 de mayo de 2018) habían muerto 62 “Shahids”, de los cuales 50 eran mártires de Hamás (aproximadamente 80%). También dijo que en los eventos que tuvieron lugar hasta el 14 de mayo (o sea, desde el inicio de los eventos de la “Gran Marcha del Retorno” hasta el 14 de mayo), un 50% de los muertos pertenecían a Hamás. Según al-Bardawil, estas cifras son oficiales. Además, el jefe de la Oficina Política de Hamás en la Franja de Gaza Yahya al-Sinwar reconoció que militantes de las Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam (el brazo militar de Hamás) habían participado en las marchas. Este inusual comentario de Salah al-Bardawil fue expresado en respuesta a una pregunta del entrevistador con referencia a la crítica dirigida contra Hamás acerca de que enviaba a la población civil a morir mientras que el movimiento “cosechaba los frutos”. Esta afirmación demuestra una vez más que en la “primera línea” de los manifestantes violentos de las “marchas del retorno” que intentaron sabotear la valla, atacar a solados de las FDI y abrirse paso violentamente al territorio de Israel se encontraban, vestidos de civil, los militantes de las organizaciones terroristas, especialmente de Hamás, quienes obedecían a la planificación y a las órdenes del liderazgo de Hamás.
Salah al-Bardawil
- Durante una entrevista periodística, se pidió al jefe de la Oficina Política de Hamás Salah al-Bardawil que respondiera a las críticas dirigidas contra Hamás según las cuales “los hijos de la población son enviados a morir [mientras que] Hamás cosecha los frutos”. La respuesta de Al-Bardawil a ello fue que en el “último evento” (es decir, las manifestaciones del 14 de mayo), murieron 62 shahids, de los cuales 50 eran mártires de Hamás y otros 12 de los muertos eran de otras organizaciones. Por lo tanto, según él, no era posible decir que “Hamás era quien cosechaba los frutos” en vista de que había pagado el precio más alto. Estas cifras, según él, son las cifras oficiales. También agregó que, en cuanto a los eventos que tuvieron lugar antes de ello [es decir, desde el 30 de marzo hasta el 14 de mayo], era posible afirmar que el 50% de los muertos eran de Hamás (entrevista al canal Baladuna al-I’lamiyah, 16 de mayo de 2018).
- El jefe de la Oficina Política de Hamás en la Franja de Gaza Yahya al-Sinwar admitió también que los miembros de las Brigadas Al-Qassam (el brazo militar terrorista de Hamás) habían participado activamente en las marchas, pero, según él, no habían hecho uso de las armas (entrevista otorgada a Al-Jazeera, 16 de mayo de 2018). Mahmoud al-Rantisi, un terrorista que estuvo encarcelado en Israel, se refirió en otra entrevista a la muerte de su hijo Ahmed al-Rantisi por disparos de las FDI el 14 de mayo de 2018. Según él, su hijo había participado en los eventos de la “Gran Marcha del Retorno” todos los viernes y había marchado siempre en las primeras filas. Dijo con orgullo que su hijo había sido un “guerrero de la Yihad” y un miembro de la Nahba (unidad élite de Hamás) (al-Quds TV, 15 de mayo de 2018).
El significado de las declaraciones
- Estas declaraciones y, en particular, las del alto funcionario de Hamás Salah al-Bardawil, son inusuales, puesto que Hamás había tratado hasta ese momento de silenciar u ocultar su papel central en las “marchas del retorno”, las cuales eran presentadas como una iniciativa popular. Estimamos que el objetivo de sus declaraciones fue el de rechazar las duras críticas internas que surgieron en la Franja de Gaza debido a la gran cantidad de personas que murieron en los eventos del 14 de mayo. La revelación del alto número de muertes de militantes de Hamás en comparación con el total de las muertes pretendía demostrar que Hamás había estado al frente de los disturbios violentos en la valla y de los intentos de infiltrarse a través de ella, y que era su movimiento quien había sacrificado el mayor número de shahids, y no los civiles residentes de Gaza.
Estimamos que, en vista de tal aprieto interno, Hamás estuvo dispuesto a pagar el precio en la diplomacia pública externa. De hecho, la declaración de Salah al-Bardawil y las conclusiones de las investigaciones (que siguen aún en curso) del Centro de Información contradicen claramente la falsa narrativa palestina que fue transmitida al mundo, incluyendo a los países occidentales, de que las FDI realizaron una “masacre” indiscriminada contra civiles inocentes e indefensos. El elevado número de militantes de Hamás que murieron demuestra que, en la mayoría de los casos, las FDI golpearon específicamente a terroristas, en especial militantes de Hamás. Estos militantes se encontraban en la punta de lanza de los manifestantes alborotadores que trataron sin éxito de infiltrarse en el territorio israelí violando su soberanía y que intentaron incesantemente atacar a los soldados del ejército israelí y a civiles israelíes.
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