El terrorismo de cometas de Hamas: una amenaza que requiere una respuesta decisiva

Traducido para Porisrael.org por Dori Lustron

El terrorismo de cometas de Hamas puede no ser una amenaza existencial, pero al convertir miles de hectáreas de tierras de cultivo en áreas silvestres y socavar la capacidad de Israel para proporcionar paz y seguridad a sus residentes fronterizos, representa una amenaza que debe eliminarse sin demora.

La configuración de Hamas de incendios forestales en miles de hectáreas de bosques naturales y tierras de cultivo en el lado israelí de la frontera de Gaza es una estrategia calculada y organizada. El inmenso daño causado a la propiedad, la vida silvestre y los recursos naturales está transformando gradualmente el área alrededor de la Franja en un desierto, minando la capacidad de Israel para proporcionar paz y seguridad a sus residentes.

El movimiento kibutziano hizo bien en exigir el fin de este nuevo modus operandi terrorista. Y aunque las reglas de enfrentamiento son, sin duda, prerrogativa exclusiva del Jefe de Estado Mayor, más que un tema de debate público, al exigir medidas, el movimiento kibutziano ha demostrado una vez más que en la aplicación de la soberanía estatal, especialmente en áreas fronterizas, hoy no es un sustituto de la constancia civil y aferramiento a la tierra.

Esto contrasta fuertemente con la retirada de al-Hama en abril de 1951 después  que una fuerza de Tzáhal que había sido enviada a patrullar una zona que estaba bajo soberanía israelí se encontró con una emboscada siria que mató a siete soldados. Si hubiera habido una comunidad civil allí, la retirada bien podría haber generado una protesta y una demanda de una respuesta militar más decidida. En este sentido, la demanda del movimiento kibutziano de una respuesta decisiva es emblemática del papel pionero tradicional de las comunidades fronterizas.

El manejo de Hamas de la lucha a lo largo de la valla muestra un grado impresionante de adaptación sistémica. Ansioso por evitar una guerra total y muy consciente de la necesidad de encontrar nuevos medios para sostener la lucha, Hamas se ha dado cuenta rápidamente del inmenso potencial del terrorismo de cometas. En el nivel físico, este método agota diariamente a las fuerzas de seguridad y de emergencia israelíes. En los niveles cognitivo y legal, las actividades, que en algunos casos son llevadas a cabo por niños pequeños, colocan a Israel en una posición política y diplomática difícil en el ámbito internacional.

Aunque el terrorismo de cometas se presenta como una amenaza directa a la vida humana, no se puede negar su alcance e importancia. La pregunta es: ¿Tiene derecho el estado a proteger sus bienes y soberanía solo en los casos en que existe un claro peligro para la vida humana?

La literatura talmúdica reconoció la singularidad de la frontera hace mucho tiempo y estableció reglas especiales que facilitaron su lucha por la existencia. Las regulaciones del sábado, por ejemplo, incluyen una estipulación especial que permite a los residentes de la frontera luchar en el día santo en defensa de sus propiedades. En las palabras de las Sagradas Escrituras: «Los ladrones que atacan judíos fronterizos en el día de reposo deben pelear aunque solo intenten robar paja y heno».

En otras palabras, incluso una cuestión menor que normalmente no implica una situación de salvamento se convierte en una amenaza para la vida cuando se aplica a las áreas fronterizas y, como tal, justifica la violación del sábado. Esto encapsula el ethos subyacente de la existencia fronteriza: aquellos que no pueden proteger su paja y heno tendrán dificultades para proteger sus vidas.

Moshe Dayan, como jefe de gabinete que planeó la estrategia de represalia de principios de la década de 1950, explicó la lógica de la acción de las FDI: «Los estados árabes no lucharán contra los infiltrados ni los castigarán a menos que encuentren que esto les interesa. . El ejército árabe se dará cuenta de la necesidad de luchar contra la infiltración solo cuando reconozca que robar una vaca en Ramat Hakovesh puede dañar a Qalqiliya y que asesinar a un judío en Ruhama pone en peligro a los residentes de Gaza «.

El robo de una vaca y la quema de un campo no son en sí mismos una amenaza existencial. Pero al acumularse en una masa crítica, representan una amenaza que ningún estado soberano puede permitirse dejar sin respuesta.

Una versión anterior de este artículo fue publicada en  Israel Hayom.

Maj. Gen. (res.) Gershon Hacohen es investigador sénior en el Centro Begin-Sadat de Estudios Estratégicos. Sirvió en el ejército israelí durante cuarenta y dos años. Él ordenó tropas en batallas con Egipto y Siria. Anteriormente fue comandante de cuerpo y comandante de las Fuerzas Armadas de las FDI.

https://besacenter.org/perspectives-papers/hamas-kite-terrorism/