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| sábado noviembre 16, 2024

Las muchas maneras en que los palestinos violan las leyes internacionales


  • Luego que la Asamblea General de la ONU votara para condenar a Israel el 14 de junio, 2018 por la forma en que manejó la violencia en la frontera de Gaza, es aún más curioso observar el deliberado desprecio por los graves y flagrantes crímenes ecológicos y ambientales cometidos por Hamás y los palestinos.
  • Dado que la Autoridad Palestina utiliza los eventos sucedidos en Gaza para llevar a cabo su propia campaña política y legal contra Israel en los organismos internacionales, esto hace que el liderazgo palestino sea cómplice de Hamás en la comisión de estos crímenes.
  • Al iniciar, alentar y apoyar la contaminación masiva de la zona fronteriza a través de un apilamiento organizado junto a la quema de neumáticos, el liderazgo palestino es responsable de crear repetidamente nubarrones cáusticos contaminados con carbón. Esta situación es perjudicial para la salud de los manifestantes civiles palestinos, así como también para los residentes de las comunidades israelíes en las cercanías de la frontera.
  • Los cometas y globos incendiarios han quemado grandes extensiones de tierra agrícola en Israel, han destruido cultivos y han puesto en peligro a los residentes israelíes. El dictamen de la Corte Penal Internacional define como crimen de guerra “la vasta destrucción y apropiación de propiedad, no justificada por las necesidades militares y llevada a cabo de manera ilícita y sin motivo alguno”.
  • Desde el punto de vista de la ley humanitaria internacional y las normas aceptadas de humanidad, el colocar a la población civil palestina y especialmente a mujeres y niños como escudos humanos, al frente de manifestaciones violentas y de ataques a la valla fronteriza para de esta manera ocultar la presencia de terroristas de Hamás es una violación a varios tratados internacionales que protegen a los chicos y prohíben su participación en conflictos bélicos.
  • La elaboración y el convertir cometas y globos adjuntándoles artefactos explosivos con la intención de que exploten al aterrizar o cuando sean hallados por la población civil israelí constituye una flagrante violación de las leyes internacionales humanitarias, en particular la Convención de 1997 para la Abolición de los Atentados Terroristas. Además, la Convención de Armas Tradicionales del 2001 prohíbe el uso de armas incendiarias.
  • El liderazgo palestino deben entender que su fijación en unirse a los tratados internacionales no es unidireccional. Esto implica responsabilidades solemnes por las cuales cumplir mediante obligaciones incluidas en tales tratados. La comunidad internacional debe hacer que el liderazgo palestino mantenga sus compromisos y no ignore sus violaciones a las normas y principios más fundamentales del derecho internacional.

Introducción

La comunidad internacional desató una nueva ronda de ataques contra Israel en la Asamblea General de la ONU el 14 de junio de 2018 por el tema de los disturbios y manifestaciones generados por Hamás a lo largo de la valla fronteriza entre Israel y la Franja de Gaza.

La organización terrorista Hamás que gobierna Gaza, con el dispuesto apoyo y cooperación de la Autoridad Palestina/OLP, en Ramallah, ha llegado a la conclusión que es un esfuerzo emprendedor contaminar el aire con neumáticos en llamas, volar cometas hacia Israel e incitar a civiles residentes de la Franja de Gaza, especialmente mujeres y chicos, a que participen en un ritual semanal de arremeter contra la valla fronteriza entre Israel y Gaza.

Mientras realizan la “Gran Marcha del Retorno”, el verdadero motivo de Hamás, tal como lo admite su liderazgo, es utilizar a civiles como escudos humanos para que los agentes de Hamás le sujeten artefactos explosivos a la valla fronteriza, lancen artefactos explosivos contra los guardias fronterizos israelíes y finalmente destruyan y violen la valla, penetren en Israel, ataquen a israelíes y “liberen Jerusalén”.

Esta guerra asimétrica continúa al mismo tiempo que una guerra mucho más convencional a través de cohetes, túneles de ataque y fuerzas especiales tales como comandos navales. Los túneles están a solo metros por debajo de las protestas en tierra.

Las dos operaciones ofensivas son llevadas a cabo simultáneamente y una complementa a la otra.

Cometa 1

Cometa

Imagen: Globo incendiario de Gaza – nada igual al globo estándar de las fiestas de cumpleaños (Prensa Árabe)

Manipulación de la comunidad internacional

Evidentemente, tal como lo demuestran las protestas internacionales contra Israel por reaccionar a estas manifestaciones hostiles, las imágenes de muertes y de palestinos heridos garantizan una cobertura mediática inmediata y máxima y una condena automática a Israel señalada por la Representante de Asuntos Exteriores de la Unión Europea Federica Mogherini, los líderes europeos, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la propia ONU y otros.

En este contexto, el liderazgo palestino literalmente se “ha subido a la carreta de Hamás”. Este participa activamente en su propia guerra diplomática a través de una campaña agresiva de relaciones públicas para acusar a Israel en los medios de comunicación internacionales y en los diversos organismos de la ONU, de crímenes de guerra y violaciones de los Convenios de Ginebra y en su manejo de la violencia en la valla fronteriza de Gaza.

El canciller palestino fue incluso enviado a reunirse con el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) para presentar una queja formal y solicitar se abra una investigación en contra de los líderes y comandantes israelíes.

El 1 de junio de 2018 Francia, Rusia, China, Suecia y otros apoyaron un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad patrocinado por Kuwait deplorando el uso “excesivo de fuerza desproporcionada e indiscriminada” contra civiles palestinos y condenaron el uso de balas y proyectiles disparados por las fuerzas israelíes contra manifestantes civiles. Estos buscaron hacer que la ONU actué para “garantizar seguridad y protección a la población civil palestina, incluyendo recomendaciones para crear un mecanismo de protección a nivel internacional”.

La llamada a la disposición inicial del proyecto de resolución de respetar las leyes internacionales sobre los derechos humanos y ley humanitaria internacional parecería ser aún más cínica ante las flagrantes violaciones por parte del liderazgo palestino y de Hamás a la ley humanitaria internacional y a los derechos humanos. Este es especialmente el caso con su uso voluntario y deliberado de mujeres y niños, la contaminación del medio ambiente, y la quema y destrucción de cultivos y de la producción agrícola.

A pesar de su fracaso en el Consejo de Seguridad debido a un veto estadounidense, esta resolución fue presentada posteriormente ante la Asamblea General de la ONU por Argelia, Turquía y el “Estado de Palestina”. La Asamblea se reunió el 13 de junio de 2018 en una renovada Sesión Especial de Emergencia: una sesión que desde 1997 ha permanecido abierta únicamente para adoptar resoluciones periódicas dedicadas para condenar a Israel.

Esta Sesión Especial de Emergencia adoptó la resolución por una mayoría automática de 120 estados que votaron a favor (incluyendo a Noruega, Suiza y Nueva Zelanda), 8 en contra y 45 abstenciones. Esta resolución no solo exime a Hamás de cualquier responsabilidad por su incitación, por los disturbios, las manifestaciones y las muertes, sino que claramente alienta tácitamente a Hamás y a otros a continuar, sabiendo que no pueden errar ante los ojos de la Unión Europea y de las Naciones Unidas.

En este contexto, la típica ceguera selectiva ante las realidades de la situación en Gaza quedó demostrada especialmente por la representante de la Unión Europea que, a pesar de las deslumbrantes realidades, eligió ver las actividades de Hamás como “protestas pacíficas” reutilizando la infundada falacia de que “Israel tiene que respetar el derecho a la protesta pacífica “así como también la tonta restricción de que Israel debe emplear” el uso de medidas proporcionales cuando proteger sus legítimos intereses en materia de seguridad”.

La Asamblea rechazó una enmienda de los Estados Unidos que propuso agregar el siguiente párrafo: “Condenas a Hamás por disparar repetidamente cohetes hacia Israel y por incitar a la violencia a lo largo de la valla, poniendo en riesgo las vidas de civiles, exige que Hamás cese todas las actividades violentas y acciones provocadoras, condene además la desviación de recursos en Gaza para construir una infraestructura militar, incluyendo túneles para infiltrarse en Israel y equipos lanzacohetes hacia áreas civiles, cuando tales recursos pudieran haber abordado las necesidades críticas de la población civil y expresar su profunda preocupación por la destrucción del cruce Kerem Shalom por parte de militantes en Gaza”.

A pesar de esta resolución claramente defectuosa, parcializada y unilateral junto a las declaraciones asociadas de líderes europeos y otros, es aún más curioso observar la indiferencia evidentemente deliberada por parte de todos los diversos líderes y organizaciones, a los graves y flagrantes crímenes ecológicos y ambientales generados, cometidos y apoyados por Hamás y los palestinos.

Palestinian protesters prepare kites with home made firebombs during clashes along the Israel-Gaza border, east of Gaza City, Gaza Strip, 20 April 2018. Palestinians are marching for the 4th week of a six-week long protest, along the Gaza-Israel border, to highlight the hundreds of thousands of Palestinian refugees who were expelled or fled their homes during the 1948 war that marked Israel's creation. Activists use kites with burning rags dangling from their tails to set ablaze drying wheat fields on the Israeli side. Photo by: Wissam Nassar/picture-alliance/dpa/AP Images

Imagen: Taller de elaboración de cometas en Gaza (Wissam Nassar/picture-alliance/dpa/AP Images)

La responsabilidad del liderazgo palestino

Mientras Hamás y la Autoridad Palestina dirigida por Fatah están en desacuerdo, la Autoridad Palestina está utilizando dicha situación para llevar a cabo su propia campaña política y legal en contra de Israel en los organismos internacionales. Esto hace que el liderazgo palestino sea un accesorio de Hamás en la comisión de varios crímenes humanitarios, ambientales y ecológicos.

Esto es aún más evidente debido a que desde enero, 2015 la Autoridad Palestina, bajo el atuendo del “Estado de Palestina”, ha sido aceptado por la comunidad internacional como un estado parte en muchas convenciones internacionales. El hecho amplifica la responsabilidad penal y la responsabilidad del liderazgo de la Autoridad Palestina y Hamás por la violación de las obligaciones a las propias convenciones de las que son parte.

Convenciones internacionales violadas por los palestinos

A pesar de la transparente y unilateral campaña de relaciones públicas palestinas, respaldada y alentada por los Estados árabes y alimentada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, los líderes europeos y la Unión Europea, es instructivo analizar los instrumentos relevantes del derecho internacional violados flagrantemente por los palestinos dentro del contexto de su organización, incitación, aliento y apoyo a los violentos eventos a lo largo de la valla fronteriza de Gaza.

Delitos ecológicos, humanitarios y de contaminación ambiental

Al iniciar, alentar y apoyar la contaminación masiva de la zona fronteriza con una polvorienta cáustica de carbón a través de la acumulación organizada y quema de neumáticos, el liderazgo de Hamás y la Autoridad Palestina es responsable de crear repetidamente nubarrones contaminantes de carbón. Esta acción es perjudicial para la salud de los manifestantes civiles palestinos, así como también para los residentes de las comunidades israelíes en las cercanías de la frontera.

hamas_gaza_2018

Imagen: Palestinos le prendieron fuego a neumáticos para proveer una cortina de humo a los terroristas que buscan violar la defensa fronteriza de Israel.

La táctica de la humareda contamina y envenena el medio ambiente y la atmósfera, haciendo caso omiso a las principales preocupaciones de la comunidad internacional sobre la protección del medio ambiente, tal como se expresa en tratados internacionales y resoluciones de diversos organismos involucrados en la protección del medio ambiente.

Si bien, el liderazgo palestino no tiene en cuenta estas normas ambientales y ecológicas claramente, lo que no es menos instructivo es el hecho de que ningún líder u organización internacional, ambiental u otro, ha encontrado necesario relacionarse con estas violaciones a la ley humanitaria internacional.

Terrorismo agrícola

Alentar, incitar y organizar a los palestinos, a construir, armar y volar cometas y globos incendiarios sobre territorio israelí es una flagrante violación a las normas ambientales y a los principios de la ley humanitaria internacional.

La manufacturación, distribución y lanzamiento de cometas incendiarios es parte de una táctica terrorista organizada por Hamás.

Esto va especialmente ante el objetivo declarado por Hamás de utilizar a estos aparentemente inofensivos cometas y globos para incendiar vastas franjas de tierras agrícolas en Israel, destruir cultivos y poner en peligro a los habitantes de pueblos y aldeas israelíes en las zonas fronterizas. Además, los informes sugieren que Hamás requisó gas de helio, suministrado por Israel, de los hospitales en Gaza para proveer sustentación a los globos.

 

Abuso de menores en violación a la ley humanitaria internacional

Desde el punto de vista fundamental de la ley humanitaria internacional y las normas aceptadas de humanidad, colocar a la población civil palestina y especialmente a mujeres y niños, al frente de las violentas manifestaciones y ataques a la valla fronteriza como escudos humanos para de esta manera ocultar la presencia de terroristas de Hamás es un acto cínico y una cruel violación y abuso a dichas mujeres y chicos.

Esto es una violación de varios tratados internacionales que protegen a los chicos y prohíben su participación en la guerra, del cual el “estado de Palestina” es parte y por lo tanto se compromete a implementar.

Violaciones por parte de los palestinos a los Acuerdos de Oslo

De conformidad con el Acuerdo Provisional Israelí-Palestino de 1995 sobre Cisjordania y la Franja de Gaza (comúnmente conocido como “Oslo 2”) y específicamente en el tercer anexo de ese acuerdo que trata con el tema civil, los palestinos están obligados a “actuar por la protección del medio ambiente y la prevención de riesgos, peligros y molestias ambientales, que incluyen todo tipo de contaminación del suelo, agua y aire“.

En este contexto, tanto Israel como los palestinos se comprometen “responder a eventos o accidentes que puedan generar contaminación ambiental, daños o peligros”, así como también “promover la conciencia pública sobre temas ambientales“.

Al alentar, organizar y apoyar abiertamente la contaminación atmosférica cáustica y la quema de infraestructuras agrícolas de Israel, los líderes palestinos, junto a Hamás, tienen plena responsabilidad por violar flagrantemente sus obligaciones de conformidad con los Acuerdos de Oslo.

Es sorprendente que los líderes de la Unión Europea, así como también Rusia, Noruega, Egipto y Jordania, todos los firmantes como testigos de los Acuerdos de Oslo, así como también las Naciones Unidas, que respaldaron los acuerdos, hayan considerado que no es apropiado ni suficientemente importante el intervenir ante los palestinos para prevenir tales violaciones a los acuerdos.

Por el contrario, han preferido hacerse la vista gorda ante estas violaciones palestinas y en su lugar acusar a Israel.

Crímenes de guerra por parte de los palestinos y violaciones de la ley humanitaria internacional – Estatutos de la Corte Penal Internacional

Los Estatutos de la Corte Penal Internacional definen como crimen de guerra y seria violación a las convenciones de Ginebra “la destrucción y apropiación extensiva de propiedades, no justificada por necesidades militares y llevadas a cabo ilícita y arbitrariamente“. Este considera como crímenes de guerra el “dirigir intencionalmente ataques contra la población civil” no tomar parte directa en las hostilidades como tales o contra individuos civiles“, así como también la destrucción de propiedad.

Los componentes de este crimen, tal como se establece en la documentación de la Corte Penal Internacional, incluyen la destrucción desenfrenada y extensa de tales propiedades y el “lanzar intencionalmente un ataque sabiendo que dicho ataque causará la pérdida accidental de vidas o lesiones a civiles o daños a objetos civiles o daños generalizados, severos y a largo plazo al ambiente natural, lo cual sería claramente excesivo en relación a la anticipada ventaja militar directa y concreta“.

Los ataques que causen muerte o lesiones a civiles o daños a objetos civiles “o daños generalizados, severos y a largo plazo al medio ambiente natural“, así como también “la destrucción de bienes no exigidos por las necesidades de la guerra” están claramente etiquetados como crímenes de guerra, especialmente cuando “el perpetrador sabía muy bien que el ataque causaría la muerte accidental o lesiones a civiles o daños a objetos civiles o daños generalizados y severos a largo plazo al medio ambiente natural y que dicha muerte, lesión o daño sería de tal magnitud que sea claramente excesiva en relación a la anticipada ventaja militar general concreta y directa“.

Violaciones adicionales al derecho internacional cometidas por el liderazgo palestino y Hamás en el contexto de sus actividades en Gaza incluyen la “destrucción desenfrenada de bienes, fuera del contexto en las necesidades de la guerra” y el “empleo de gases asfixiantes, venenosos u otros“.

Violación a la Convención contra Atentados Terroristas de 1997

Manufacturar cometas y globos junto a dispositivos explosivos con la intención de que estallen al aterrizar o cuando los encuentre la población civil israelí es una flagrante y traicionera violación de la ley humanitaria internacional, en particular la Convención en Reprimir los Atentados Terroristas de 1997.

Esta convención, a la que curiosamente los palestinos han optado por no convertirse en parte de ello, tipifica como delito en el derecho internacional la “entrega ilícita e intencional, la descarga o detonación de un explosivo u otro dispositivo letal dentro o contra un lugar de uso público, un establecimiento estatal o gubernamental, un sistema de transporte público o una instalación de infraestructuras con la intención de causar la muerte o lesiones corporales graves; o causar una destrucción extensa de un lugar tal, instalación o sistema, donde tal destrucción resulta o puede resultar en grandes pérdidas económicas”.

Cabe esperar que las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales que participan en la lucha contra el terrorismo consideren apropiado censurar y sancionar al liderazgo palestino respecto a la adopción y utilización de ese tipo de armamento ilegal.

Violaciones por los palestinos a la Convención de La Haya de 1907 respecto a las leyes y costumbres de guerra por la tierra

Ya que el liderazgo palestino se adhirió al Convenio de La Haya de 1907 el 2 de abril, 2014, que constituye uno de los mayores pilares en materia de leyes al conflicto armado, el apoyo palestino, estímulos y la participación activa en la violencia a lo largo de la cerca fronteriza de Gaza constituyen violaciones a esta convención e invocan una clara responsabilidad palestina. Esta convención le atribuye tal responsabilidad “no solo a los ejércitos, sino también a las milicias y al cuerpo de voluntariados“.

La convención prohíbe la utilización de armas venenosas o envenenadas y el uso de armas, proyectiles o material calculado para causar sufrimiento innecesario, así como también el atacar o bombardear “a través de cualquier medio”, ciudades, aldeas, viviendas o edificios que no se encuentren defendidos.

Violaciones a la Convención Sobre Armas Convencionales del 2001: Protocolo III sobre prohibiciones o restricciones al uso de armas incendiarias

El liderazgo palestino, adherido a este Protocolo bajo el nombre de “El Estado de Palestina” el 5 de enero, 2015 está sujeto por sus definiciones y prohibiciones y por ende, es responsable de violar sus disposiciones.

Bajo este Protocolo, un arma incendiaria es definida como “cualquier arma o munición diseñada principalmente para incendiar objetos o causar quemaduras a personas por la acción de las llamas, el calor o una combinación de estos, producida por una reacción química de un sustancia arrojada hacia el objetivo”. “Tales armas pueden tomar la forma de, como ejemplo, lanzallamas, gases fugases, proyectiles, cohetes, granadas, minas, bombas y otros contenedores de sustancias incendiarias“.

En sus disposiciones sustantivas, este protocolo prohíbe “hacer que la población civil, siendo estos, individuos civiles u objetos civiles, sean objeto de ataques con armas incendiarias”, así como también “hacer que bosques u otros tipos de plantas sean objeto de ataques con armas incendiarias excepto cuando tales elementos naturales sean utilizados para cubrir, esconder o camuflar a combatientes u otros objetivos militares, o sean estos objetivos militares“.

El hecho de que los palestinos sean parte de esta convención y su protocolo opcional impone una pesada carga de responsabilidad a los dirigentes palestinos y al liderazgo de Hamás por su participación en la iniciación y el apoyo al uso de materiales incendiarios en sus acciones contra Israel.

Violaciones por parte de los palestinos al Protocolo I de 1977 a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto, 1949 relativos a la Protección de Víctimas en Conflictos Armados Internacionales

Con el acceso de los palestinos a este instrumento el 2 de abril, 2014, estos se responsabilizaron totalmente por cualquier violación.

Por lo tanto, sus actividades a lo largo de la valla fronteriza de Gaza violan varias disposiciones de este protocolo, en especial el Artículo 35, que trata sobre la protección del medio ambiente natural, en el que prohíbe la utilización de “métodos o medios de guerra destinados o se espere causen un daño generalizado, severo y a largo plazo al ambiente natural“.

En su comentario oficial sobre esta disposición, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) agregó que “Está prohibido el uso de armas incendiarias en bosques y otros tipos de vegetación, a menos que estos constituyan objetivos militares u oculten objetivos militares“.

Además, “cualquier método o medio de guerra que fuese ideado para que cause, o pueda esperarse (aunque sin intención) que cause un grave daño al medio ambiente natural, incluso si este efecto es accidental, está prohibido“.

Refiriéndose a los peligros transfronterizos para los cultivos, la flora y la fauna mediante el uso de armas incendiarias, el comentario continúa declarando:

“Debido al aspecto transnacional de este problema, en particular, la prohibición es absoluta, incluso esta se sigue aplicando en ausencia de una amenaza directa para la población o la flora y la fauna del estado enemigo. Es el entorno natural en sí mismo que está siendo protegido. Es propiedad común y debería ser conservado para el uso de todos y ser preservado”.

En cuanto a la protección del medio ambiente natural, el artículo 54 del Protocolo prohíbe “atacar, destruir o inutilizar objetos indispensables para la supervivencia de la población civil, tales como alimentos, áreas agrícolas para la producción de alimentos, cultivos, ganado, instalaciones de agua potable y suministros y obras de riego, con el propósito específico de negarles su valor de sustento a la población civil“.

Abuso de chicos

Violaciones palestinas a la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989 y su Protocolo Facultativo del año 2000 sobre la participación de los chicos en los conflictos armados, así como también el Estatuto de la Corte Penal Internacional y el Protocolo I de los Convenios de Ginebra

Desde que el liderazgo palestino se convirtió en partido, el 2 de abril del 2014, ambos la Convención sobre los Derechos del Niño como su opcional Protocolo sobre la Participación de Chicos en los Conflictos Armados, se han comprometido a garantizar que los chicos menores de 15 años no tomen parte directa en las hostilidades y que “los grupos armados, distintos de las fuerzas armadas de un estado, no deben bajo ninguna circunstancia reclutar o utilizar en hostilidades a personas menores de 18 años“.

La prohibición al reclutamiento de chicos también figura dentro de la ley humanitaria internacional y muy específicamente en el Artículo 77 del Protocolo I de las Convenciones de Ginebra mencionado anteriormente, así como también en la enumeración de crímenes internacionales dentro de los Estatutos de la Corte Penal Internacional. Según el Estatuto, “reclutar o alistar a chicos menores de 15 años en las fuerzas armadas nacionales o utilizarlos para participar activamente en las hostilidades” es una “violación muy grave de las leyes y costumbres aplicables al conflicto armado internacional dentro del marco establecido del derecho internacional“.

El hecho de que Hamás publicita orgullosamente imágenes de miles de chicos soldados entrenados por Hamás en campamentos en diversas etapas de guerra y ceremonias de “graduación” que incluyen simulacros de ataques a bases israelíes junto a secuestrar y apuñalar soldados, asaltar a través de túneles y realizar carreras de obstáculos en el ejército, es altamente indicativo del flagrante abuso y desprecio por parte de los palestinos a sus propias obligaciones internacionales decorosas.

El hecho de que la comunidad internacional elija hacerse la vista gorda ante tal flagrante abuso de las normas internacionales fundamentales y que prefiere acusar a Israel es esclarecedor.

Conclusión

Al liderazgo palestino debe hacérsele entender que su fijación para unirse a los tratados internacionales como medio para amplificar su percepción a su condición de estado, no es unidireccional.

Esto implica responsabilidades solemnes para cumplir con las obligaciones incluidas en dichos tratados, así como también para prevenir activamente y asumir la responsabilidad por tales violaciones.

Una responsabilidad paralela recae sobre la comunidad internacional que ha acogido entusiasmadamente la adhesión de un estado palestino inexistente a decenas de importantes tratados internacionales como medio de mimar lo que estos consideran un liderazgo palestino “moderado”. Este “moderado” liderazgo palestino está actualmente alentando, apoyando, incitando y promoviendo la contaminación masiva del medio ambiente, el grave abuso de los derechos de los chicos y el extenso daño ecológico causado.

La responsabilidad recae en los estados racionales que mantienen el liderazgo palestino atado a sus compromisos, sin concesiones políticas y sin cerrarle la vista a sus violaciones.

La facilidad con que la comunidad internacional tan voluntariamente se asoció a una falsa narrativa palestina que le atribuye toda responsabilidad a Israel por la violencia generada por Hamás a lo largo de la valla fronteriza entre Israel y Gaza, aunque no es nueva, debería ser motivo de preocupación para todos.

Los líderes de la Unión Europea y otros miembros de la comunidad internacional deben dar un paso atrás para poder así ver la situación de una manera más realista ante las flagrantes violaciones por parte de los palestinos a algunas de las normas y principios más fundamentales del derecho internacional que la Unión Europea y demás líderes tanto aprecian.

 

Traducido por Hatzad Hasheni

 
Comentarios

Son ociosos palestinos terroristas no respetan al derecho aj

Solo gozan de hacer el mal , que gente tan depravada .

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