Pablo Rossi: “¿Sólo hubo ochenta y cinco muertos? ¿O se agregaron con el tiempo algunas otras más? La historia marcará que en el atentado a la AMIA murieron ochenta y cinco argentinos cuando explotó la bomba a las 9:53. ¿Es Natalio Alberto Nisman una víctima posterior y bastante reciente de una consecuencia que se mantuvo en el tiempo, de la consecuencia de la impunidad que sostuvo, una impunidad que se construyó y se mantuvo en la Argentina? El acuerdo con Irán, los pedidos de captura sobre los sospechosos, lo que ayer los directivos de AMIA le pidieron al presidente, la colaboración internacional”.
Santiago Kovadloff: “Después de 24 años lo que debió haber sido un duelo, es decir un padecimiento inscrito en el tiempo que a través del cumplimiento de la justicia pudiera ser atenuado mediante la clarificación de lo sucedido, lo que podría haber sido un duelo se ha convertido en un hecho crónico y por lo tanto de empantanamiento, de imposibilidad de inscribir en el pasado lo sucedido, porque lo sucedido sigue teniendo vigencia como evidencia de que Argentina es un país fuera de la ley. Nosotros no tendremos ningún porvenir mientras la justicia siga siendo una ausencia en la organización judicial de la Argentina. No puede ser que los gobiernos se sucedan evidenciando la impotencia que tienen para generar república. Y república quiere decir justicia y todo lo demás viene después. Mientras esto no suceda esto que llamamos Argentina es un conglomerado, no es una nación. Mientras los crímenes sigan impunes, lo que habrá desaparecido sumándose a los desaparecidos será la justicia y el porvenir”.
Pablo Rossi: Los políticos que se mantienen en silencio suben en las encuestas. El Gobierno tropieza con sus palabras, trata de recuperar el valor de la palabra para recuperar la confianza. Qué difícil es mantener con eso la memoria y pensar que con eso se puede reconstruir la justicia.
Santiago Kovadloff: “Es una patología, es la evidencia de la dificultad que tenemos para ser ciudadanos. La función primordial de la palabra en el marco de una democracia republicana es introducir claridad y debate. Mientras no seamos capaces de generar como sociedad una demanda de transparencia y una capacidad de brindarle a los conflictos que tenemos su justa ubicación, seguiremos siendo un delirio, no una nación”.
Pablo Rossi: ¿Cómo se conecta esa impunidad sostenida en el tiempo con la muerte de Nisman?
Santiago Kovadloff: “Nisman es el corolario del atentado que ocurrió en la AMIA, porque Nisman representa la tentativa de introducir lo sucedido en el campo de la transparencia jurídica. Y su asesinato es el asesinato de la justicia. Aquello que fue en principio un atentado criminal contra la Argentina y no solo contra una comunidad, (…) Nisman es la tentativa de sustraer al campo de la indiferencia nacional este problema mediante la reivindicación de la justicia. Su asesinato pone de manifiesto que el poder somete a la ley”.
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