Jonathan Nizar Elkhoury (26), nacido en Maryaiun, en el sur del Líbano, es uno de los miembros de la minoría ortodoxa griega de Israel, con un trasfondo singular. Es hijo de un ex oficial del Ejército del Sur del Líbano que huyó a Israel en el 2001 tras la retirada israelí de la zona. Él, sus padres y su hermano, viven desde entonces en Israel y son ciudadanos. “Salvo por la separación de la familia que está en Líbano, mi familia está muy bien en Israel y también están orgullosos de mi actividad”.
Es director de proyectos en la organización israelí “Reservistas en el Frente” (en hebreo “Miluimnikim bajazit). Jonathan fue el portavoz del Consejo de Emponderamiento Cristiano. Escribe y da conferencias sobre la situación de los cristianos y las minorías en Israel.
P: ¿Consideras que el problema en la nueva ley es la definición de Israel como Estado judío o el hecho que no se menciona a las minorías ni se dice explícitamente que se garantiza la igualdad entre todos los ciudadanos, independientemente de su religión?
R: Cuando David Ben Gurion leyó la Declaratoria de Independencia dijo “Proclamamos la creación de un Estado judío en la tierra de Israel, el Estado de Israel”. Una gran parte de las minorías en Israel reconocen que éste es el Estado nación del pueblo judío y que tiene el derecho de existir como tal en la tierra de Israel. No es necesario que en esta nueva ley se especifique también el tema de los derechos de las minorías dado que eso se refiere a un punto específico del carácter del Estado de Israel. Claro que no molestaría en absoluto que se agregue una mención al respecto, que confirmaría nuevamente por escrito lo que ya sabemos es la realidad.
Los derechos de todos los ciudadanos ya están anclados en la Ley Básica: Dignidad del Hombre y su Libertad y la Ley Básica: Libertad de Ocupación de 1992. La Ley de Nacionalidad señala explícitamente que el idioma árabe no se ve perjudicado por su promulgación (inciso 4 punto 3).Y también ancla la libertad de cultos de todas las minorías en el inciso 10.
P: ¿Crees que esta ley puede ser interpretada como algo meramente declarativo y que de hecho su trasfondo sea una competencia política entre el Primer Ministro Netanyahu y sus socios de coalición en el partido “El Hogar Judío”?
R: Esta es en efecto una ley declarativa sobre el carácter del Estado de Israel. Era necesario promulgarla para determinar por ley que el Estado de Israel es el Estado nación del pueblo judío y que eso no se puede desafiar constitucionalmente, como han intentado hacer los diputados árabes en el último período parlamentario diciendo que debe cambiarse formalmente la definición a “Estado de todos sus ciudadanos”.
P: Una pregunta que va más allá de la ley. Está claro que el gobierno actual es de derecha, de posturas nacionalistas .¿Acaso eso significa necesariamente que se discrimina a las minorías no judías? Te planteo esto porque yo personalmente, aunque siento que hay aún lo que corregir y mejorar, la diferencia entre la realidad israelí y la forma en que presentan a Israel sus enemigos, es enorme. ¿Cómo lo ves tú desde adentro?
R: Israel no es perfecto, tal como no lo es ningún país del mundo. Claro que hay que temas que corregir y mejorar. Pero la imagen que intentan dibujar los activistas anti israelíes, presentando a Israel como no democrático, como un país que no respeta a sus minorías, es equivocada, no es cierta. El Estado de Israel es la única democracia en Oriente Medio cuyas minorías están protegidas y gozan de igualdad de derechos. Es más: Israel puede ser un claro ejemplo para muchos otros países del mundo, no sólo de la región, en los que el trato de las minorías no es igualitario.
P: Sabemos con qué facilidad, cuando hay discusiones, se usa términos muy duros. Yo personalmente, suelo ser cuidadosa con ello. A pesar de ello, sí uso una palabra dura, citando lo que han dicho por ejemplo diputados árabes en la Kneset: ¿Crees que la nueva ley es una ley racista anti-árabe?
R: No, no creo que es una ley racista sino una ley que se refiere al carácter de Israel como Estado judío. Lo que hay de fondo es que en los últimos años, diputados del partido “La lista unificada”, han estado desafiando los fundamentos mismos de la existencia de Israel como Estado del pueblo judío, tanto en foros en el exterior como dentro de la Kneset. Una democracia se debe proteger y eso es lo que hace Israel.
P: En los últimos años hay tensión entre la definición de Israel como Estado judío-en la que está claro que hay ciudadanos no judíos con igualdad de derechos- y su definición como “Estado de todos sus ciudadanos”. Muchos ciudadanos judíos, no necesariamente gente de posiciones de derecha, rechaza esta última terminología, no porque no respeten a las minorías sino porque ven en esa frase un intento de borrar el carácter judío del único Estado judío del mundo. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
R: Hay gente que no está interesada en ver en Israel el Estado nación del pueblo judío y actúa para terminar con esa definición. Pero Israel es un Estado judío y democrático, que me protege a mí como miembro de una minoría y me permite vivir con plenitud como un ciudadano de iguales derechos. La definición de Israel como Estado judío no me perjudica a mí, como minoría, en nada, ya que es también un Estado democrático.
Éste ciudadano israeli de confesion cristiana, expresa a buen seguro un sentir mayoritario por parte de las minorias existentes en Israel, cuyos miembros al igual que él, se sienten protegidos en sus derechos, y en su especifidad religiosa, sin que el caracter judio del Estado de Israel, venga en ningun momento a contradecir tal hecho …
Israel ha sabido acoger y integrar admirablemente cada una de esas minorias a su tejido social y participativo, ahi están sino los drúsos y las distintas comunidades cristianas para evidenciarlo …