Ayer hubo una manifestación en la plaza principal de Tel Aviv en la cual participaron judíos de izquierda (incluyendo parlamentarios de Meretz, el editor dueño de Haaretz y otros) y varias decenas de miles de árabes israelíes, perdón, «palestinos que viven en Israel», como se llaman a sí mismos.
Hubo profusión de banderas palestinas y expresión a voz en cuello del slogan, «del rio al mar te liberaremos Palestina, con sangre y fuego».
El pretexto era protestar contra la ley Israel Nación Estado, pero el verdadero motivo era protestar contra la existencia de un Estado judío.
Personalmente, creo que la ley es justa aunque defectuosamente redactada. Es cierto que la ley no estuvo bien expresada. Debió haber dicho «Israel es un país judío y democrático, donde todos los ciudadanos, en forma individual, tienen los mismos derechos y las mismas obligaciones, pero, tal como lo establece el Plan de Partición de la ONU de noviembre 1947, Israel es un país que es la expresión del nacionalismo judío.
Yo la deseaba desde hace años, añadiendo aun más un cambio al nombre del Estado. En vez de llamarlo Estado de Israel, el nombre debe ser Estado Judío de Israel. Los hipócritas izquierdistas y antisemitas, extranjeros y locales se olvidaran de mencionar que Egipto (con diez millones de coptos) se llama Republica Árabe de Egipto, e Irán, donde hay musulmanes, bahai, zoroastros, cristianos, se llama la Republica Islámica de Irán. Hay numerosos otros ejemplos
Los árabes e izquierdistas exigen anular los símbolos judíos, y el derecho de los judíos al retorno a Israel. Exigen «igualdad» pero la rehúsan cuando se trata de «igualdad en responsabilidades». Entiendo que no quieren ser obligados a ser parte de un ejército que lucharía contra otros árabes, pero no hay excusa para negarse a contribuir al Estado, en sus propias poblaciones, haciendo servicio civil en colegios, hospitales, etc. Cuando se les ha sugerido que los jóvenes de sus poblaciones lo hagan se han negado indignados aduciendo «que se niegan a ser israelizados»
Yo pienso que la manifestación de los árabes de ayer fue un autogol, ya que han logrado convencer a cualquiera que no es izquierdista extremista, que la ley es necesaria e imprescindible para la existencia de Israel.
Los árabes han expresado con franqueza que no aprecian el hecho de ser ciudadanos israelíes, disfrutando de libertades y oportunidades que árabes en las 20 naciones árabes ni siquiera pueden soñar, y prefieren que no exista un Estado judío. Se han declarado ser una quinta columna.
Respecto a los judíos izquierdistas que marcharon con ellos, han demostrado una vez más que su ideología es más fuerte que su identificación con el pueblo judio.
La convergencia manifestada una vez mas, entre la izquierda israeli y la poblacion árabe de esa nacionalidad, no debe a estas alturas sorprender ya a nadie , y resulta lo suficientemente «reveladora» respecto al propósito que le mueve, y a la traicion que supone aliarse con los enemigos de Israel en cuestion tan sensible … la tal ha quedado pues nuevamente retratáda en su deslealtad, ausencia de rumbo y sentido de la responsabilidad …