Traducido para Porisrael.org por Dori Lustron
Lord Jonathan Sacks, el ex jefe de los rabinos británicos, se convirtió en la última figura pública importante en el Reino Unido para calificar a Jeremy Corbyn, el líder de extrema izquierda del Partido Laborista británico, como un «antisemita» el martes, ya que la disputa recientemente descubierta los comentarios de Corbyn sobre los «Sionistas» continuaron sin cesar.
En una entrevista con el semanario político británico The New Statesman , cuya versión completa aparecerá el jueves, Sacks criticó a Corbyn como «un antisemita» que ha «apoyado a racistas, terroristas y traficantes de odio«.
El último conflicto entre Corbyn y la comunidad judía surge de sus comentarios en una reunión de 2013 de un grupo pro palestino en Londres. El líder laborista, que todavía era un parlamentario de turno, afirmó que los «sionistas» nacidos en Inglaterra «no tenían sentido de la ironía inglesa» a pesar de «haber vivido en este país durante mucho tiempo, probablemente durante toda su vida».
A modo de comparación, Lord Sacks invocó uno de los discursos más infames pronunciados por un político británico en la época de posguerra, que para muchos británicos se ha convertido prácticamente en sinónimo de racismo e intolerancia.
«Las declaraciones recientemente reveladas por Jeremy Corbyn son la declaración más ofensiva hecha por un político británico de alto rango desde el discurso de Enoch Powell de 1968 ‘Rivers of Blood'», dijo Lord Sacks a The New Statesman . «Fue divisivo, odioso y, al igual que el discurso de Powell, socava la existencia de un grupo entero de ciudadanos británicos al representarlos como esencialmente extraterrestres».
En 1968, el fallecido Enoch Powell, un diputado conservador, provocó una tormenta cuando habló en la Cámara de los Comunes en defensa de la repatriación masiva de inmigrantes negros al Reino Unido. Durante ese discurso, Powell, un famoso estudioso de los clásicos, declaró que si se permitía que la inmigración continuara, «como el romano, parece que veo ‘el río Tíber espumeante con mucha sangre'».
El discurso de Powell -en el que también citó con aprobación al periodista antisemita Douglas Reed- posteriormente se hizo conocido como el discurso de «Ríos de sangre», y proporcionó el punto de partida para el ataque de Sacks contra Corbyn.
«Cuando [Corbyn] implica que, por mucho tiempo que hayan vivido aquí, los judíos no son completamente británicos, él está usando el lenguaje del antisemitismo europeo clásico anterior a la guerra», afirmó Sacks.
Sacks continuó: «Cuando nos desafían con tales hechos, cuya evidencia está ante nuestros ojos, primero niega, luego se equivoca y luego se ofusca. Esto es bajo, deshonesto y peligroso «.
Corbyn, advirtió Sacks, «ha legitimado la expresión pública de odio y, a donde él lidera, otros seguirán».
En otras secciones de la entrevista que preparó The New Statesman , el ex rabino principal observó: «Ahora, en la memoria viva del Holocausto, y mientras los judíos están siendo asesinados en otros lugares de Europa por ser judíos, tenemos un antisemita como líder del Partido Laborista y la oposición de Su Majestad. Es por eso que los judíos se sienten tan amenazados por el Sr. Corbyn y los que lo apoyan «.
Sacks argumentó que «durante más de tres siglos y medio, los judíos de Gran Bretaña han contribuido a todos los aspectos de la vida nacional. Conocemos nuestra historia mejor que el Sr. Corbyn, y hemos aprendido que el odio que comienza con los judíos nunca termina con los judíos. El abrazo de odio del Sr. Corbyn profana nuestra política y degrada el país que amamos «.
Las palabras duras de Sacks fueron rechazadas airadamente por un portavoz de Corbyn.
«Esta comparación con el hostigamiento racial Enoch Powell es absurda y ofensiva», dijo el vocero. «Jeremy Corbyn describió a un grupo particular de activistas pro-Israel como sionistas, en el sentido político preciso, no como un sinónimo o código para el pueblo judío».
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