“Chile puede ayudar a que se respete el derecho de Israel a tener su capital en Jerusalén”

Pocos lugares en el mundo concentran tanta atención e inspiran tantos sueños como Jerusalén, la milenaria ciudad santa edificada sobre colinas junto al desierto de Judea. Peregrinos y turistas del mundo entero transitan sus callejuelas a pie. Sus habitantes, judíos, árabes y cristianos se entrecruzan en una cotidianeidad por lo general tranquila, hasta que el conflicto hace de las suyas.

Por 70 años Jerusalén ha sido la capital del renacido Estado de Israel, y por más 3000 el centro espiritual del pueblo judío. Pero también los árabes palestinos reclaman su conexión con la parte Este de la ciudad, adonde esperan establecer la capital de su futuro Estado.

Por esta ciudad caminó días atrás el diputado chileno Mario Desbordes. Él es una personalidad con presencia casi diaria en los noticieros y que, como líder del Partido Renovación Nacional, cumple un rol central en la coalición del presidente Sebastián Piñera. Desbordes formó parte de un grupo de legisladores y comunicadores chilenos que visitaron Israel y la Autoridad Palestina entre el 25 de agosto y el 1 de septiembre, invitados por el Comité Judío Americano (AJC) y la Comunidad Judía de Chile.

El programa fue intenso e incluyó reuniones con funcionarios israelíes y palestinos, así como con especialistas en agricultura, reciclado y desalinización del agua, servicios de emergencias médicas, ciberseguridad y defensa. Poco antes de finalizar el seminario, Desbordes dialogó con AJC Latino sobre las experiencias vividas, sus impresiones y las oportunidades para incrementar la cooperación entre Chile e Israel.

AJC Latino: ¿Qué los trajo a Israel?

MD: Vinimos a conocer en terreno la realidad de Israel, la versión de la gente que aquí vive respecto al conflicto árabe-israelí. Vinimos a conocer los avances de Israel en tecnología, en el área de agricultura, producción de energía eléctrica, desalinización del agua, medicina… A eso vinimos.

AJC Latino: ¿Qué fue lo que más le impactó? 

MD: Son varias cosas. La primera indudablemente es el nivel de desarrollo que tiene Israel, lo que uno puede apreciar de manera bastante nítida en Jerusalén y, sobre todo, en Tel Aviv. Es un país muy moderno, equilibrado, con mucha inversión en investigación y desarrollo: un 4 por ciento del producto bruto interno es un porcentaje muy alto. Es un país de vanguardia a nivel mundial. En segundo lugar, que en las calles se respira normalidad, tranquilidad, pero así y todo los habitantes están atentos a la posibilidad constante de un ataque, de un atentado, lo que es lamentable.

Me impresionó también la conversación con el Dr. Khalil Shikaki durante nuestra visita a la Autoridad Palestina. Este especialista en estudios de opinión nos brindó una presentación exhaustiva del ánimo en las calles palestinas y su visión respecto a una posible solución del conflicto. Así también, me llamó la atención el pesimismo que observamos en Ramala, contrapuesto al optimismo que transmitió Elías Zanirini, el representante de la OLP.

Otra de las experiencias destacadas fue la oportunidad de analizar la situación geopolítica regional con el Brigadier General de Reserva Nitzán Nuriel, un experto en estudios estratégicos y lucha contra el terrorismo, justo en las Alturas del Golán, en la frontera con Siria. Esto tuvo una honda connotación y su análisis de los múltiples conflictos que atraviesan esta zona fue muy esclarecedor.

Otra vivencia que me marcó mucho fue la visita a un kibutz a pasos de la Franja de Gaza y conocer la experiencia cotidiana de la gente agredida y violentada. Aquí es donde un niñito de apenas 4 años murió por el impacto de un misil. Esa fue también una experiencia importante porque nos permite, cuando uno discute en Chile, tener una opinión bien fundada y una visión más completa de la compleja realidad que aquí se vive.

AJC Latino: Ahora en Chile la discusión entre la comunidad palestina y la comunidad judía está álgida. ¿Cómo ve esta situación desde Jerusalén?

MD: Lamentablemente, en Chile yo veo un sector -que no creo que sea mayoritario- de la comunidad palestina que está en una actitud extraordinariamente agresiva, llevando el conflicto a Chile, instalándolo en el Congreso y en diversas áreas de la sociedad. Los chilenos debemos buscar una solución. Lamento que la otra delegación de parlamentarios que vino a Cisjordania en paralelo a nuestro viaje [N. del A.: invitados por la Federación Palestina], no haya sido capaz de reunirse con autoridades del Estado de Israel. Los invitamos a tratar de hacer una reunión conjunta… pero no se pudo. Yo espero que aquellos sectores de la comunidad palestina en Chile que sostienen posturas agresivas puedan cambiar esa actitud, ya que conozco a muchos palestinos que están en una lógica bien distinta a lo que uno escucha. Ojalá que podamos entender que éste es un conflicto mucho más complejo de lo que se pretende y que la solución pasa por los habitantes de esta tierra.

AJC Latino: ¿Qué se puede hacer para que la relación de amistad entre Chile e Israel se profundice y prospere?

MD: Las relaciones entre Chile e Israel son muy estrechas. Han sido muy ricas desde hace muchos años. Chile puede, en los ámbitos internacionales, colaborar con su opinión para que se respete la existencia del Estado de Israel, sus fronteras y su derecho a tener la capital en Jerusalén. Al mismo tiempo, podemos ayudar a que el discurso internacional logre un acuerdo de paz con la lógica de dos Estados autónomos en este territorio. Pero con mucho trabajo colectivo y apoyo entre ambos Estados.

AJC Latino: ¿Qué le gustaría decir al pueblo chileno desde aquí, desde Jerusalén?

MD: Lo más importante es un llamado a reflexionar antes de opinar, a conocer la realidad antes de hacer grandes discursos… hay que escuchar. Ojalá que desde lo lejano que está Chile podamos contribuir a la solución del conflicto y no a exacerbarlo.

Patricio Abramzon es director asistente para medios en español de AJC.