Usuario con las pinzas nasales de NozNoz. Cortesía de Beck Medical.
Adva Beck pasó un momento incómodo hace unos años. Tuvo que escupir el pedazo de melocotón, su fruta favorita, que se había llevado a la boca cuando le dio un mordisco porque no podía saborearlo pues tenía congestionada al nariz.
Beck no tenía formación en biología o medicina pero el incidente le intrigó tanto que empezó a estudiar artículos científicos sobre cómo el olor afecta el apetito y el peso.
Su investigación la llevó a inventar y patentar NozNoz, que consiste de pinzas de silicona blanda y sin medicamentos para ayudar a quienes siguen una dieta. NozNoz desvía los olores mecánicamente de los receptores olfativos en la nariz.
“NozNoz es como unos lentes de contacto para la nariz”, dijo Beck, jefa ejecutiva de Beck Medical, compañía que lleva ocho años de establecida en Givat Ada, a las afueras de Tel Aviv. “Se ponen en la nariz por la mañana y se quitan por la noche. Son muy discretas, como si se tratara de un pequeño asistente en su lucha por bajar de peso. Lo que las hace únicas es que no lleva medicamentos y son autoadministrado”.
El doctor Dror Dicker, director de la clínica de obesidad en el Hospital Hasharon-Centro Médico Rabin en Petah Tikva, presidente de la Asociación Israelí para el Estudio de la Obesidad y copresidente del Grupo de Trabajo para el Control de la Obesidad de la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad, dirigió un estudio piloto del dispositivo.
“El doctor Dicker me enseñó que perder peso y mantenerlo son aspectos a los que uno debe poner atención diariamente, a lo largo de su vida, para lo cual la mayoría de personas necesita asistencia fisiológica diaria”, dijo Beck. “Actualmente no existe una solución mágica que funcione para todo el mundo. Cada persona tiene que probar hasta encontrar una solución que le dé resultado”.
Está a la venta en línea para clientes de la Unión Europea, Estados Unidos e Israel.
Beck dijo que estudios anteriores han demostrado que las personas con sobrepeso y obesas tienen, paradójicamente, menos capacidad de oler en general pero mayor sensibilidad a los olores de los alimentos. Esta sensibilidad estimula, o sobreestimula, el apetito cuando se expone al olor de la comida.
“El olor tiene una fuerte conexión con la función metabólica, el control del peso y las preferencias alimentarias”, dijo Beck. “Los olores de las comidas estimulan el bulbo olfativo, que estimula a una variedad de hormonas que controlan el hambre y la saciedad, la elección de alimentos y otros aspectos relacionados con el peso”.
El estudio de Dicker fue el primero en reducir deliberadamente la capacidad de olfato en humanos. Un estudio con ratones recientemente publicado demostró que la reducción del sentido del olfato cambiaba el apetito y las preferencias alimentarias. También activa un mecanismo interno útil para quemar grasa y no músculo y reduce el peso incluso cuando no hay cambios en los hábitos alimenticios.
Generalmente, dijo Beck, la pérdida de peso lleva a la pérdida de grasa y también de masa muscular. Si se recupera el peso, éste es solamente de grasa, por lo que altera más aún el balance entre grasa y músculo.
Treinta y siete personas usaron NozNoz de cinco a 12 horas diarias y otros usaron, a modo de placebo, gotas para la nariz de solución salina que les dijeron que mitigaría el apetito.
A todos los participantes se les sometió a una moderada dieta de reducción calórica y de pérdida de peso. Los que usaron NozNoz dijeron que redujeron de manera significativa el consumo de azúcar, edulcorantes artificiales y bebidas dulces en comparación con el grupo de control.
De entre todos los participantes menores de 50 años —la edad a la que el sentido del olfato comienza a mermar de manera natural— la pérdida de peso casi se duplicó en comparación con el grupo de control (8,3 kg. frente a 4,3 kg). Los participantes más jóvenes que usaron el dispositivo durante más de ocho horas al día perdieron un promedio de 10,1 kg durante la prueba.
Dicker presentó los resultados del estudio a principios de este año en el Congreso Europeo sobre la Obesidad en Viena. Se planean hacer más estudios.
“Debido a que NozNoz es un producto sencillo y seguro que puede ayudar a muchas personas en su lucha diaria por controlar el peso y comer saludablemente, lo ponemos ahora a disposición de los consumidores para usos de bienestar. Algunas personas se beneficiarán enormemente al usarlo a diario, mientras que otras no, tal y como ocurre con otras ayudas para perder peso”, dijo Beck.
La empresa ahora está investigando otros posibles usos que puedan ayudar a los diabéticos o a los que quieran dejar de fumar.
El mercado potencial es tremendo. La Organización Mundial de la Salud informó en 2016 de que más de 1.900 millones de adultos mayores de 18 años tenían sobrepeso (39% de los hombres y 40% de las mujeres) y que el 13% de los adultos (11% de los hombres y 15% de las mujeres) sufrían de obesidad. Un obeso es una persona que tiene un índice de masa corporal igual o superior a 30. Además, en ese mismo año, unos 340 millones de niños y adolescentes entre 5 y 19 años tenían sobrepeso o eran obesos.
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