Foto ilustrativa, por Honeyriko/Shutterstock.com.
Un sistema nanotecnológico creado en Israel para administrar fármacos anticancerígenos en niños ha demostrado que desacelera el crecimiento tumoral y prolonga la esperanza de vida en un 42% en ratones genéticamente modificados. El cáncer es la principal causa de muerte en niños mayores de un año en la mayor parte del mundo occidental.
El sistema cubre una necesidad hasta ahora no satisfecha, pues los tratamientos de quimioterapia existentes para adultos con cáncer no son particularmente eficaces en los niños debido a las diferencias en fisiología y en la forma en que las células cancerosas crecen y se diseminan. Es más, la quimioterapia convencional puede ocasionar severos daños a un niño enfermo.
Aunque los sistemas que administran nanopartículas dirigidas con alta precisión son prometedores en adultos con cáncer, los estudios con niños son muy limitados. El profesor Alejandro Sosnik, del Departamento de Ingeniería y Ciencia de los Materiales del Instituto Technion-Israel de Tecnología, en Haifa, junto con la estudiante de posgrado Alexandra Bukchin, usaron un ratón para probar el sistema para la administración del fármaco quimioterapéutico Dasatinib a niños en envases a nanoescala.
“El público para quien va dirigido es muy diverso fisiológicamente y, por lo tanto, es menos rentable económicamente para las compañías farmacéuticas”, dijo Sosnik, cuyo objetivo es el desarrollo de tratamientos especiales para niños con cáncer.
“Las diferencias entre niños de diferentes edades son enormes, y las compañías farmacéuticas no quieren invertir en investigación y desarrollo para edades tan cercanas. La fisiología de un niño es muy diferente a la de un adulto, por lo que el tumor se desarrolla de forma diferente y los efectos de los medicamentos en éste tampoco son iguales. Además, los ensayos clínicos, por razones obvias, rara vez se realizan en niños”, dijo.
Dasatinib se administra actualmente en forma de tabletas para inhibir la tirosina quinasa, enzima que actúa como interruptor para activar o desactivar varios procesos celulares. Puede detener el crecimiento del cáncer, pero su formato hace que no se libere de forma selectiva y afecta tanto a las células sanas como a las cancerosas.
Máxima eficacia sin causar daño
El sistema de Sosnik y su equipo del Technion tiene como objetivo administrar y llevar el medicamento sólo a las células cancerosas, maximizando así su eficacia sin dañar los tejidos sanos. Se compone de micelas poliméricas, nanoestructuras creadas por el autoensamblaje de polímeros en el agua y consideradas como método excelente para suministrar y llevar medicamentos debido, en parte, a su pequeño tamaño (de 10 a 300 nanómetros).
La principal innovación en la investigación de Sosnik es la adición de azúcar a la nanoplataforma. La célula cancerosa la identifica, consume el sistema de administración y libera el fármaco dentro de la célula e inhibe la actividad enzimática.
En el experimento de laboratorio inicial hecho por el grupo de Sosnik la eficacia del nuevo sistema redujo la dosis del fármaco necesario para matar in vitro alrededor del 90% de células de sarcoma, un tumor canceroso de músculos y huesos que representa alrededor del 10% de los tumores en niños.
En colaboración con el grupo de investigación del doctor Ángel Carcaboso del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, se demostró en vivo la eficacia del sistema usando ratones que portaban biopsias tumorales de pacientes pediátricos. El sistema incrementó la acumulación del fármaco en el tumor y prolongó la vida media de los ratones modificados de 19 días (del grupo de control) a 27.
“Espero que el sistema de administración que hemos desarrollado mejore la situación y sirva para suministrar una amplia gama de medicamentos contra el cáncer”, dijo Sosnik.
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