Captura de pantalla de un video difundido por el Likud
Algo después de las 17.00 hora de Israel se anunció que a las 20.00-momento de altos porcentajes de atención a los canales de televisión, al comenzar los noticieros centrales- el Primer Ministro pronunciaría un “anuncio dramático”. Los rumores comenzaron a circular rápidamente, como siempre en Israel.
¿Renunciará? ¿Logró un nuevo acuerdo con Hamas? ¿Qué dirá?
Se imaginó de todo. Pero bastante rápido se supuso que se trataría de algo relacionado a las investigaciones de las que ha sido objeto. Y así fue. La línea central, la misma a la que suele recurrir desde hace tiempo: dar a entender que todo el proceso en su contra es tendencioso, que la oposición de izquierda influye indebidamente sobre las instancias jurídicas y que lo persiguen.
Pero comenzó con una aclaración importante, que cabe ver como seguimiento de los videos que publicó días atrás, interpretados como una crítica directa al asesor legal del gobierno, que en su calidad de Fiscal del Estado es quien decidirá si presentar o no acusación en su contra. “En los últimos días ha habido una tormenta política”-comenzó diciendo Netanyahu en relación al debate al respecto. “Quiero dejar en claro: el sistema jurídico es una de las bases de la democracia israelí. Y se puede criticar a los tribunales así como se puede criticar a la Kneset (Parlamento) y al gobierno”. Luego, citando una de las frases acuñadas por el otrora Primer Ministro Menajem Begin, a raíz de una decisión del Supremo Tribunal de Justicia que había considerado justa y que había sido precedida por una gran discusión pública, agregó: “Hay jueces en Jerusalem. Así fue y así seguirá siendo”. Esta afirmación es interpretada como expresión de confianza en la labor de los jueces.
La apertura fue digna, pero Netanyahu no dudó en criticar la forma “tendenciosa” a su criterio, en que se lleva a cabo el proceso en su contra.
“Mi postura es que llamarme a una audiencia sin que yo pueda responder antes de las elecciones, es injusto. Esto no es un ataque al gobierno de Derecho sino un argumento legítimo”, recalcó. La referencia es una audiencia previa a la presentación de acusación, si es que se decide que ese debe ser el desenlace. Como “prueba” de la tendenciosidad en el proceso, reveló que él exigió enfrentarse a quienes prestaron testimonio en su contra –sus ex allegados que se convirtieron en testigos del Estado- y ello le fue negado dos veces. “Quería verles la cara y decirles la verdad de frente. ¿Por qué me lo negaron?¿Qué tienen que temer? Yo no temo a nada, no tengo qué esconder. Y por eso reitero mi exigencia de enfrentarme a esos testigos. Por mí, que sea en vivo, que el público vea todo escuche todo y sepa toda la verdad. Yo estoy seguro que tengo razón”.
El comunicado de Netanyahu fue transmitido en vivo desde su oficina. En los estudios de televisión, periodistas analizaban las distintas aristas del caso. En el canal 12 opinaron que Netanyahu “quiere abrir todo a los medios, directo al público”.Y recordaron que esos enfrentamientos, no son jamás ante cámaras, sino a puertas cerradas, como parte de la investigación.
Uno de los puntos centrales para él era recordar de qué se trata, qué es lo que se está investigando. “¿Sobres con dinero?”-preguntó retóricamente, en referencia implícita a los cargos por los que se halló culpable a su antecesor Ehud Olmert, que fue a prisión por corrupción. “¿Islas en Grecia?”, dijo aludiendo a sospechas en los tiempos del Premier Ariel Sharon, que no condujeron a nada. “¿Qué es lo grave? Reportes simpatizantes en los medios. Soy la figura más difamada en la historia del Estado ¿Y de mí dicen que recibí cobertura positiva?”.
El periodista Amnon Abramovich, que suele ser muy crítico con Netanyahu, recordó al Primer Ministro que a Begin lo llamaron “traidor” al igual que a Itzjak Rabin y que a Ariel Sharon lo tildaron de “asesino”, dando a entender que presentarse como el más difamado es una gran exageración.
El cierre del “anuncio dramático” de Netanyahu, quitó parte del valor de su mensaje de apertura, al dar a entender que el asesor jurídico del gobierno está expuesto a presiones de la oposición y que no las rechaza debidamente. “La izquierda sabe que no me puede ganar en la lucha sobre el camino a seguir ni en cuánto a los logros alcanzados. Por eso buscar otras formas de derribar al gobierno de la derecha, ejerciendo una interminable presión sobre el asesor jurídico del gobierno”-acusó.
Y a fin de fijar la imagen de que él es hoy el más capaz de defender los intereses de Israel, agregó: “Si yo propusiera volver a las líneas del 67 (A.J: en referencia a las fronteras previas a la conquista de los territorios en disputa en la guerra de los Seis Días), dividir Jerusalem y no cuidar la seguridad de Israel, esto terminaría. Pero no lo haré nunca. Continuaré con este impresionante trabajo que ha convertido a Israel en una fuerza ascendente en el mundo. Y buscaré la justicia y la verdad”.
Netanyahu comprende que se acerca el momento en que el Fiscal Avihai Mandelblit anunciará si decide o no acusarlo y mandarlo a juicio-y al parecer estima que la decisión será sí hacerlo-y quiere garantizar que la ciudadanía sea parte de la ecuación. Los sondeos continúan vaticinando que él será Primer Ministro también después de las elecciones del 9 de abril. Netanyahu intenta aprovechar al máximo el apoyo popular con el que cuenta por ahora, para quitar legitimidad a una eventual decisión de acusarlo antes que el pueblo vaya a las urnas.
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