Cuando el jefe del Estado Mayor del ejército y el líder del gobierno declaran claramente au responsabilidad por atacar objetivos iraníes en el extranjero, están enviando un mensaje claro.
Fue un fin de semana de revelaciones. El Jefe saliente de las Fuerzas de Defensa de Israel, Gadi Eisenkot, en sus entrevistas de despedida, finalmente confirmó que el ejército israelí había atacado a miles de objetivos en Siria. El domingo, el Primer Ministro reveló que Israel fue la responsable del ataque del viernes por la noche en Damasco. Este es un movimiento calculado. La decisión israelí de poner fin a la ambigüedad de sus ataques en Siria se basa – en principio – en los acontecimientos que suceden en Irán, donde se ha mantenido un animado debate durante casi un año sobre la medida en que la República Islámica debería involucrarse en conflictos fuera de sus fronteras ya que esto significa un gasto enorme.
Los partidarios de la injerencia iraní en todo el Medio Oriente: la asistencia que se le da a Hezbollah, a la Yihad Islámica Palestina y a Hamás son los ayatolás conservadores y los miembros de la Guardia Revolucionaria. Este grupo también incluye a Qassem Suleimani, el jefe de la Fuerza Quds de élite dentro de la Guardia Revolucionaria, que está directamente subordinado al Líder Supremo (espiritual y político) Ali Khamenei. El líder supremo apoya las acciones de Suleimani y aprueba los presupuestos para exportar la revolución islámica, que es la misión de la Fuerza Quds.
La oposición iraní a las operaciones militares y la actividad insurgente en el extranjero incluye al presidente Hassan Rouhani y a un distinguido grupo de ayatolás que lo apoyan, entre ellos los reformistas iraníes. Rouhani argumenta que Irán debe centrarse en los desarrollos militares y en los preparativos para los enfrentamientos que fortalecerían a Irán de manera estratégica, a condición que estas actividades tengan lugar dentro de las fronteras de Irán y no fuera de ellas.
Este campo liderado por Rouhani argumenta, además, que toda la empresa de construir un eje radical, incluidas las milicias en Irak, Hezbollah en el Líbano y los palestinos, no solo es una pérdida de tiempo, sino que desvía los recursos necesarios para reforzar la verdadera estrategia iraní.
Como tal, Rouhani apoya el programa de misiles balísticos de Irán y, en principio, el programa nuclear militar, pero exige una reducción drástica de la participación en el Líbano, Siria, Irak, la Franja de Gaza y Cisjordania. Debido a la oposición de Rouhani a estas actividades, los presupuestos asignados a Hezbollah, Hamás y la Yihad Islámica Palestina se han reducido, especialmente después que entraron en vigor las sanciones estadounidenses impuestas por el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Estas sanciones, que dependen de la decisión de Trump de abandonar el acuerdo nuclear mediado por Obama, incluyen, entre otras cosas, una prohibición parcial de las exportaciones petroleras iraníes, así como de las relaciones comerciales y financieras globales con Irán.
Es importante tener en cuenta que este debate interno es un factor importante para explicar las razones por las cuales Israel repentinamente decidió poner fin a la ambigüedad de sus operaciones contra Irán en Siria, la transferencia de armas de alta calidad a Hezbollah y el avance de los misiles y cohetes de precisión en Siria y el Líbano.
En una entrevista con The New York Times, el extrovertido jefe de personal Gadi Eisenkot dijo que Israel había llevado a cabo miles de tales ataques, la mayoría de ellos desde el aire, y otros con unidades especiales y misiles de superficie. El primer ministro Binyamín Netanyahu repitió este mensaje en la reunión semanal del gabinete el domingo, en parte tal vez porque Israel quiere asegurarse que el liderazgo iraní esté al tanto de las pérdidas y daños que están sufriendo en Siria bajo Suleimani y de los recursos que han gastado, en vano, tratando de atrincherarse allí.
Israel tiene una inteligencia y una ventaja aérea en la región, y esto llevó a la incapacidad de Suleimani para instalarse en Siria. De hecho, desperdició decenas o incluso cientos de millones de dólares en esta aventura. Sin embargo, nada de eso ha perjudicado su posición en Irán, lo que todavía le permite continuar sus planes para hacer de Irán y el Islam chiíta la verdadera potencia en el Medio Oriente.
Irán ya ha recortado algunos de sus presupuestos a representantes extranjeros, incluido Hezbollah, y el debate dentro del país continúa. Mientras tanto, Israel está tratando de mostrar a los diferentes campos iraníes cuál es la verdad. Israel tiene interés en hacer que los iraníes entiendan que estos esfuerzos de Suleiman, que Israel ha frustrado en los últimos años, cuestan enormes sumas, algo que recorta terriblemente el bienestar de su gente.
Como tal, Israel decidió que era hora de poner fin a su política de ambigüedad para que los iraníes finalmente sepan por qué los altos funcionarios de la Guardia Revolucionaria regresan a casa en ataúdes.
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