El brutal asesinato del adolescente israelí Ori Ansbacher ha vuelto a enfatizar el vasto abismo moral que separa a Israel civilizado de una cultura vecina bárbara que abraza el odio letal. Mientras que el nombre de la niña israelí asesinada, Ori, significa «Mi luz» en hebreo, el informe internacional sobre un judío asesinado una vez más descendió a la oscuridad inmoral total.
The Associated Press , por ejemplo, es uno de los principales medios de noticias del mundo . Hizo un esfuerzo adicional para deshumanizar a Ori Ansbacher haciendo hincapié en que provenía del «asentamiento» israelí de Tekoa. Tampoco había fotos de la niña israelí asesinada que acompañaba el informe. En cambio, AP mostró la foto de familiares de Hassan Shalabi, un joven de Gaza, que, según informes, murió el viernes en enfrentamientos con el ejército israelí. AP redujo escandalosamente a Ansbacher a un «colono» judío sin rostro, aparentemente indigno de cualquier simpatía.
Por el contrario, la familia de Shalabi se presentó en duelo en la foto. La agencia de noticias destacó que el adolescente de Gaza provenía del «campo de refugiados» de Nuseirat. Pocos periodistas internacionales, si es que los hay, se preguntan cómo Shalabi puede ser un «refugiado» cuando tanto él como sus padres, y probablemente también sus abuelos, nacieron y se criaron. Gaza Esto no es otra cosa que complacer a la propaganda antiisraelí profundamente arraigada que encubre la verdad .
Toda pérdida de vidas es lamentable. Sin embargo, las circunstancias de las muertes de Ori y Hassan son completamente diferentes.
Ori fue brutalmente atacada y asesinada mientras caminaba pacíficamente en un bosque. Ella no amenazó a nadie. Según informes, era una voluntaria de buen corazón en un centro infantil que amaba la poesía.
En contraste, Hassan fue asesinado durante violentos enfrentamientos organizados por islamistas que buscan la destrucción de Israel. Si Hassan no hubiera participado en la agresión fronteriza antiisraelí, todavía estaría vivo.
El letal antisemitismo de Hamas es en última instancia responsable de la muerte prematura del violento Hassan. También es responsable del brutal asesinato de Ori y de muchas otras víctimas de terror israelíes inocentes.
Ori de Israel y Hassan de Gaza simbolizan dos sociedades vecinas que no podrían ser más diferentes. Si bien Israel, como cualquier democracia, tiene sus defectos, el estado judío abraza la vida por encima de todo. Una típica adolescente israelí, Ori abrazó la vida y soñó con la paz. En contraste, los adolescentes en Gaza gobernada por Hamas y en los territorios gobernados por la Autoridad Palestina en Judea y Samaria crecen en una cultura que abarca el odio letal para los judíos y la supremacía islamista racista.
No hay equivalencia moral entre Hassan y Ori. Mientras Hassan fue asesinado por lo que hizo, Ori fue asesinada por quién era ella. Hassan fue asesinado mientras participaba en una violenta agresión fronteriza contra Israel. En contraste, Ori fue asesinada por ser ella: una judía que vive en paz en la patria judía.
El hecho de que no se pueda encontrar nada sobre el asesinato de Ori en algunos de los otros sitios de noticias principales, como la CNN y la BBC, lo dice todo sobre su intolerancia contra Israel
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