Durante la semana pasada, una noticia escandalizó a los venezolanos, claro que luego, la misma se diluyó con el colosal apagón que hasta el momento, unas 130 horas, sin electricidad o servicio intermitente en todo el territorio nacional, que nos sume en un estado de desesperación, pues es invivible la tragedia que enfrentamos los venezolanos sin lo más básico.
Una delegación de 15 médicos palestinos llegó a Venezuela invitada por el régimen de Nicolás Maduro para “apoyar” en las labores de los hospitales locales. El ministro de Salud venezolano, Carlos Alvarado, recibió a los médicos palestinos a su llegada al aeropuerto “Simón Bolívar” y explicó que vinieron como parte de la cooperación bilateral entre Venezuela y los palestinos. Supuestamente, los aparentes médicos que vinieron a pasar una temporada en Venezuela, son cirujanos, traumatólogos, anestesiólogos y ginecólogos. Según el ministro de Salud, esta es solo la primera de varias delegaciones que llegarán para atender este particular.
Recordamos que la Autoridad Palestina reconoce al régimen de Nicolás Maduro y su canciller, Riad al-Malki, fue uno de los pocos representantes internacionales que estuvieron presentes en la fraudulenta juramentación de Maduro, el pasado 10 de enero.
Diferentes organismos médicos de Venezuela rechazaron a estos palestinos, presuntos profesionales de la salud, pues no trajeron credenciales que prueben que realizaron estudios que los acrediten y mucho menos, no tienen cómo demostrar la experiencia en un asunto tan delicado como el manejar la salud de los pacientes venezolanos. Además, la realidad indica que más que médicos, en Venezuela son prioritarios múltiples medicamentos, insumos y dotación médica. Por ejemplo: la cuenta de Twitter de “Médicos Unidos Vzla” publicó: “Rechazamos presencia mediática de supuestos ‘médicos’ palestinos con especialidad quirúrgica cuando la realidad es que cerca del 80% de quirófanos están inoperativos, en igual proporción hay fallas de insumos médico quirúrgico, fallan plantas eléctricas y no hay desinfectante”.
Buenas preguntas: ¿Quiénes son estos “médicos” palestinos? En realidad, ¿A qué vinieron a nuestro país? ¿Son parte de una inútil propaganda o hay algo más?
Estamos muy acostumbrados a las permanentes mentiras de los funcionarios de los que fueron gobiernos de Chávez y Maduro. Ya, nadie puede creerles nada ni siquiera los más ingenuos. Los venezolanos hemos perdido mucho en estos aterradores 20 años debido a la indolencia de estos criminales, incluyendo nuestra salud. Todo indica que el gobierno palestino tiene un comportamiento análogo y se juntaron ambas bandas inescrupulosas. Con razón no están dispuestos al diálogo de paz con un país tan próspero y productivo como lo es Israel; bastante hemos oído de las enormes fortunas del difunto Arafat y de Abbas, también amasadas a la sombra de la ciclópea corrupción, por lo que tampoco podemos tener confianza en los dirigentes palestinos.
Evidentemente, por decir lo menos, este es asunto sumamente sospechoso. Desde la era Chávez, a cuenta del erario nacional, jóvenes palestinos se instalaron en Venezuela para estudiar “Medicina Integral Comunitaria” en la Escuela Latinoamericana de Medicina “Dr. Salvador Allende” de Caracas. Llenaron de propaganda los medios manejados por el régimen. Estos jóvenes declararon su gratitud pues regresarían a “Palestina” a cuidar de la salud de su pueblo. En 2014, ya en tiempos de Maduro, unos 120 jóvenes palestinos fueron traídos a nuestro país a fin de integrarlos al “Programa de Becas 2014 Yasser Arafat” coordinado por la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho (Fundayacucho). El número de muchachos palestinos en nuestro país es tan significativo que organizaron la Unión General de Estudiantes Palestinos en Venezuela. Puede ser que algunos de estos “turistas” estudiaron de verdad, pero otros realizan actividades desconocidas y siempre se los ve en las manifestaciones de todo tipo, especialmente en las convocadas por individuos ligados al régimen que promueven campañas antijudías y en contra del Estado de Israel.
Luego, en 2015, los “estudiantes” se alzaron, protestaron y pretendieron regresar a sus casas; por sus declaraciones podemos deducir que las becas no alcanzaban o, como es la costumbre de los malandros gobierneros, se olvidaron de esos jóvenes y nunca más les llegó ningún dinero para mantenerse. Maduro tuvo que recurrir a Abbas, al parecer les prometieron algo “contante y sonante”, y no volvimos a escuchar de esos problemas.
Otro punto, en agosto de 2014 se mandó la primera carga de ayuda venezolana de 12 toneladas, entregada a la Media Luna Roja “en medio de los infames ataques militares de Israel contra la población civil de Gaza”. En septiembre de 2014, Venezuela mandó dos aviones más con 1,3 toneladas cada uno, de ayuda a Gaza. Era la época de la Operación Escudo Protector. Es decir, en tiempos en que la carencia ya se sentía en Venezuela, el régimen madurista envió ayuda a la Franja de Gaza, gobernada por Hamas, un movimiento terrorista que esclaviza a su población.
Un asunto sorprendente ocurrió en mayo de 2016, la embajadora palestina, Linda Sobeh Ali, informó que mediante una empresa binacional se establecerán en nuestro país 14 plantas para producir fármacos e implementos de salud. Declaró: “Estaremos formando un complejo farmacéutico en el que participarán expertos palestinos y se generará, mil empleos por fábrica”. Aseguró que no sólo cubrirán la demanda nacional, sino que, además, tienen la visión de exportar a Mercosur y el Caribe. Señaló que los palestinos tienen 50 años de experiencia en producción de medicinas. Aseguró que el proyecto completo podría estar concretándose en unos 16 meses; y, mientras se avanza en la construcción, “Palestina” exportará fármacos a Venezuela a precios justos. Demás está aclarar que ni trajeron medicamentos hechos en “Palestina” ni colocaron el primer ladrillo de las plantas farmacéuticas. La verdad es que la señora Sobeh podría ser guionista de Pallywood. Hace pocos meses, en plena agudización de la falta de comida y medicamentos, la diplomática intentó repetir ese mismo show.
Cabe señalar que, Linda Sobeh Ali se desempeña como embajadora de la Autoridad Palestina en Venezuela desde 2012, en donde actúa como un ministro del gabinete de Maduro; participa en numerosas actividades nacionales. Adicionalmente, utiliza las edificaciones y estructuras estatales a su antojo. Nos preguntamos: Según las leyes de la Autoridad Palestina ¿Cuántos años una diplomática puede estar en funciones en un mismo país? Sobeh ya está en Venezuela, unos siete años…
En mayo de 2018, estrenando su deslumbrante avión, Abbas visitó Venezuela; en su reunión con Maduro agradeció por el apoyo a los estudiantes palestinos becados para cursar medicina integral, ingeniería y otras carreras, y por la construcción del Hospital Oftalmológico Hugo Chávez en Ramallah, el cual “será puesto en servicio muy pronto”, pese a las enormes privaciones de los venezolanos.
La relación entre dos regímenes totalitarios no es nueva y como en todas las dictaduras, estos nexos son muy oscuros.
***Sara Wolf
Porisrael.org
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