La comunidad científica del mundo sabe desde hace tiempo que el calentamiento global es causado por emisiones artificiales en forma de gases -lo que produce el “efecto invernadero”- mientras que el enfriamiento del planeta es consecuencia de la contaminación atmosférica por culpa de los aerosoles.
En un nuevo estudio de la Universidad Hebrea de Jerusalén publicado en la revista Science, el profesor Daniel Rosenfeld argumentó que las partículas que generan el enfriamiento global por medio de los aerosoles han sido subestimadas.
Los aerosoles son partículas diminutas de muchos materiales diferentes que se mezclan con el aire, como el polvo y los gases de los escapes de los autos. Y refrescan el ambiente al mejorar la capa de nubes que refleja el calor del sol de regreso al espacio.
Rosenfeld afirmó que sus conclusiones hacen necesario recalcular los modelos de cambio climático para predecir con más exactitud el calentamiento global.
Junto a su compañero Yannian Zhu del Instituto Meteorológico de Shaanxi (China), desarrollaron un nuevo método que usa imágenes satelitales para calcular el efecto de los vientos verticales así como las nubes de aerosoles. Hasta ahora, era imposible separar los efectos de los vientos crecientes -los que crean las nubes- de los efectos de los aerosoles, que determinan la composición de las nubes.
Al usar esta nueva metodología, Rosenfeld y sus compañeros fueron capaces de calcular con exactitud los efectos de la refrigeración de los aerosoles sobre la Tierra. En ese sentido, descubrieron que este resultado es casi dos veces más alto del que se pensaba.
¿Buena o malas noticias?
Pero este descubrimiento no significa que podemos dejar de preocuparnos por el calentamiento global. Rosenfeld tiene varias teorías sobre por qué las temperaturas crecen a pesar del efecto de los aerosoles.
“Si los aerosoles de verdad causan un efecto de refrigeración mayor que el que se estimaba, entonces el efecto calentador de los gases de invernadero también ha sido mayor del que pensamos ya que permite que las emisiones gaseosas superen al efecto de enfriar que tienen los aerosoles”, explicó el científico.
Otra hipótesis para explicar por qué la Tierra se está calentando a pesar de que los aerosoles enfríen el ambiente es que estos son absorbidos en profundidad por las nubes a unos 10 kilómetros por encima de la Tierra.
La Agencia Espacial de Israel y el Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia han formado un equipo para desarrollar nuevos satélites capaces de investigar a fondo estas nubes. Y Rosenfeld es su principal investigador.
La conclusión es la misma: según el especialista, las predicciones climáticas globales no tienen en cuenta los efectos significativos de los aerosoles sobre las nubes en referencia al balance energético total de la Tierra.
Actualmente, los científicos predicen el aumento de entre 1,5 y 4,5 grados de temperatura para finales del siglo XXI. Por suerte, las conclusiones de Rosenfeld pueden ayudar a proporcionar un diagnóstico más exacto para saber cuál será el pronóstico del clima de la Tierra en los próximos años.
La financiación para el estudio provino de la Fundación de Ciencia de Israel y la Fundación de Ciencias Naturales de China.
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