El Dr. Yoaz Hendel (43) , es uno de los redactores de la plataforma del nuevo partido “Kajol Lavan”, en cuya lista es uno de los candidatos a la Knesset en estas elecciones.
Historiador y periodista de prensa escrita y radio, conferencista y ex catedrático en la Universidad de Bar Ilan, donde dictó cursos sobre terror y guerrilla. Director del Instituto de Estrategia Sionista. Se define como parte de la “derecha liberal” o “nacionalista liberal” y considera imperioso un cambio. Y tiene la particularidad de haber trabajado con el Primer Ministro Netanyahu.
En agosto del 2011 fue nombrado como su jefe de Comunicaciones y Diplomacia Pública y al año siguiente fue incluido en el equipo de negociaciones con los palestinos en Jordania. Renunció a su cargo en febrero del 2012, en relación a las diferencias con Netanyahu, por el caso de Natan Eshel, cercano colaborador del Primer Ministro, sobre el que Hendel reportó al Fiscal General del Estado en relación a sospechas de acoso sexual a una funcionaria en la oficina.Lo mismo hizo Zvi Hauser, que había sido secretario de gabinete de Netanyahu. Netanyahu criticó que hayan reportado sin notificarle a él. Ambos renunciaron y ambos son hoy candidatos en la lista de Beni Gantz.
En octubre del 2012 Yoaz Hendel recibió el título “Caballero del Gobierno de Calidad” en la categoría Mantenimiento de un Gobierno de Calidad e Integridad, por la revelación del escándalo de Natan Eshel. Al año siguiente fue distinguido con el Premio de Excelencia Social del movimiento Ometz.
P: ¿Cómo te sientes Yoaz faltando ya tan poco para las elecciones?
R: La verdad es que la sensación es muy buena, pero me refiero a algo que no está relacionado sólo a victoria electoral. Personalmente estimo que ganaremos, pero esto es por cierto subjetivo .Cuando digo que me siento muy bien es porque por primera vez vemos un grupo muy grande de israelíes, quizás el más grande hoy, que quiere que devolvamos a Israel a lo que era, a sí mismo. Un Israel en el que podamos estar orgullosos de nuestro liderazgo , que sea un liderazgo que sirva de ejemplo y no sea símbolo de corrupción. Un Israel en el que podamos discutir los temas políticos pero sin odiarnos, sin llamar a nadie de traidor y enemigo. Un Israel en el que podamos luchar juntos contra los enemigos de afuera.
Queremos un Estado en el que la aspiración es a una sociedad ejemplar, en la que estemos orgullosos de nuestras instituciones, donde el ethos sionista con el que soñaron nuestros padres sea el determinante en la vida diaria, no los sectores marginales que imponen odio a los demás. Queremos un Israel de nacionalismo sano que exprese amor por la tierra, no un nacionalismo que promueva el odio a los demás. (A.J: En hebreo, Yoaz utilizó para lo primero la palabra “leumiut” y para lo segundo “leumanut”. La diferencia entre ambas es la connotación negativa de la segunda, que incluye un tono extremista).
P: Con esta introducción, entiendo que pase lo que pase en las urnas, ya sientes que hay motivos para ser optimista.
R: Soy optimista porque vemos aquí un nuevo start-up político en el que dos partidos de centro se unieron con un pequeño partido de derecha y han creado juntos algo grande y prometedor.
«TENEMOS IDEAS CLARAS»
P: Y hay quienes dicen que esa unión de hecho creó una ensalada con gente de todo tipo, que no es un partido ordenado.
R: Mira, yo soy uno de los tres que escribimos la plataforma electoral. Y los que dicen eso, no leyeron la plataforma.
P: Y lo que cuenta, dices tú, no es el origen ideológico de cada miembro, sino las ideas que propone el nuevo partido.
R: Exactamente. Las cosas son muy claras. Ante todo, el 90% estamos de acuerdo en temas de salud pública, transporte, educación, así como también temas relativos al vínculo entre la religión y el Estado. En esto último, estoy seguro que muchos piensan igual pero nadie en otros partidos dice nada, porque tienen miedo.
Yo considero que la derecha liberal y la izquierda sionista, así como también el centro, consideran que sus valores liberales son lo que une a Israel.
PALESTINOS, PAZ, CONFLICTO
P: ¿Y cuál es la propuesta en el tema tan cardinal del conflicto con los palestinos?
R: Ahora parece menos importante porque no está sobre la mesa y nadie realmente cree en la utopía de lograr la paz con los palestinos mañana por la mañana. Pero creo que somos los únicos que sacamos el tema de la nebulosa y aclaramos dudas. He participado en muchos paneles sobre estos temas, también en los sectores en los que yo crecí. Y estuve allí como quien viene del lado de la derecha, derecha liberal. Ahora dicen que van a imponer en el próximo gobierno la soberanía en Judea y Samaria. Y me pregunto de qué hablan. Yo vivo al lado de Gush Etzion, ni una pulgada ha sido anexada nunca a Israel. Y por otro lado, no lograremos la paz mañana de mañana.
P: ¿En qué sentido aclaran ustedes las dudas?
R: Primero que nada en nuestra plataforma está bien claro que Jerusalem es la capital de Israel, que no bajamos de los Altos del Golan, que la frontera oriental de Israel debe ser el Jordán, preservando pues el Valle del Jordán dentro de Israel, y también se determina dónde se puede construir en los asentamientos, o sea sólo dentro de los “bloques”, y dónde se debe permitir que la vida transcurra normalmente pero sin nuevas construcciones, o sea fuera de los bloques.
Judea y Samaria es parte de la tierra de Israel. Y en la tierra de Israel no puede haber diferencias entre el kibutz Beeri cerca de Gaza y Kiriat Shmona en el norte. Determinamos también que no habrá una segunda desconexión como hubo de Gush Katif, porque ya vimos a qué nos condujo la primera.
P: Pero entonces…¿Qué es lo nuevo?
R: Nosotros ponemos sobre la mesa la necesidad de llegar a un entendimiento con los palestinos y la determinación que hay que fortalecer a la Autoridad Palestina, ya que ello es un interés israelí.
P: Hoy el gobierno coordina la seguridad con la AP pero por otro lado la presenta casi como enemigo. Hay muchas ambivalencias.
R: Está claro que Abu Mazen no puede estar allí ni un día sin la presencia israelí. Considero que otros hablan de ideas no aplicables. Feiglin quiere volver a Gush Katif, Meretz quiere volver a las fronteras del 67…
P: Tamar Zandberg me dijo que no, que esa debería ser la base, con intercambios territoriales.
P: Ok…no todos dicen eso. Nosotros decimos no a un estado binacional. Hay que mirar la verdad a los ojos. Y hay que ser pragmáticos.
P: Pero de lo que me dices, no me queda claro cuál es la propuesta concreta respecto a Judea y Samaria y la separación de los palestinos.
R: Entendemos que el proceso de separación de los palestinos ya comenzó en Oslo. Debo decir que yo manifesté en su momento contra el acuerdo de Oslo. Pero hoy entiendo que hay que fortalecerlo porque eso es en interés de Israel. Pero no es la misma idea que en los años 90. No puede serlo porque ahí se hablaba de dos Estados para dos pueblos, pero hoy ya tenemos a Hamastan en Gaza, un tema que ha sido muy mal manejado por Israel, por otro lado tenemos algo más que autonomía en Judea y Samaria, cuando de fondo hay una mala relación entre ellos, entre la AP y Hamas, no por Israel. Pero es una situación concreta con la que tenemos que lidiar.
P: Suena todo como una situación muy compleja con contradicciones internas.
R: No volveremos a las fronteras del 67, porque eso no solucionaría el tema de Gaza . La gran pregunta ahora es cómo promover la separación de los palestinos. Es un proceso en el que hay que maniobrar con sabiduría política. Creo que un serio problema actual es que no se osa decir a la ciudadanía cómo es la realidad en el terreno. Me parece una locura que se llega de hecho a una tregua con Hamas y nadie lo dice oficialmente. Pero es indudable que se pactó eso ya que de lo contrario el jefe de Hamas en Gaza Yehia Sinwar no habría ido personalmente a la cerca fronteriza. Hoy no se dice la verdad.
P: ¿Te parece que hay necesariamente grandes diferencias entre izquierda y derecha en cuanto a cómo manejar todo esto en la práctica?
R: Yo creo que los términos derecha e izquierda no son los apropiados cuando vemos cómo administrar todo esto. Por otro lado, tengo claro que para todos, izquierda, derecha y centro, lo más importante es la seguridad de Israel. Y hasta diría que no importa quién llegue a la oficina del Primer Ministro. Todos tendrán que lidiar con los mismos problemas. No es el jefe de gobierno quien determina lo que pasa, sino la historia. Irán, Gaza, Hamas, Hizballah, seguirán con sus amenazas. Pero la pregunta es qué hacemos nosotros, si podemos crear una sociedad en la que podemos discutir sin odiarnos, si podemos evitar un escenario que ya ocurrió en la historia, de la destrucción de nuestra casa con nuestras propias manos, justamente cuando florece. Si somos lo suficientemente fuerte para cuidarnos a nosotros mismos y para creer en las mismas ideas con las que soñaron los forjadores del sionismo.
P: ¿Dónde está el odio que debe desaparecer? ¿En qué lo ves?
R: Yo quisiera que haya un líder que diga algo que Bibi ya no dice desde hace cuatro años, que es el Primer Ministro de todos, de los que lo votaron y los que no. Quisiera que el gobierno no ataque a las instituciones responsables de hacer cumplir las normas del Estado de Derecho. Que esté claro que los políticos tienen la máxima responsabilidad por lo que se hace en el área de la seguridad, sin cargárselas a los militares. Que el Primer Ministro de absoluto respaldo a los servicios de seguridad cuando interrogan a sospechosos de terrorismo judío, que claro que es ínfimo y muy poco más del 0.00% de los ataques terroristas, que en su enorme mayoría son cometidos por terroristas árabes…pero que cuando ocurre, el propio Primer Ministro exija mano dura y dé respaldo absoluto.
Y un tema clave en los últimos años ha sido el del ataque a los tribunales. Mira, yo también tengo desde hace años críticas al grado de activismo jurídico de la Suprema Corte de Justicia, pero no se puede convertir a los tribunales en enemigos, criticar a la policía cuando investiga corrupción, a la Fiscalía del Estado. No se puede porque eso transmite a todos un mal mensaje, también a los ladrones y a estafadores. Si cada uno cree que ese es el mensaje, esto será una anarquía.
DE CERCA CON NETANYAHU
P: Tú trabajaste de cerca con Netanyahu, que te nombró como su jefe de Comunicaciones y Diplomática Pública en la oficina del Primer Ministro. Pero renunciaste por un escándalo puntual relacionado a Natan Eshel. Pero más allá de ese punto por el cual terminó vuestra relación, lo conoces de cerca. ¿Qué podrías contar al respecto?
R: El tema central no es lo que pasó en ese caso por el que terminé yéndome. Al final entendí que muchos problemas surgieron por el carácter de Netanyahu, por su personalidad. Eso yo lo sabía desde antes. Pero es un gran estadista. Eso es algo que jamás dudé, aunque yo personalmente terminé mal con él. No odio a Bibi y soy muy consciente de las cosas buenas que hizo.
Pero puedo hacer caso omiso del hecho que en los últimos cuatro años, sus grandes capacidades intelectuales, su gran talento, dejaron de servir principalmente lo nacional, para abocarse a lo personal. El equilibrio entre las necesidades de Israel y las personales de Netanyahu y su familia, se ha alterado. Creo que allí comenzaron los problemas de sospecha criminal, por los que ahora va a juicio. El líder del Estado de Israel y del pueblo judío, debe tener claro que lo primero es Israel, no él mismo.
P: ¿Qué pasó? ¿Por qué, en tu opinión, se alteró ese equilibrio en alguien tan capaz como Netanyahu?
R: Creo que es un gran misterio. Quizás perdió la capacidad de desempeñarse como Primer Ministro de todos. Quiso seguir una y otra vez, otro período al frente de gobierno , se comenzó a complicar jurídicamente y las líneas se desdibujaron. Lo lamento muy sinceramente, porque no dudo ni un momento de su capacidad. Pero algo en su equilibrio cambió.
P: Más allá de las aclaraciones que has hecho sobre qué puede o debe pasar en el terreno ¿Cuál es la propuesta clara respecto a los palestinos? Si dices que es utópico pensar que mañana se logra la paz uno puede entender que entonces no se hará nada.
R: No, en absoluto. Yo diría que estoy del lado derecho del partido. Y puedo asegurar que haremos todo el esfuerzo posible para conseguir la paz. Paz y esperanza de lograrla, no una mala palabra. Durante mucho tiempo parece que sí se la vio así. Y eso no puede ser. Pero sí recalco que hay que ser pragmático y que por más que querramos, no veo cómo se puede llegar a algo utópico ya mañana.
P: ¿Te parece que en el camino hacia la situación actual, en la que tenemos claros los errores palestinos, también debemos ver errores propios? ¿Israel se ha equivocado en puntos que también complicaron las cosas?
R: Como toda nación que lidia con grandes desafíos, también nosotros hemos cometido errores. Creo que se podría haber establecido ishuvim, poblados israelíes, en otros puntos, para facilitar la autonomía palestina, por ejemplo.
En el 2012 yo participé en Ammán en negociaciones con los palestinos, con el Cuarteto internacional. Y hubo un juego de “culpas”, quién tiene la culpa del fracaso. Pero la verdad es que no importa mucho.
Creo que hoy los palestinos están en una situación en la que no pueden ver más allá de su propia nariz. No hay liderazgo que lidie bien con la situación. Si ellos hubieran tenido a un Ben Gurion, habrían firmado la paz hace tiempo. No tienen un líder que entienda que no se llega a la paz demonizando a la otra parte.
Por eso reitero que no se debe esperar una utopía de paz mañana de mañana.
¿ Y GANTZ?
P: Con todo esto tan complejo de fondo ¿Por qué crees que Gantz puede ser el apropiado para tomar las riendas? Recordemos que hizo una buena carrera militar y llegó a la comandancia de Tzahal, cargo que ocupó durante cuatro años …pero ¿Qué más sabemos como para confiar en él como Primer Ministro?
R: En Israel hay tres cargos que son los que más responsabilidad exigen, sobre la cabeza y los hombros: Primer Ministro, Ministro de Defensa y Comandante en Jefe de Tzahal. Son los únicos que deben mirar las filas de muertos y saber cuánta responsabilidad exigen las decisiones que toman, cuyo resultado puede ser justamente la muerte de gente. Nadie más tiene esa responsabilidad.
Conozco a Beni desde hace muchos años y en los últimos meses, claro está, mucho más de cerca. A nivel personal te diría que si bien no es lo más importante, es un “mentsh”, una persona de bien. No está mal un líder que sonríe, te pregunta cómo estás, un líder al que le importa la gente, ya que eso crea buen liderazgo. Pero lo central es que sabe tomar decisiones con buen criterio y en calma, en situaciones difíciles. Ha lidiado con ataques personales contra él y su familia, acusaciones de desequilibrio emocional, y ha funcionado estos tiempos de modo extraordinario en medio de esta situación.
Yo sentí que era un desperdicio ir de nuevo a elecciones, que Bibi iba a ganar de nuevo, y Beni me convenció que se puede lograr otra cosa. Ha recorrido un gran camino político en poco tiempo, en tiempo mínimo, demostrando gran capacidad política aunque venía de otro mundo.
No conozco otro start-up de este nivel. Lo digo antes de saber el resultado en las urnas.
IZQUIERDA NO ES INSULTO
P: Tú destacas que vienes de la derecha liberal. Justamente por eso te preguntaría qué opinión te merece el hecho que el concepto “izquierda” se ha convertido casi en un insulto, de parte del gobierno y quienes los apoyan.
R: Cuando pasa abajo, en el terreno,uno puede pensar que es menos importante, pero influye mucho. Yo siempre me ofendía por ese encare a gente de izquierda, siendo yo de derecha. Te cuento algo personal. A mi cuarto hijo le dimos el nombre Negev Dolev, en memoria de Dolev Keidar, un buen amigo de niñez de mi esposa, un hombre de izquierda, combatiente, que cayó en la guerra contra Hamas en el 2014.Siempre me gustaba debatir con él. En esa guerra yo estaba reclutado en miluim (reserva) y resultó que estaba cerca de donde estaba su unidad y me enteré que había muerto. Y cuando salí de los miluim y volví a casa, y oía y leía los insultos a la izquierda, de quienes son muy valientes con el teclado y no hacen nada, no lo podía aguantar. Y creo que el líder debe poner los límites.
Hace tres años participé en un panel en Estados Unidos ante israelíes que viven allí. En el panel, que era sobre la situación política, participó entre otros también Zehava Galon, en aquel momento jefa de Meretz. Cuando ella empezó a hablar, se oyeron del público gritos e insultos. Yo me paré y les dije: “¿No les da vergüenza? Ustedes están aquí, se fueron de Israel hace decenas de años, no están en Israel, y la insultan a ella que tiene dos hijos en el ejército, que vive y lucha en Israel? ¿De dónde sacan el atrevimiento?”.
Eso es algo que debería decir el propio Primer Ministro.
UN GOBIERNO SIN NETANYAHU, PERO SÍ CON EL LIKUD
P: Y el Primer Ministro al que criticas hoy, encabeza el partido Likud con el que “Kajol Lavan” no descarta sentarse en el marco de un próximo gobierno. Ha habido inclusive grabaciones de Beni Gantz sobre la disposición a sentarse con el propio Netanyahu, aunque luego aclaró que no lo haría.
R: Nosotros no nos sumaremos al gobierno de Netanyahu. No es lógico pensarlo siquiera. Le ganaremos. Y espero que podamos tener un gobierno de unidad con el Likud, sin Netanyahu. No es digno tener un Primer Ministro bajo imputación, ahogado en investigaciones.
P: ¿O sea que supones que si no se le encomienda a él la formación de la coalición Netanyahu va a retirarse?
R: Espero que comprenda que debe hacerlo.
Yo le deseo que se retire a su casa. Rezo para que no vaya a prisión, porque eso no le haría bien a nadie. Y rezo para que podamos volver a discutir entendiéndonos. Ojalá.
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