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| domingo diciembre 22, 2024

La visión y vida de Uzi Dayan, recién electo en la lista del Likud

Tras décadas de servir a Israel en Tzahal y la vida civil, llega a la Kneset


Una foto de años atrás que seguro se repetirá pronto: Uzi Dayan con el Premier Netanyahu . (foto: Ariel Jerozolimski)

Uzi Dayan acaba de ser electo como diputado en la lista del Likud a la Kneset, pero esta nueva etapa no es la primera en su vida pública. Durante décadas sirvió en las Fuerzas de Defensa de Israel, llegando al rango de General y luego se dedicó a diferentes emprendimientos en la vida civil. Ahora, por primera vez, abordará la actividad parlamentaria.

Tuvo  siempre cargos de campo y combate, hasta su nombramiento como Vice Comandante en Jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel, aunque hoy comenta con una sonrisa que fue lo que menos interesante le resultó. “Mi tío Moshe Dayan decía que siempre es mejor ser jefe de algo que vice de alguien”, bromea.

Fue Comandante de una División, Jefe del Departamento de Planificación, miembro de la delegación a las conversaciones de paz con los palestinos, los jordanos y sirios. Pero su primer destaque fue en la lucha anti terrorista, como jefe de la unidad de élite “Saiéret Matkal”.

Ya retirado del servicio militar, encabezó el Consejo de Seguridad Nacional, bajo los jefes de gobierno Ehud Barak y Ariel Sharon.

Al día siguiente de las elecciones aceptó conversar con nosotros. Compartimos pues, ante todo, la entrevista post-electoral.

Y luego, un resumen de otra más personal que nos concedió el año pasado de cara a Iom Haatzmaut, una conversación que nos adentra en parte de la historia de Israel a través de su vida propia . Nos adelantamos con un dato interesante: Uzi es sobrino del legendario Teniente General Moshe Dayan.

 

P : Uzi, comienzo por las felicitaciones por haber sido electo diputado del Likud. Tras décadas de actividad tanto en Tzahal como en la vida civil en Israel, será parlamentario. ¿Cómo se siente?

R: Me siento muy bien. Las internas y luego las elecciones mismas me dieron la posibilidad de vivir un capítulo muy especial, que me gusta muchísimo, el contacto directo con el pueblo de Israel. Yo siento que el Likud es el partido del pueblo. Tras haber servido muchos años en el ejército del pueblo, esta fue una oportunidad para contactarme directamente con el pueblo mismo. Es una oportunidad excelente para trabajar por el pueblo y para el pueblo.

P: ¿Y cuál es su lectura política de estas elecciones?

R: Políticamente ocurrió aquí algo dramático. Había aquí dos grandes partidos. Uno, el Likud, que representa al pueblo y va al frente de lo que llamamos el campo nacional. Y por otro, Kajol Lavan, un partido que juntó a gente con distintas ideas cuyo común denominador es querer cambiar al gobierno democráticamente.En estas elecciones está clarísimo que el “campo nacional” ganó a lo grande. A tal punto que no está claro que hay hoy izquierda. Avodá y Meretz, juntas lograron 10 de 120 escaños. Y cabe preguntarse por qué quedó “borrada” la izquierda. Y yo diría que es porque el otro gran partido que surgió, que no es realmente un partido de izquierda, no tiene una ideología clara.

P: Es centro ¿verdad?

R: Yo tampoco diría que es centro, porque allí hay de todo. El único contenido concreto que presenta era que quería cambiar al gobierno. Es un partido “no a Bibi”.Lo que yo digo es que ahora nosotros, que ganamos estas elecciones, debemos usar bien esta victoria y ser un partido de todo el pueblo, también de lo que no nos apoyaron en las elecciones. Tenemos ideología, tenemos un camino, tenemos un buen equipo, pero ahora debemos dirigirnos-ésta es mi opinión-a los demás. El Primer Ministro dijo que es el Primer Ministro de todos. Yo digo que hay que hallar la forma de expresarlo muy claramente.

Lo primero, claro, es formar rápidamente un buen gobierno y armar la coalición.

 

P: Está claro que hay diferencia entre el día después y lo que fue la campaña. Hubo un tono muy divisivo en esta campaña electoral. No es que del otro lado no hubo problemas, pero mi impresión es que el Primer Ministro usó un tono muy problemático por el cual ahora habrá que trabajar duro para concretar eso de “Primer Ministro de todos”.¿Qué le parece?

R: Yo pienso totalmente distinto de lo que usted ha planteado. Creo que todo comenzó porque hace años se persigue al Primer Ministro y su familia. Al comienzo de la campaña lo acusaron de “traición”. ¿Qué querían entonces que diga?¿Quién acusa a un Primer Ministro de traición?

R: Lo que dijo Moshe Yaalon de “Kajol Lavan” fue que si se confirman las sospechas de que dio el visto bueno a la venta de submarinos alemanes a Egipto, un problema de seguridad para Israel, y que del otro lado había intereses económicos personales, eso podría ser visto como traición.

R: No lo dijo así, dijo que es traición. Lo que hizo fue acusar de traición. Yo considero que por eso la campaña sin duda fue sucia. No es agradable cuando hay una campaña así, pero se puede corregir. No es sencillo, porque la izquierda está borrada. No es que hay dos opciones. Nosotros debemos abrazar a todos, lo cual no significa que debemos cambiar nuestra forma de actuar o no cumplir con lo que nos comprometimos ante los votantes.

Se presentará pronto al parecer un plan norteamericano y habrá que ver qué postura tomar.

 

P: ¿Cómo cree que hay que actuar respecto al plan?

R: Antes de haberla visto, no hay que decir nada. Tenemos que dejar en claro nuestras líneas. Y los palestinos seguro harán lo que hacen siempre, que enseguida dicen que no lo aceptarán. Y nosotros tenemos que decir algo cuando sea publicado. Sea como sea, de todos modos estamos en contacto todo el tiempo con Estados Unidos.

 

P: ¿Qué le parece la posición por ejemplo de un diputado como Betzalel Smotrich de la Unión de Derecha, que podría ser socio en la coalición, que dijo que no hay que tratar siquiera ese plan?

R: Smotrich no representa a nadie . Y no quiero comentar lo que él dice.

P: El Primer Ministro no podría permitirse una actitud así, verdad?

R: No tiene nada que ver con el Primer Ministro. No se dice que no se debate un plan que aún no se ha visto. Los palestinos de todos modos ya avisaron que no lo aceptan. Pues que ellos no lo acepten, y nosotros tomaremos nuestra decisión.

P: Volviendo a la situación actual de la izquierda. ¿Deriva en su opinión de las posturas palestinas? ¿Es, por ejemplo, por el hecho que después de la retirada israelí de Gaza ellos intensificaron los disparos hacia Israel en lugar de frenarlos?

R: Yo creo que la situación de la izquierda se debe a dos razones. La primera es que la izquierda israelí siempre fue muy defensora de la seguridad y al mismo tiempo muy socialista. Con el tiempo gradualmente dejó de destacar la parte de la seguridad  y por otro lado el socialismo fue sustituido por una posición según la cual corregirán el mundo a través del logro de la paz con todos.

Lo que pasa hoy es que por un lado realmente no destacan el tema de la seguridad y por otro lado comprendieron que no hay con quién pactar la paz. Es como lo que pasó en estas elecciones: perdieron pero aún no lo captaron. Pero siguen diciendo que hay que hablar con quien se pueda hablar. ¿Acaso alguien en Israel puede pensar hoy realmente que volver a las fronteras del 67 es una posibilidad?

Y al final también vieron-o parte de ellos comienzan a entender-que no hay con quién hablar, o sea que los palestinos no están dispuestos a firmar ningún acuerdo que comience con las palabras “end of conflict, no more claims”, o sea “fin del conflicto y de las reivindicaciones”. Por lo tanto, por más que tengan todo tipo de aspiraciones, no hay con quién concretarlas.

P. O sea que hay que analizar la situación general, aquí y en la región.

R:  Alrededor, tenemos guerras. ¿Alguien puede pensar que los palestinos serán una rosa de democracia en medio de los que buscan guerra en Oriente Medio? Ven a Gaza y Ramallah  que no se hablan entre sí. Entonces…¿en qué piensan? ¿En tres Estados para dos pueblos? Ven que el terrorismo y la incitación continúan .En Israel sigue habiendo quienes hablan de determinado tipo de término medio, pero nadie habla ya de las fronteras del 67. Es por todo esto que digo que la izquierda desde un punto de vista ideológico está borrada.

No creen realmente que lo necesario es socialismo sino que se precisa una economía fuerte, que hace falta un tipo de capitalismo con compasión, combinado con Estado de bienestar social.

Políticamente ¿qué le queda entonces a la izquierda?Lo único que les queda decir es “no a Bibi”. ¿Iban a votar Likud si no estaba Bibi? En Kajol Lavan sí, varios lo harían creo yo. Y en la izquierda misma siguen soñando con un idilio que ya no existe. El “nuevo Medio Oriente” de Shimon Peres no existe.

 

P: ¿Cree que hay que tratar de tener cierto diálogo con los palestinos?

R: Cuando los palestinos aceptan, dialogamos. La base es tener un contacto en base a determinados principios. Decimos por ejemplo, de entrada, que somos el Estado del pueblo judío. Si ni eso lo aceptan, están perdiendo el tiempo. Si quieren hablar, perfecto. En ningún momento dijimos que no queremos hablar. Por ahora, la sensación es que no tenemos con quién.

 

UNA HISTORIA PERSONAL

 

Uzi Dayan nació poco antes de la declaración de independencia de Israel, el 4 de enero de 1948. Cuando cumplió 100 días, su padre Zurik, hermano del legendario Moshe Dayan, cayó en combate, como miembro del Palmaj, cuando tenía 22 años de edad. Al cumplirse los “shloshim”, el mes de su muerte, nació Israel.

Ya en las filas de las Tzahal, siempre  tuvo argos de campo y combate, hasta su nombramiento como Vice Comandante en Jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel, aunque hoy comenta con una sonrisa que fue lo que menos interesante le resultó. “Mi tío Moshe Dayan decía que siempre es mejor ser jefe de algo que vice de alguien”, bromea.

Fue Comandante de una División, Jefe del Departamento de Planificación, miembro de la delegación a las conversaciones de paz con los palestinos, los jordanos y sirios. Pero su primer destaque fue en la lucha anti terrorista, como jefe de la unidad de élite “Saiéret Matkal”.

Ya retirado del servicio militar, encabezó el Consejo de Seguridad Nacional, bajo los jefes de gobierno Ehud Barak y Ariel Sharon.

 

 

P: ¿Cuándo le contaron que su papá cayó en la guerra?

R: Siempre lo supe, desde el principio. Recuerdo que también íbamos a Nahalal a visitar su tumba.  Cuando tenía 5 ó 6 años, me molestaba que los niños me preguntaran por qué mi papá se llama Rabinovich y yo Dayan. Mi mamá se volvió a casar tiempo después de la caída de mi padre, Entonces fui a decirle a papá Moshe  que sugiero que me cambien el nombre. Él me contestó que no cree que sea buena idea porque hay que respetar la memoria de papá Zorik. Yo le dije “pero Zorik murió, no  va a saber”. Y él respondió: “Pero nosotros sí tenemos que pensar en eso.Hablemos más adelante, cuando seas más grande”. Y ahí quedó el tema.

 

P: Ese pasado, el haber nacido sin llegar realmente a conocer a su papá que cayó en la guerra de independencia ¿tuvo algo que ver en el hecho que usted hizo carrera militar, que llegó a la unidad élite “saiéret matkál”?

R: No tanto, creo que más determinante fue el lugar en el que crecí, en el que todos querían ir a las mejores unidades. Cuando me enteré de la existencia de esa unidad élite, me interesé por el tema y le pregunté primero a mi tío Moshe Dayan. El me dijo que mejor vaya a curso de oficiales, que eso es muy importante. Entonces fui a preguntarle a su cuñado, Ezer Weizman, que fue luego Comandante de la Fuerza Aérea, y me dijo: “Si mi hijo fuera a saiéret matkál, yo estaría muy orgulloso y muy preocupado”. El “preocupado” fue lo determinante y decidí ir a la unidad. Entendí que la preocupación podría ser sólo si se hace operativos importantes.

 

P: Ese empuje por estar en una unidad así ¿en qué medida, a los 17-18 años, es cuestión de adrenalina que uno quiere aventuras, o también tiene que ver con la conciencia sobre la necesidad de defender al país?

R: Es una mezcla. Por un lado uno crece oyendo sobre modelos inspiradores. Además, el entorno en el que uno está influye mucho.  Pero claro que también están las hormonas. Y si es por el bien de Israel, perfecto. Yo siempre fui avanzando y aceptando cargos, cuando consideraba que me podía resultar interesante. Claro que de fondo siempre está el deseo de hacer cosas que aporten al país. Pero soy consciente de que no solamente a través del ejército se puede aportar.

 

EJÉRCITO ,DEMOCRACIA, POLÍTICA

P: A lo largo de su carrera militar ¿sintió alguna vez tensiones entre el Estado Mayor del ejército y el gobierno? Como sabemos, las discusiones políticas  que salen a la opinión pública, no siempre irradian altura y alto nivel. Y me pregunto si los altos oficiales-que aunque pueden estar allí porque les resulta interesante, no sólo por patriotismo, dedican su vida a la defensa del Estado-dudan alguna vez si el gobierno es digno de confianza. Y no estoy hablando del gobierno actual sino en general, a lo largo de la historia de Israel, de lo que usted ha visto.

R: Está clarísimo que el ejército está  bajo la autoridad del gobierno, como en todo estado democrático. Hubo sí tensiones antes de la guerra del 67 y las hubo también en la guerra de Iom Kipur en el 73, porque todos se sentían culpables. Pero considero que en Israel no existe ningún peligro al respecto, ante todo porque está absolutamente claro que el ejército acata la autoridad del gobierno. Los oficiales se alejan todo lo posible de la política mientras están en su cargo.

Creo que en general los oficiales se alejan realmente de la polémica política. No les corresponde entrar en ella.

NEGOCIACIONES DE PAZ

P: Usted participó en negociaciones con varios de los vecinos de Israel. ¿Qué le dejó aquella experiencia?

R: Puedo decir, por ejemplo sobre las conversaciones con Siria, que entendí rápidamente que no saldría nada de esas conversaciones. A las dos semanas fui a ver a Rabin y le dije: “Itzjak, esto no conduce a nada. No habrá acuerdo”. Me preguntó por qué lo digo. Le respondí: “¿Recuerdas que una vez dijiste que para ti ser Primer Ministro era una opción, no una obsesión? Bueno, para lograr la paz en Medio Oriente, tiene que ser una obsesión. Y los sirios no tienen ninguna obsesión. Para ellos es una opción. Simplemente quieren conseguir lo que quieren, más que nada a través de Estados Unidos. No se van a suicidar para firmar la paz con Israel”. Y así fue.

P: ¿Y los palestinos? ¿Se puede llegar a un acuerdo de paz?

R: Mira, yo tengo muchas horas de Abu Mazen. Creo que hoy Israel no tiene interlocutor  palestino para un verdadero acuerdo de paz. Abu Mazen no lo es. Es más duro en temas de fondo que Arafat y por otro lado tiene menos fuerza. Lo fundamental es que Israel no aceptará un acuerdo que sea menos de algo que empiece con las palabras  “end of conflicto, no more claims”, o sea fin del conflicto y no más exigencias. Y los palestinos nunca firmarán un acuerdo que los comprometa a ello. No aceptarán “fin del conflicto” en ninguno de los temas cardenales: ni Jerusalem ni refugiados.  No es cierto que esto es solamente un conflicto territorial y de seguridad.

P: ¿Pero Israel puede seguir viviendo en la situación actual ?

R: Yo soy realista. Dediqué a este tema casi 20 años de mi vida. Al principio me parecía lógico, racional, que también para los palestinos es conveniente llegar a un acuerdo. Pero parece que no piensan así. Creo que Israel no puede aceptar otro acuerdo interino. Estoy cansado que después de tantos años, siempre tenemos la carga de ver qué podemos ofrecer. Y los palestinos no cambian absolutamente nada en sus posturas.  No cambiaron absolutamente nada.

Además, creo que el tiempo corre en detrimento de los palestinos

Demográficamente, en el 2048 habrá aquí 15 millones de judíos, la comunidad judía más grande del mundo. Y si llega aquí otro millón de judíos, es más fuerte todavía el argumento. Y además, el tema palestino ya no le interesa a todos como antes.

 

P: ¿Pero acaso no le tiene que interesar a Israel?

R: Claro que sí.  Hay que solucionar este tema, pero no creo que tiene ahora una solución. Para mí, el status quo no es una mala solución. A largo plazo, no. Israel debe dedicar hoy esfuerzos a mejorar la relación con los palestinos, y no hacer cosas que molesten después llegar a un acuerdo. Para mí los temas centrales son Jerusalem, la frontera oriental en el río Jordán y no al derecho al retorno. Todo lo demás puede ser negociado, porque no queremos controlar a los palestinos. Yo puedo abrazar lo que decía Rabin: que tengan menos que un Estado o más que una autonomía plus. Muchos dicen que los palestinos no lo aceptarán. Pero hoy no aceptan nada.Claro que está el tema de Gaza, que se ha ido complicando cada vez más. Que prueben primero que logran imponer la calma allí. Ojalá la situación fuera distinta, pero realmente, no veo cómo.

 

A LOS 70…

P: En medio del complejo mosaico que es Israel y de los temas con los que lidia ¿cuál es su resumen central?

R: Creo que es oportuno, para ello, contar lo que me dicen colegas de la región con quienes me encuentro dos veces por año aproximadamente , en el exterior. Ex militares árabes, persas. Solían comenzar las conversaciones no formales diciendo “General Dayan, nosotros los odiamos, no a usted personalmente, pero sí a Israel, que hace lo que quiere en la región. Ustedes no entienden nuestra cultura”. En los últimos años dejaron de decir “we hate you” y empezaron a decir “we don´t like you”. De allí pasaron a “la verdad…los envidiamos porque son el único país de la región que goza de estabilidad, lograron sobreponernos a tres problemas que creíamos que los iban a tirar abajo: demografía, agua e independencia de fuentes energéticas”. Me dicen “son un país donde la educación es un rubro muy importante al que se dedica una buena parte del presupuesto , y donde se ocupan de temas que ojalá importaran en nuestros países”.

Hablando de la guerra en la que está sumido Oriente Medio desde hace años, ellos mismos comentan: “cuando termine,no vamos a ser como ustedes, pero quisiéramos haber alcanzado para nuestras sociedades, lo que ustedes han alcanzado para la vuestra”. Creo que ese es un buen resumen, aunque falta aún mucho por hacer.

 

LEYENDAS VIVAS

El 8 de mayo de 1972, cuatro terroristas de “Setiembre Negro” secuestraron un avión de la compañía belga Sabena, desviándolo al aeropuerto de Lod en Israel, desde donde exigieron  que sean liberados más de 300 terroristas en cárceles israelíes , amenazando que de lo contrario, harían estallar el avión con todos sus aproximadamente 100 pasajeros a bordo. Israel negoció con los secuestradores pero al mismo tiempo preparó un operativo de rescate que resultó exitoso, a pesar de que uno de los pasajeros murió en el tiroteo.

Los jefes de la célula terrorista murieron en el operativo y las dos mujeres de la célula fueron detenidas y condenadas a cadena perpetua en Israel, pero resultaron liberadas en 1985 en el intercambio con la organización de Ahmed Jibril.

Uzi Dayan , Teniente en aquel momento, fue uno de los participantes en el rescate, como jefe de uno de los equipos de “Saieret Matkal”. Otro de los oficiales era Biniamin Netanyahu. La unidad estaba comandada en aquel entonces por Ehud Barak.

P: ¿Cómo recuerda el rescate de Sabena?

R: Ante todo, esa fue la primera vez que secuestraban un avión de pasajeros. Recuerdo que yo estaba en casa con sarampión, que no había tenido de niño. Tuve que salir enfermo, era de noche. Éramos unos 16 combatientes. Logramos neutralizar el avión para que no pueda despegar, sacando una pieza del sistema hidráulico, lo cual además requirió que los propios terroristas digan que hay que arreglar el avión.

Había varios desafíos, cómo abrir las puertas desde afuera, la altura a la que había que llegar,como seis metros, sin que nos vean, varias cosas. Simulamos ser técnicos pero veníamos a rescatar a los pasajeros.

El avión estaba lleno. Los judíos estaban concentrados en la parte de atrás, que fue por donde yo entré. Antes de entrar vi un terrorista por la ventana, pero cuando entré ya no lo vi. Vi una terrorista con un cinturón explosivo, le iba a disparar pero mostró que tenía una granada. Ella misma gritaba tanto que parecía muy asustada. Logré sacarle la granada y empujarla a ella hacia atrás. Afortunadamente pudimos salvar a todos.

P: Fue un gran éxito en términos de lucha anti terrorista.

R: Sí, es cierto. Pero yo comandé en un operativo que a mi criterio fue más grande en términos de lucha anti terrorista: la casa de los niños en el kibutz Misgav Am. Cinco terroristas lograron cruzar desde Líbano y entrar a la casa de los niños en el kibutz, el 7 de abril de 1980. En el camino mataron al mazkir del kibutz que intentó frenarlos. Durante la noche, mataron a un niño, Eyal Gluska. Yo comandaba en aquel momento la unidad “Saiéret Matkál” . Logramos rescatar a todos los niños y matar a todos los terroristas.

 

UN MOMENTO ISRAELÍ

P: ¿Hay en su trayectoria algún momento o vivencia que vea hoy como lo más “israelí”?

R: Desde un punto de vista de operativos de seguridad, sobre los más importantes aún no se puede hablar. Pero podría dar como ejemplo algo que estuvo relacionado al secuestro de los cinco Generales sirios en julio de 1972 para lograr recuperar a tres de nuestros pilotos que estaban en manos de Siria. Lo logramos y cuando volvieron, uno de ellos,  Pini Najmani, al que yo conocía porque crecimos en la misma zona, me abrazó y me dijo: “Yo les dije a los demás, que Uzi y Amitai no se olvidarían de nosotros”. Eso fue muy israelí.

 
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