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| viernes noviembre 15, 2024

La realidad…tan distinta de la propaganda anti israelí


La diferencia entre la imagen que puede uno puede hacerse al oír la forma en que algunos críticos de Israel presentan al Estado judío, y la realidad en el terreno, es abismal.

No porque Israel sea perfecto, sino porque es incomparablemente mejor que lo que pretenden presentarlo sus detractores.

Y no hace falta historias increíbles para confirmarlo. Basta con escenas normales de todos los días.

Como la que captamos el domingo por la mañana en la sala de espera de los rayos  X en la clínica de la caja de seguro médico Meuhedet de la calle Haturim esquina Iafo, en Jerusalem. Es la foto de portada, que ni siquiera debe ser explicada.

Para verlo-aunque claro que no era para nosotros la primera vez-ya valía la pena estar hace un mes con tos. Dicho sea de paso, la placa salió bien.

Y este lunes, durante una nota en Jericó-que no está dentro de Israel sino que es territorio bajo gobierno de la Autoridad Palestina, en Cisjordania –presenciamos una escena del mismo tipo. Si bien esto no fue, como decíamos, del lado israelí, sí tiene mucho que ver dado que los protagonistas fueron precisamente musulmanes (aunque no sabemos si palestinos) y soldados israelíes. Sin olvidar ni por un momento los conflictos, tensiones y problemas, esta escena irradia una normalidad que de afuera no se concibe. Y es clave en el lugar en el que la captamos, ya que es continuamente frecuentado por turistas, también israelíes.

 

Para entender el mensaje de la foto a continuación, hay que tratar de mirar más allá de la red que molesta , colocada allí para proteger las excavaciones arqueológicas de Tel Ierijó. Traten de captar la escena que ocurre sin relación ninguna con la red.

Tel Ierijó, una flia musulmana posando para una foto, que se la toma un oficial israelí
Tel Ierijó, una flia musulmana posando para una foto, que se la toma un oficial israelí

 

Una familia musulmana (identificable como tal por el hijab que cubre la cabeza de la mujer) pide a un oficial del ejército israelí  que les tome una foto. La familia posa y el oficial saca la foto. A ninguna de las dos partes le parece extraño.

¿Qué hace allí un oficial israelí, si es territorio gobernado por la Autoridad Palestina?

Es parte de los entendimientos entre las partes. Se encuentra allí como medida de seguridad precisamente por el flujo de turistas israelíes. Al fin y al cabo, lamentablemente, el conflicto aún no ha terminado. El hecho es que al salir de allí, tres palestinos tiraron piedras al ómnibus de periodistas en el que viajábamos. Suerte que eran blindados, a prueba de balas, no sólo de piedras.

Y volviendo a lo positivo, aunque no alcanzamos a tomar una buena foto, lo que vimos en el moshav Naama en el Valle del Jordán. Aunque publicaremos una nota separada sobre eso, aquí sólo una mención. En la fábrica de empaquetamiento de hierbas de Inon Rozenblum, vimos mujeres palestinas que trabajan en el lugar. “Acá ganan el doble de lo que recibirían en Jericó”, nos dijo Inon. En los distintos poblados israelíes en el Valle del Jordan trabajan diariamente 6 mil palestinos. En épocas de trabajo más intenso, la cantidad se duplica.

Inon Rozenblum del moshav Naaama con sus hierbas
Inon Rozenblum del moshav Naaama con sus hierbas

 

En las instalaciones interiores de empaquetamiento, Inon Rozenblum del Moshav Naama. De fondo, una de las trabajadoras palestinas.
En las instalaciones interiores de empaquetamiento, Inon Rozenblum del Moshav Naama. De fondo, una de las trabajadoras palestinas.

 

Los detalles, por separado, en otra nota.

 

http://www.semanariohebreojai.com/articulo/666

 
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