Esta ronda de combates terminó, por primera vez desde el conflicto de 2014 con Gaza, con Israel logrando sus objetivos.
Esto es evidente por el hecho que Hamas pidió un alto el fuego, por un total de 24 horas, antes que Israel aceptara. Esta será una lección bien recordada por las facciones palestinas.
El objetivo israelí en esta ronda era restablecer la disuasión de Israel ante los ojos de Hamas y la Jihad Islámica. Parece que este objetivo se logró.
• Hamas necesitaba un alto el fuego antes del inicio del Ramadán y ese fue el catalizador de un acuerdo, y no una necesidad israelí de proteger el concurso de canciones de Eurovisión.
• Israel preservó la legitimidad de sus acciones en Gaza apuntando objetivos militares incluso cuando bombardeó los hogares de los comandantes de Hamas y la Jihad Islámica.
• Las armas políticas y militares en Israel funcionaron al unísono y sin filtrarse a los medios de comunicación, en contradicción con las rondas anteriores de lucha.
La disuasión es una mercancía fugaz. Solo puede probarse con el tiempo y sería erróneo asumir que los problemas de Israel desde Gaza se han acabado, pero parece que los militares de Israel pueden haber debilitado parte del apetito de parte de los terroristas para reanudar los bombardeos en cuestión de semanas.
En esta ronda de combates, las FDI vinieron preparados con una lista de objetivos de alta calidad. También tenía un calendario de escalado planificado, para responder a las acciones de los militantes, incluido el ataque a sus capacidades cibernéticas y a sus drones de ataque. Algunas de las acciones de la FID todavía están en secreto.
Es seguro decir que las FDI tenían el control del ritmo y el alcance de la escalada de los combates. Eso le dio a la FDI la ventaja en el dictado de los eventos. Pero también había una preparación para localizar a los objetivos con fuerza letal. Los comandantes militares no dudaron en golpear a los líderes terroristas y sus alrededores inmediatos.
En el pasado, se había criticado a las FDI por bombardear edificios y bases vacías y evitar causar muertes. Esta vez parece que se eliminaron las restricciones bajo las cuales las FDI pudieron haber operado.
El hecho que la fuerza aérea israelí atacara las casas de los comandantes del terror, también fue un factor en la superioridad de Israel, al final de esta última ronda. Aunque los propios comandantes estaban bajo tierra y sus familias tuvieron tiempo suficiente para escapar, los hogares, ellos mismos, fueron considerados por Israel como objetivos militares. Esto fue evidente para Hamas y la Jihad Islámica, y el hecho que los terroristas y sus familias, sin hogar, se considerara una ventaja adicional.
Israel también cambió su táctica anterior, esta vez, al atacar a los militantes del Jihad Islámico sin importar cómo reaccionaría Hamas. La organización respaldada por Irán pagó un alto precio, se envió un mensaje claro a su liderazgo.
Israel, por su parte, debería haber evacuado a los residentes de los asentamientos fronterizos, por la seguridad. El movimiento civil debería haber sido restringido, para evitar bajas. No hay vergüenza en estos pasos. Se podrían haber salvado vidas.
Se debería haber implementado más baterías de Iron Dome (Cúpula de Hierro). Los terroristas lanzaron veintenas de cohetes a la vez, lo que aseguró que algunos pudieran atravesar el sistema de defensa, lo que resultó en impactos directos y víctimas civiles.
Y, por último, hay que decir que incluso si se ha restablecido la disuasión, hasta cierto punto, la situación de Gaza está programada para estallar en nuestras caras si no se aborda.
Hamás debe ser eliminado y reemplazado por un liderazgo centrado en las necesidades de su gente y no obsesionado con la destrucción de Israel, y este sigue siendo el objetivo final que debe lograrse.
Traducido para Porisrael.org por Dori Lustron
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