Teherán ha llegado a la conclusión que, debido a la oposición dentro de EE.UU. a enviar más fuerzas a Medio Oriente, al deseo básico de Trump a retirarse de la región y su campaña de reelección recientemente lanzada, con todo esto ellos pueden herir a los EE.UU.
El enfoque diplomático de Irán de emitir mensajes hostiles, que ha implementado en las últimas semanas, alcanzó nuevas alturas este último jueves pasado cuando un avión espía estadounidense fue derribado por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán sobre el Golfo Pérsico. Mientras tanto, en Arabia Saudita, sus instalaciones fueron alcanzadas por misiles balísticos disparados por los rebeldes hutíes en Yemen que son leales a Irán.
Los iraníes dicen que el avión de vigilancia estadounidense avanzado, que era capaz de permanecer en el aire durante más de 30 horas y estaba equipado con sofisticados sistemas de observación, fue derribado porque se había infiltrado en el espacio aéreo iraní. Esta afirmación contradice la declaración emitida por el ejército estadounidense que el avión no tripulado fue derribado en el espacio aéreo internacional. En cualquier caso, el incidente ilustra la determinación de Irán de continuar provocando a Estados Unidos a pesar de su deseo declarado de evitar la guerra.
La escalada de Irán en el Golfo Pérsico ha sido gradual. Los ataques terroristas contra los petroleros en mayo, dos semanas atrás, fueron diseñados específicamente para evitar dejar huellas dactilares. Sin embargo, tras el incidente del avión no tripulado, el jefe de la CGRI fue rápido en amenazar a los Estados Unidos con “no cruzar la línea roja”. El misil disparado contra el objetivo estadounidense fue un mensaje obvio y directo contra la Casa Blanca.
Teherán decidió lanzarse sobre el Golfo Pérsico por dos razones principales. Una se refiere, por supuesto, a su situación doméstica. Irán está tratando de crear una nueva ecuación en la que cuanto más estricta sea la medida de las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, mayor sea el riesgo de una conflagración en el Golfo. A la inversa, si EE.UU. decide aflojar la soga, quizás Irán se vea más propicia a hablar.
La otra razón detrás de la escalada de Irán en el Golfo se deriva de la creencia, en Teherán, que la Casa Blanca tiene tanto miedo al conflicto y a un atolladero militar en el Golfo que no se apresurará a tomar represalias, ni siquiera ante provocaciones más severas. Esta evaluación se vio fortalecida no solo por el deseo declarado del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de evitar la guerra con Irán, sino también por su respuesta moderada a los ataques de los petroleros.
Al formular su evaluación, los iraníes también se apoyan en la oposición dentro de los Estados Unidos para desplegar fuerzas adicionales en el Golfo Pérsico, el deseo fundamental de Trump de retirarse del Medio Oriente, su campaña de reelección recientemente lanzada y el hecho de que su actual secretario de defensa está dimitiendo. El ayatolá Ali Khamenei y sus asesores creen que en estas circunstancias, Irán ahora tiene una posibilidad decente de picar a los Estados Unidos sin ser golpeado de nuevo.
¿Están equivocados los iraníes? El jefe del IRGC señaló las líneas rojas de Teherán derribando al dron estadounidense, pero no está claro si sabe cuáles son las líneas rojas de Trump. ¿Washington sigue preparando su respuesta al incidente del avión no tripulado o solo responderá con fuerza militar si un avión tripulado es alcanzado por los iraníes?
Lo que está claro es que la situación en el Golfo Pérsico es altamente combustible, y ambas partes están más cerca del conflicto que del diálogo y las negociaciones sobre un nuevo acuerdo nuclear.
Traducido para Porisrael.org por Dori Lustron
https://www.israelhayom.com/opinions/iran-calls-the-american-bluff/
Debes estar conectado para publicar un comentario. Oprime aqui para conectarte.
¿Aún no te has registrado? Regístrate ahora para poder comentar.