La posición palestina, expresada por el Presidente Abbas. Nuestro comentario, al final.

Si bien la FPA organiza cada tanto eventos con diferentes figuras tanto del lado israelí como del palestino, como parte de la cobertura de rutina, el encuentro de este domingo tenía la particularidad de realizarse un día después de la revelación norteamericana sobre los detalles del plan económico “del siglo” y pocos días antes del singular “taller” en Manama, Bahrein. Dicho evento ha sido anunciado como un declarado intento de ayudar a los palestinos, pero ha sido rechazado por la Autoridad Palestina, que sostiene la economía no puede sustituir a una solución política.

A continuación, un resumen de lo que consideramos más relevante de las declaraciones de Abbas, citadas con exactitud. En realidad, aclaremos: lo grabamos en árabe, pero lo que escribimos fue lo que decían los traductores simultáneos. Cabe suponer que las citas eran exactas.

Al final, por separado, nuestros comentarios.

 

SOBRE EL “ACUERDO DEL SIGLO” DEL PRESIDENTE TRUMP

Antes de lanzar Trump partes del “acuerdo del siglo”, yo me había reunido con él tres veces y mi delegación, mi equipo, lo había hecho otras 3 ó 4 veces. Todos los encuentros estaban dedicados a hablar de la solución política necesaria para el tema del Medio Oriente.

El último encuentro fue en el verano del 2017. Hablamos francamente de la visión de dos Estados y de la implementación de las resolución de las Naciones Unidas y la necesidad que sea en base a las fronteras del 67. La posición de Trump fue decir que él apoya la solución política, la visión de dos Estados y que no acepta un Estado porque sería apartheid. Apoyamos las fronteras del 67, con intercambios de tierras, dijo.

El último encuentro fue en setiembre del 2017.

Dos semanas más tarde, Trump notificó a la oficina de nuestra representación en Washington que deben irse. Después, dijo que moverá su embajada a Jerusalem, que Jerusalem es la capital de Israel, y tomó otras medidas en temas como UNRWA, y la colonización israelí, y oímos al Embajador Friedman diciendo que Cisjordania no es territorio ocupado y que Israel tiene derecho a establecer asentamientos en tierra palestina.

Con todo esto, entendimos que Trump se desvió mucho de su línea a favor de una solución política. Siguió hablando del “acuerdo del siglo” pero eso nos sorprendió mucho, porque no sé, después de todo eso, en qué quedó.

 

Fue así que nosotros cortamos toda comunicación con la administración norteamericana, por todas las declaraciones que formularon, y porque cerró la puerta a una solución política. Dijimos que deben rever esa posición, decir que Jerusalem es territorio ocupado , que la solución debe ser de dos Estados y cuando haga todo eso, podremos reanudar las conversaciones.

 

No puede ser que nos cortan la ayuda y después quieren que vayamos a Manama para darnos dinero.

 

No aceptamos a Estados Unidos como juez en la situación actual.

 

No vamos a tratar con la administración norteamericana sobre el acuerdo del siglo a menos que revea las decisiones que tomaron y apliquen la legitimidad internacional. No quiero nada más que eso. No estoy hablando fuera de contexto. Si Estados Unidos no quiere respetar la legitimidad internacional ¿qué podemos hacer los Estados pequeños?.

Si Trump dice que Jerusalem está ocupada y que él acepta la fórmula de dos Estados, voy enseguida a la Casa Blanca”.

 

COORDINACIÓN DE SEGURIDAD Y TERRORISMO

“A pesar de todo esto, nosotros seguimos teniendo coordinación de seguridad con Estados Unidos, con la CIA, y no nos da vergüenza decirlo.

Es que la razón por la que mantenemos la coordinación de seguridad es que ésta tiene como objetivo combatir al terrorismo en el mundo. Y nosotros somos los primeros que queremos hacerlo, combatir el terrorismo en el mundo.

Hemos firmado acuerdos de seguridad con diversos países, para combatir el terrorismo sea cual sea su fuente, su tipo y sean quienes sean sus perpetradores. El terrorismo es el enemigo de la humanidad y es nuestro deber respetar acuerdos firmados para combatir el terrorismo”.

 

LA CONFERENCIA EN MANAMA, BAHREIN

 

“Manama (Bahrein) es un proyecto para promover temas económicos para nosotros.  Necesitamos economía, dinero y ayuda, pero ante todo, precisamos una solución política. Cuando se concrete la visión de dos Estados y sea creado un Estado palestino en las fronteras del 67, podremos decir al mundo que nos ayuden, que estamos dispuestos. Pero no aceptaremos que Estados Unidos convierta una causa política en económica.

Por eso hemos dicho que no iremos. Lo hemos dicho muy claramente.

No alentamos a nadie a que vaya a Manama y estamos seguros que el taller, o conferencia, no será exitoso.

 

RELACIONES CON ISRAEL

“Entre nosotros e Israel tenemos firmado el acuerdo de Oslo, con acuerdos anexos, entre los cuales está el Protocolo de París. Desde hace ya más de 15 años Israel ha violado todos los acuerdos firmados en los jardines de la Casa Blanca con el Presidente Bill Clinton y los firmados en París bajo el patronazgo de Francia.  Israel no ha dejado nada de ellos.

Somos pacientes, honestos, y estamos dispuestos a mantener el acuerdo de seguridad, porque estamos interesados en combatir el terrorismo a pesar de todas las medidas tomadas por el gobierno israelí.

Pero recientemente, Israel decidió deducir sumas de nuestro dinero, que junta de los puertos e ingresos por  impuestos-ya que nosotros no tenemos control de las fronteras. Tiempo atrás la Kneset decidió deducir el dinero de los mártires, presos y heridos. Nosotros lo rechazamos. Lo hicieron por los pagos a los mártires pero nosotros no estuvimos de acuerdo y devolvimos ya cuatro o cinco meses el dinero que nos han depositado. Aún esperamos soluciones. Pero no aceptaremos recibir el dinero incompleto.

Hubo quienes trataron de decirnos que negociemos, que llevemos todo el dinero y hablemos, pero nuestra respuesta es no. Todo el dinero o nada.

Queremos hablar para ver por qué toman esta decisión. Dicen que hay una resolución de la Kneset, que es sagrada. Pero para mí, esa decisión viola mis derechos y daña a gente que se entregó por nuestras vidas. Los mártires son los más sagrados. También los heridos y presos. No les puedo sacar los salarios porque Israel quiere llamarlos terroristas.

Es algo que nunca aceptaremos”.

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Nuestros comentarios, en resumen.

 

1)    Es comprensible que Abbas vea hoy a Trump como declaradamente pro israelí y no como un mediador equilibrado. Pero cabe recordar que si bien la amistad con Israel era evidente desde un principio, cuando Trump asumió trató de mantener un equilibrio en el sentido de tener buena relación con Israel, pero también acercamiento a los palestinos e invitó no sólo a Netanyahu sino también a Abbas a la Casa Blanca.

Lo que cambió la ecuación fue la línea palestina opuesta al regreso a las negociaciones con Israel.

Trump lo vio como un desafío.

Cuando reconoció a Jerusalem como capital de Israel en su discurso del 6 de diciembre del 2017, anunciando poco después el traslado, dejó en claro que eso no significa que se cierra la puerta a un acuerdo y que eso dependerá de las partes. Recordemos que la embajada pasó a Jerusalem occidental, pero los palestinos, que exigen a Jerusalem oriental para ellos, no reconocen tampoco la parte occidental como israelí.

En cuanto a las medidas contra UNRWA, es cierto que la política de dicha agencia de la ONU perpetúa la problemática de los refugiados en lugar de ayudarlos a reasentarse. Pero la serie de medidas de recortes de ayuda tanto a través de UNRWA como por otras vías, fueron ineludiblemente tomadas como una ofensiva contra los palestinos.

Esto, sumado a la expulsión de la oficina de la OLP de Washington, nos parece que resultó contraproducente.

Por otra parte, es un hecho que también durante muchos años, aunque Estados Unidos fue siempre un donante importantísimo a la Autoridad Palestina, como además era aliado de Israel, los palestinos no lo veían con confianza.

2)    Abbas exige que Trump reconozca que “Jerusalem está bajo ocupación” y que “vuelve a la visión de dos Estados”.

Trump nunca se desdijo formalmente de la visión de dos Estados sino que habló superficialmente de apoyar “un Estado, dos Estados, lo que a las partes les guste más”.

En cuanto a Jerusalem: no, no está ocupada. O sea, sí es cierto que la parte que se hallaba al Este de la línea de armisticio de 1949, fue conquistada por la fuerza por Israel en junio de 1967, al repeler el ataque jordano. Pero no es que Israel ocupó una Jerusalem que era, como dan a entender los palestinos, su capital o su territorio. En 1948 había sido ocupada por Jordania, lo cual dividió la ciudad y jamás convirtió la parte Este en su capital. Tampoco lo era de los palestinos, que no tenían siquiera un Estado.

 

3)    Abbas no mencionó que la AP mantiene acuerdos de coordinación de seguridad también con Israel. Es importante para Israel, pero más aún para él, ya que se estima-aunque la AP nunca lo diría-que sin ello, podría pasarle a Abbas en Cisjordania lo mismo que en la Franja de Gaza, en un golpe de Hamas.

En cuanto a la razón dada por el Presidente Abbas para el mantenimiento de los acuerdos de seguridad: oposición al terrorismo en todo el mundo, venga de donde venga.

Pues bien: es probable que la AP realmente se oponga al terrorismo como tal y que realmente lo vea como enemigo de la humanidad. El problema es que no ve como terrorismo el ataque a israelíes, tampoco a civiles.

De lo contrario, no daría nombres de terroristas a plazas y torneos deportivos, no habría pronunciamientos a favor de los responsables de diversos atentados contra blancos israelíes, en los que también asesinos de niños son presentados como “héroes” y modelos a emular en la sociedad palestina.

4)    Esto se conecta evidentemente con los pagos a “los que Israel llama terroristas”. Para Israel, quienes matan a sus ciudadanos, son evidentemente terroristas. Para el Presidente Abbas, son “mártires”, una palabra de fuerte carga emocional, que deja la sensación que murieron en aras de una causa justa y heroica.

Sí, técnicamente, Israel viola el acuerdo de París al deducir una suma del dinero que tiene que transferirle a la AP que en efecto es dinero palestino. Pero la AP viola el espíritu básico de los acuerdos de Oslo, al pagar de por vida a las familias de los terroristas en lo que ineludiblemente se interpreta como justificación de sus actos, alentando así a más terrorismo.

5)    Una conferencia económica, es cierto, no sustituye la necesidad de hallar una solución política. Pero hace años que los palestinos rechazan cualquier forma de volver a negociar. Y cabe recordar que por más antipatía que despierte Trump, el hecho es que rechazaron su plan ya antes de conocerlo.

Sin sentarse a hablar, no se llegará a nada.

Eso lo tienen que recordar los israelíes. Y los palestinos.

Por ahora, el continuo “no” palestino, los ha conducido a fracasos.

La imponencia de la Muqataa no puede sustituir la necesidad de sentarse a hablar, si es que se quiere hallar una solución.

 

http://www.semanariohebreojai.com/articulo/1006