Buenos Aires y París, 17 de julio de 2019
En la víspera del 25* aniversario del atentado terrorista más grave de la historia argentina, que a su vez, es el acto antisemita más contundente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, conviven manifestaciones y silencios de gran importancia que son teñidos por la oportunidad en que se producen, pero que requieren atención.
En primer término, la designación por parte del Gobierno Argentino, a través de un decreto, de Hezbolla como un grupo terrorista, es una medida largamente esperada. No haber sido declarada por ley, implica que el eventual cambio de administración o de política internacional puede modificar tal concepto y hacer retroceder este indudable y necesario avance, frente a quienes creen que es una medida obtenida por la presión o los intereses de Estados Unidos e Israel y no de la soberanía argentina.
“Seguir considerando a Hezbolla un mero partido político por su actual representación parlamentaria en Líbano es un argumento para negar su participación en dos atentados terroristas en Buenos Aires, su influencia y participación en Venezuela, su presencia en todo tipo de actividades ilegales en la Triple Frontera de Argentina, Brasil y Paraguay y su intervención militar activa en la guerra civil de Siria. No es común que un simple partido político tenga a su disposición más de 100.000 misiles iraníes apuntando a un país limítrofe, amenazándolo día a día con utilizarlos para la desaparición de sus vecinos”, sostuvo el Dr. Shimon Samuels, Director de Relaciones Internacionales del Centro Wiesenthal.
Por otro lado, es un importante paso que el día de ayer se haya dado dictamen parlamentario al proyecto de juicio en ausencia, promovido por representantes de los partidos políticos mayoritarios y en etapa previa a elecciones.
“Este proyecto es importante para poder avanzar en causas específicas pero no puede ser pensado como una solución mágica y que traerá inmediatamente reparación a los familiares de las vícitmas. No puede pensarse como un instrumento jurídico a medida y las expectativas tienen que estar a la altura de una verdadera investigación profunda, con pruebas concretas, garantizando el derecho de defensa y no como un intento paliativo para cerrar la causa”, manifestó el Dr. Ariel Gelblung, Representante para América Latina del Centro.
El Centro Simon Wiesenthal es una organización judía internacional de derechos humanos que cuenta con más de 400.000 miembros. Es miembro consultivo de las Naciones Unidas, la UNESCO, la OSCE, el Consejo de Europa, la OEA y el Parlamento Latinoamericano (PARLATINO)
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