Hace ya unos meses Israel publicó un detallado informe de su Ministerio de Asuntos Estratégicos titulado “Terroristas de traje”, sobre numerosos casos en los que palestinos miembros de organizaciones terroristas-entre ellos también algunos que participaron activamente en atentados- se hacían pasar por “activistas” de organizaciones humanitarias y promovían así sus agendas hostiles con otra apariencia.
El informe fue enviado, entre otros, a la Unión Europea. Pero parecería que no surtió demasiado efecto. Recientemente fue invitado a hablar ante el parlamento Europeo Khaled Barakat, miembro del Frente Popular para la Liberación de Palestina-que aparece claramente en el informe en cuestión- a pesar del hecho que esa organización ha sido designada por la propia Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y por cierto Israel, como grupo terrorista.
Ello llevó al Ministro de Asuntos Estratégicos de Israel Gilad Erdan a escribirle directamente al Presidente del Parlamento Europeo David Maria Sassoli, al que exhortó a no permitir que la institución que encabeza sirva de “tribuna a terroristas”.
La invitación a Khaled Barakat llegó de Manuel Pineda Martín, diputado español en el Parlamento Europeo, quien lo convocó como miembro de la ONG “Samidoun”. Se trata de una organización que se presenta como “Red de Solidaridad con los Presos Palestinos”, que apoya explícita y oficialmente el BDS contra Israel.
Video: Izquierda Unida.
El ministro israelí pidió al Presidente Sassoli que haya un “sistema robusto que garantice que miembros de grupos designados como terroristas, no puedan entrar en el futuro al Parlamento Europeo”.
Tanto Barakat como quien le acompañó en la actividad, Mohamed Khatib, Coordinador de Samidoun en Europa, estaban incluidos en el informe “Terroristas de Traje”. En esa publicación había información detallada sobre más de 100 vínculos entre miembros de organizaciones terroristas y grupos que promueven el boicot de Israel. Según dicho informe, Barakat estuvo involucrado en el reclutamiento de terroristas, la transferencia de fondos para el terror desde Líbano a Bélgica y la ayuda a miembros del Frente Popular para que reciban entrenamiento de Hizbala.
Otro caso, mucho más notorio, de vínculos entre el Parlamento Europeo y terroristas, fue la invitación en el 2017 a Leila Khaled, responsable del secuestro de un avión de TWA en 1969 y otros casos , por los que fue presa. Años después fue liberada en el marco de un intercambio de prisioneros con el Frente Popular.
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