El jefe de Hezbollah, Hassan Nasrallah, lanzó recientemente una nueva amenaza a ciudades y sitios sensibles de Israel. El secretario general de la organización recientemente designada como terrorista transnacional por el gobierno de la República Argentina, hizo alarde una vez más de la capacidad militar del grupo terrorista que conduce para atacar objetivos en el interior de Israel.
Las últimas amenazas se produjeron en un discurso televisado que sirvió como un recordatorio de la ambiciosa carrera armamentista en la que participa el ejército terrorista chiíta cuya logística y financiación está patrocinada por el régimen khomeinista de Irán.
El Hezbollah libanés es el actor no estatal más fuertemente armado del mundo: su arsenal misilístico tierra – tierra se estima en alrededor de 150.000 cohetes, siendo más grande que la mayoría de los ejércitos de los países árabes.
Según analistas de seguridad israelíes consultados por Infobae, luego del discurso del jefe terrorista, los preparativos de defensa ante la potencial guerra que pudiera lanzar el grupo que opera como ejército de ocupación iraní en Líbano, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), se centran en la planificación de operaciones ofensivas y defensivas para hacer frente a la amenaza.
La escalada verbal comenzó el 12 de julio, cuando Hassan Nasrallah dijo desde la cadena de televisión Al-Manar (El Faro en castellano), órgano oficial de comunicación del grupo terrorista, que «Hezbollah mejoró sus capacidades ofensivas, exhibió un mapa de territorio israelí, amenazó con atacar objetivos estratégicos como el Aeropuerto Internacional Ben Gurion, la instalación nuclear de Dimona, una central eléctrica en Hadera, el puerto de Ashdod y los tanques de amoníaco en la ciudad de Haifa».
Las autoridades israelíes han tomado seriamente esta última amenaza de Hezbollah ya que el grupo terrorista no hace distinción entre objetivos civiles y militares, y ha mostrado en el pasado que su objetivo de aterrorizar a civiles israelíes es una prioridad máxima en futuras guerras. Nasrallah también amenazó con golpear la sede de las FDI en el corazón de Tel Aviv, así como una serie de bases de la fuerza aérea.
Hezbollah construyó su arsenal mediante el contrabando de misiles desde Siria e Irán y los ha emplazado en unas 200 aldeas del sur del Líbano y en otros puntos de lanzamiento en el Valle de Bekka, al este del Líbano. Con ello, acrecentó su poder de fuego en el corazón de las comunidades libanesas, pero ha convertido a miles de civiles libaneses en escudos humanos si es que Israel decide atacar las bases y sitios de lanzamientos.
Los proyectiles son construidos en las fábricas iraníes, así como por fábricas de armas conjuntas entre Irán y Siria, en Siria. La Fuerza iraní Al-Quds es responsable del contrabando de esos sistemas de armas al Líbano. Ese arsenal se compone principalmente de cohetes de corto alcance con un rango de 45 kilómetros, pero también incluye miles de cohetes de rango medio que pueden alcanzar el centro de Israel, donde vive la mayoría de la población civil y se encuentra el centro económico del Estado Hebreo.
Antes de que estallara la Segunda Guerra del Líbano en 2006, Hezbollah tenía alrededor de 11.000 cohetes, menos del 10 % de lo que tiene hoy, la gran mayoría de los cuales eran de corto alcance.
Actualmente, según analistas militares, el principal objetivo de Hezbollah es convertir sus cohetes y misiles en armas guiadas. Evitar que eso suceda se ha convertido en una de las principales prioridades de seguridad nacional israelí.
Con la ayuda de Irán, Hezbollah ha intentado en repetidas ocasiones establecer «fábricas de conversión» que instalen kits de guía GPS en misiles y cohetes no guiados. Los componentes relevantes se transportan desde Irán a las fábricas en Siria y el Líbano, ya sea por tierra o por vía aérea a través de Damasco y utilizando aviones de línea comercial, según un informe reciente del Centro Británico de Comunicaciones e Investigación de Oriente Medio.
Para el Centro de Información sobre inteligencia y terrorismo israelí, «las amenazas de Nasrallah expresan su creciente confianza en sí mismo y de su patrocinador, Irán«, basado en la mejora significativa de las capacidades ofensivas de Hezbollah desde la Segunda Guerra del Líbano.
Sin embargo, el arsenal de Nasrallah es significativamente menos preciso de lo que él y los iraníes hubieran querido que sea en esta etapa. Esto se debe a la activa campaña de Israel, en su mayoría de bajo perfil, para interrumpir la acumulación de cohetes guiados del grupo terrorista mediante la emisión de advertencias claras de que los misiles no llegarán al Líbano y serán destruidos en territorio sirio.
Israel sostiene que es esencial actuar ahora para evitar que Hezbollah obtenga poder de fuego de precisión en lugar de esperar y enfrentar armas que pueden cambiar la ecuación en Israel en una guerra futura.
Esta lógica parece estar vinculada a informes recientes de nuevos supuestos ataques israelíes contra objetivos militares iraníes en el sur de Siria. Según esos informes, los ataques afectaron a los puestos militares que anteriormente ocupaban las fuerzas rusas y que desde entonces han sido tomadas por milicias respaldadas por Irán.
El pasado martes, el embajador israelí en Naciones Unidas, Danny Danon, expuso sobre el tráfico de armas de la Fuerza Al-Quds a Hezbollah a través del puerto marítimo de Beirut, utilizando canales marítimos civiles. «El Puerto de Beirut es ahora el Puerto de Hezbollah«, dijo. El contrabando incluía componentes destinados al programa de conversión de Hezbollah para convertir proyectiles no guiados en misiles de precisión.
Mientras tanto, el eje Irán-Hezbollah continúa amenazando a Israel de otras maneras. El miércoles, la agencia de inteligencia Shin Bet expuso una red terrorista iraní con base en Siria que intentó reclutar agentes dentro de Israel, Cisjordania y Gaza para reunir inteligencia y organizar ataques contra objetivos israelíes.
«La red operó fuera de Siria, bajo la dirección de Irán y fue dirigida por un sirio llamado ‘Abu Yihad'», declaró el Shin Bet. Abu Yihad usó perfiles falsos de Facebook para tratar de reclutar a ciudadanos árabes israelíes y palestinos, para que reunieran información sobre bases militares, instalaciones de seguridad sensibles, figuras de alto perfil, edificios de la policía y hospitales, todo como parte de los esfuerzos iraníes para preparar una lista de objetivos.
El Shin Bet dijo que detectó y supervisó la red desde su inicio, monitoreando de cerca a los manipuladores en el extranjero y a los reclutas en Israel y Cisjordania que expresaron su disposición a cooperar. La agencia señaló que «la gran mayoría de los ciudadanos israelíes a quienes se acercaron se negaron a cooperar ya que sospechaban que había un elemento hostil involucrado y cortaron las comunicaciones».
Este conflicto en la sombra puede convertirse en un conflicto en toda regla debido a catalizadores menores. Las tensiones en el Golfo Pérsico entre Irán, Estados Unidos y otros países podrían formar uno de esos catalizadores.
Durante cuatro años, Israel ha frustrado los intentos de Irán de construir bases en Siria, y ha impedido que construyan miles de proyectiles, que los iraníes lleven aviones, y que la Guardia Revolucionaria Islámica ingrese tanques a Siria.
La amenaza de Hezbollah y la amenaza directa de Irán permanecen intactas para los israelíes que sostienen haber parado la expansión de Irán en Siria sin mayores problemas, al tiempo que reconocen estar preparados para el día en que Hezbollah inicie hostilidades
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