El ataque de Hezbollah al comienzo de la semana, naturalmente, ha mantenido a los políticos, al público y a los medios ocupados. Mucho se ha dicho sobre el ataque y la voluntad de divulgar cualquier tipo de detalles al respecto.
Sin embargo, hay dos cuestiones estratégicas más urgentes que el gabinete, actual o no, tendrá que discutir y resolver.
El primer problema es la pregunta «¿Quién es el enemigo?» Nuestra tendencia es señalar a Hezbollah o su patrón, Irán. Eso es lo que hicimos en 2006 y así es como trabajamos hoy.
Esa es, de hecho, la forma en que Israel ha estado presionando a más y más países para que declaren a Hezbollah como una organización terrorista.
La otra opción, que es la correcta en mi opinión, es declarar al Líbano como el enemigo.
Líbano no es solo el país que sufre daños colaterales cuando atacamos a un objetivo de Hezbollah, sino que debe ser el enemigo oficial.
Se podría argumentar de cualquier manera, pero este tema merece una decisión estratégica clara que establezca un curso de acción militar y político.
La acción política no es propaganda. La acción política es, por ejemplo, convencer a Estados Unidos de que deje en claro al gobierno libanés que, si no detienen el impulso de Hezbollah por misiles guiados con precisión, Estados Unidos impondrá sanciones económicas cada vez más duras a Beirut.
El segundo tema más importante sobre la mesa es si Israel debería comenzar una guerra preventiva en el Líbano.
Es importante diferenciar entre un ataque preventivo y un contraataque.
Un país que sabe que un enemigo está a punto de iniciar un ataque en cuestión de días, contraataca. Avanza primero para interrumpir el movimiento inicial del enemigo.
Israel lo hizo en 1967 y consideró hacer lo mismo en 1973 a instancias del entonces comandante David Elazar, pero se abstuvo en el último minuto.
Una guerra preventiva es algo completamente diferente, es cuando una parte declara la guerra al enemigo involuntario. Su propósito es dañar las capacidades actuales o futuras de ese enemigo.
La guerra iraquí-estadounidense de 2003 fue preventiva, o al menos así fue como George W. Bush la presentó al mundo.
La mayoría de los políticos israelíes insisten en que Israel no podría lidiar con una situación en la que Hezbollah cuenta con cientos o miles de misiles guiados.
El argumento es que si estalla una guerra futura, no solo la infraestructura de Israel sufrirá daños insoportables, sino que la capacidad de la Fuerza Aérea de Israel de operar de manera eficiente sufrirá aún más.
De hecho, sería mejor si pudiéramos sabotear cualquier desarrollo futuro con algunas acciones encubiertas precisas.
Pero, ¿qué pasaría si la conclusión final fuera que, para frustrar tal amenaza, necesitamos iniciar un ataque masivo y abierto contra varios objetivos en este momento?
Durante años, Israel lidió con la amenaza inminente de una gran cantidad de armas químicas en Siria: armas que Siria podría haber utilizado en docenas de misiles Scud para llegar a todos los rincones de Israel.
Hubo algunas voces que argumentaron que no era posible vivir a la sombra de una amenaza tan constante, por lo que una guerra preventiva contra Siria sería lo correcto.
Israel evitó tomar tales medidas, y el arsenal de armas químicas y misiles Scud ya no existe. Hay muchas diferencias entre esta vieja amenaza y la nueva que se está gestando en el Líbano, por lo que este es un problema concreto y no solo uno basado en principios.
Si entendemos que no podemos garantizar la terminación del proyecto de misiles guiados con precisión de otra manera, ¿sería una guerra preventiva una medida adecuada?
Satan es el verdadero enemigo de Israel, y lo es tambien del resto de los pueblos de la tierra … oculto tras el ropáje del antisemitismo en todas sus formas, del islamismo inquisidor, expansivo y aniquilador, del prejuicio larvado en tantas mentes arcáicas, que arrojan sobre el pueblo de Israel, la responsabilidad única de todo cuanto sucede, disfrazado de apaciguador y revestido de respetabilidad, esconde tras de si, los peores propósitos y toda la malignad que uno se pueda imaginar …
Ocupa las altas esféras de la politica y la economia, asi como escános en las diferentes cátedras …se vale de una propaganda mediatica insidiosa y perversa , y de un populísmo demagógico y barato con el fin de alcanzar sus objetivos …se complace a capricho, en llamar «bueno» a lo malo, y malo a lo bueno , a confundir méntes, doblegar ánimos, someter voluntades, incentivar cizáñas, provocar conflictos y toda suerte de injusticias y aberraciones … se le puede «reconocer» en alguno de sus émulos, veanse todos los movimientos terroristas que operan a dia de hoy, los tíranos con ellos conchavádos, aquellos que fomentan la mentira y el ódio, o toman desde sus respectivos cárgos, decisiones parciales y arbitrarias aún a sabiendas del perjuicio que las tales tendran para sus victimas potenciales …
No busquen mas … «ése» y no otro es el verdadero enemigo de Israel, y por extension del conjunto de la humanidad, el mismo que mueve los hilos en la sombra con siniestro deleite …
los «demas» apenas son otra cosa, que peones que mueve y utiliza a su antójo, con los fines ya señalados …