Al ir Israel a elecciones el martes 17, la semana entrante, el punto principal de discusión es si dar el sí o el no a Netanyahu en el poder. Eso es el punto central. Para analizar esto y varios aspectos más relacionados a las elecciones, recurrimos al gran analista Ben Dror Yemini de Yediot Ahronot, que tiene la particularidad de criticar a la derecha o a la izquierda según lo que ocurre en el terreno y no por encasillamientos ideológicos.
P: Hablamos antes de las elecciones del mes de abril y usted me decía que la pregunta central era no tal o cual plan político, sino si Netanyahu sigue a un nuevo mandato, o termina su carrera política. Eso no ha cambiado ¿verdad?
R: Así es. No ha cambiado. En toda esta campaña no se ha oído ningún debate serio sobre nada prácticamente. Es el estilo de la última década, dicho sea de paso no sólo en Israel sino también en Francia, Estados Unidos por cierto, en otros lados. No debates sino trucos, frases cortas que se registran fácilmente, slogans…es muy triste que esa sea hoy la discusión democrática.
P: Parte del tema deriva del fenómeno de las redes, la rapidez de los mensajes, los medios electrónicos. Seguramente Ben Gurion y Golda Meir no se verían hoy bien en pantalla.
R: Así es.
P: ¿Pero el tema es, además, que no hay grandes diferencias entre los dos grandes partidos, el Likud y Kajol Lavan?
R: Yo creo que sí hay diferencias. Ambos nos llevan, sin duda, en direcciones distintas. No ha habido una discusión real porque de todos modos no pasa nada, no hay negociaciones. Y hasta diría que si hay cambio de gobierno y sube el centro izquierda, tampoco cambiará nada, porque no importa qué ofrecemos nosotros, los palestinos dirán que no. Eso es algo que el mundo tiene que saber. Lo digo basándome en lo que ocurrió hasta ahora, no en el aire. Pero la diferencia ideológica existe. La derecha, encabezada por el Likud, nos lleva de a poco a una situación de un Estado binacional, mientras que estimo que un partido de centro o centroizquierda, al menos detendrá ese proceso.
P: Y lo extraño es que ahora Gantz, de Kajol Lavan, habla todo el tiempo de unidad nacional con el Likud, aclarando que sin Netanyahu…con lo cual desdibuja las diferencias.
R: Tienes mucha razón. Y con ese encare Gantz está ayudando a Netanyahu, porque lo que él quiere es que el debate público sea sobre él, no sobre la propuesta política de un partido. Yo, si fuera Gantz, diría que aspiro a la separación de los palestinos, pero no hay debate, nada.Y por eso todo parece ser “Sí o no a Bibi”.
P:Gantz se ha manifestado a favor de una separación de los palestinos pero por otro lado no ha mencionado nunca la fórmula “dos Estados”.Medio extraño ¿no?
R: Lo has dicho exacto. Lo que pasa es que hay variedad de matices allí. Fijate que la plataforma electoral del partido es la que tenía antes Yesh Atid, uno de sus componentes. Ahí sí hablan de dos Estados. Pero nadie mira las plataformas. De todos modos, no importa, porque está claro que parte del partido no acepta la idea de Yesh Atid al respecto. También en la Unión Democrática, una cosa es el plan de Ehud Barak y otra el de Yair Golan.
Y cuando no hay debate, lo que quedan son los insultos, la derecha diciendo que la izquierda en el gobierno es un peligro, la izquierda diciendo que Bibi es un corrupto. Lástima que no se debate nada.
P: De los temas de fondo ¿cuál diría que es el tema central?
R: Yo siempre digo en mis conferencias, justamente sin ser de derecha ni de izquierda, sino como sionista, de agenda nacional, a favor de un Estado judío y democrático, que lo que tengo claro es que no puedo votar por nadie de derecha. Cuando me preguntan por qué, explico que qiero un Estado judío0, no binacional, y que la derecha, de a poco, nos conduce a un estado binacional.
La derecha llevará a cabo el plan de acción del BDS. Dice que quiere un Estado judío, pero nos conducirá a otra cosa. Y yo veo que la gente piensa. Te diré que la tercera parte del Likud no está a favor de la Gran Tierra de Israel. Con la línea actual, lo están perdiendo-
P: ¿Cómo ve la evolución de Netanyahu en los últimos años?
R: Se ha movido a la derecha, pero no sólo ahora para las elecciones. Mi peor problema con Netanyahu es que siento que le ha pasado algo malo, que en lugar del interés nacional, su prioridad ahora es el interés personal y político. El ejemplo más notorio es el anuncio que impondrá la soberanía en el Valle del Jordán. Todos sabemos que estando en el poder desde hace más de 10 años, podría haberlo hecho muchas veces pero no lo hizo porque sabe que causaría problemas. Pero ahora cree que le puede ayudar en las elecciones y por eso lo anunció.
La verdad, la situación me preocupa mucho, porque yo quiero un Primer Ministro, sea de derecha o de izquierda, que piense ante todo en el país. Netanyahu ha tenido años mucho mejores. Ha hecho cosas maravillosas, como las relaciones exteriores de Israel, el lugar que le ha dado a Israel en el mundo. Pero en los últimos tres años, es otra persona.
P: Las grandes amistades, no necesariamente ayudaron en todo…
R: Claro que no. Irán está más fuerte que antes. Es cierto que Israel actúa para frenarlo, pero su éxito no es absoluto y le llegan muchos cargamentos de armas a Hizbala, de los que Israel se ve que no se entera. Y el proyecto de los misiles precisos de Hizbala no sabemos si se va a frenar del todo. Hizbala ya alcanzó a armarse muchísimo en 10 años de calma en la frontera. Esos 10 años fueron de Netanyahu, y no hizo nada.
Y no podemos olvidar a Hamas, frente al que no tiene respuesta. Les permite recibir dinero de Qatar pensando que con eso comprará algo de calma. Pero no se soluciona.
Y el tema es que aún si los palestinos nunca aceptaron nada, mientras estamos negociando y presentamos propuestas, todo bien, nos pueden entender. Pero si él proclama la anexión del Valle del Jordán, parecerá que la culpa de que no haya nada, es por Israel, aunque la realidad sea otra.
P: ¿Qué logros le reconoce al Likud?
R: Los últimos 10 años han sido los más tranquilos en mucho tiempo. No que no ha pasado nada, pero no es la situación en la que todos los días había explosiones en cafés. Todo ha estado más calmo. El turismo avanza de modo impresionante, la economía es fuerte.
P: ¿Cómo convencería al público de que vote por Gantz?
R : Si fuera Gantz, diría que quiero un Estado judío y sionista, que viva en paz interna y sin la tensión y las divisiones que aumentaron por la línea de Netanyahu, de intensificar las divisiones y conflictos internos.Diría que extiendo una maho a los árabes israelíes, que este es un Estado judío, pero en el que pueden vivir en plena igualdad. Y buscaría condiciones para separarnos de los palestinos, aunque no sea retirada.
P: ¿Qué impresión le causa Gantz? Tanto se ha hablado de la inseguridad que irradiaba porque tartamudeó, de los problemas en el partido…
R: Mira, hace unas semanas, se pasaron hablando todo el tiempo de los problemas dentro de Kajol Lavan pero al terminar todo eso, la primera encuesta mostró que habían subido 2 ó 3 escaños. O sea que el público es más maduro que las tonterías de las que se habla. Eso no influyó en nadie. Quizás es una muestra de la madurez del público. Claro que son sólo encuestas, no las elecciones mismas, pero al menos, eso refleja estados de ánimo.
P: ¿Le parece que Gantz irradia seguridad?
R: Te cuento que yo estuve en una reunión con él antes de las elecciones anteriores, éramos unos 15 miembros de la redacción. Luego, por segunda vez, estuve con él la semana pasada. Y noté claramente la diferencia. Lo sentí con mucha más experiencia, acostumbrado, seguro de sí mismo. Más libre.
P: Y en una sociedad tan dividida como la israelí ¿cómo se maniobra antes de ir a las urnas? El Presidente Rivlin habló una vez de las distintas “tribus” que componen a Israel.
R: Yo no estoy de acuerdo con eso porque dentro de cada parte hay muchos matices. Creo que en Israel hay un arco muy variado, que según el modelo de Gauss, se acerca mucho a una campana. O sea: una sociedad normal, sana, en un gráfico de posiciones políticas, se parece a una campana, poco en los extremos y mucho en el centro. Así es el gráfico israelí. Claro que hay extremistas. Pero la mayoría aún está en el centro.
P: Para terminar…Netanyahu sostiene que lo persiguen, y los críticos de Netanyahu sostienen que lo que quiere es ganar para poder promulgar una ley que lo salve de un juicio. ¿Cree que el gobierno de Derecha amenaza al Estado de Derecho?
R: No. La democracia es mucho más fuerte que Netanyahu…Se han dicho muchas tonterías en este tema. También ahora se dice que rehusará irse si no gana. Yo no lo veo así en absoluto. Son tonterías, no se quedará. Si lo hiciera, hay que ir a la Suprema Corte de Justica para que lo saque. ¿A quién crees que los policías harían caso para hacer cumplir la decisión del pueblo? ¿A Bibi o la Suprema Corte? No tengo dudas que a los jueces. De todos modos, él no lo hará, claro que no.
P: En su reiterada decisión de postularse e intentar nuevamente ser electo ¿la razón no es también que está convencido que él es lo que Israel necesita, y que sin él Israel estará perdido?
R: Ese también es un elemento, pero creo que lo principal, es salvarse del juicio.
http://www.semanariohebreojai.com/articulo/1477/central+disputa
Esa disyuntiva a mi juicio, no se plantea , y mas en el actual contexto internacional, que éxige y requiere púlso firme y vision de Estado … el único rival suceptible de surgir en el horizonte politico de Netanyahu, es el própio Netanyahu, o mejor dicho, un cúmulo de circunstancias personales capáces de penalizárle electoralmente, o de disuadírle a seguir al frente de su cargo ..honestamente no atísbo entre los candidatos en liza, ninguno mas ápto y apropiado para defender los derechos e intereses de Israel … los electores naturalmente, tendrán finalmente la última palabra al respecto …