El Profesor Gideon Rahat, uno de los principales investigadores en el Instituto Israelí de Democracia y catedrático en el Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Hebrea de Jerusalem, analiza la situación de cara a las elecciones en Israel, pensando no sólo en lo inmediato sino en las derivaciones que pueden tener más adelante, en la vida diaria y el espíritu del Estado.
Conversamos con él este domingo, faltando menos de 48 horas para la apertura de las urnas.
P: Profesor Rahat, siempre se dice, antes de ir a votar, que los comicios son determinantes para el futuro de Israel. ¿Hay algo especial que justifique esta afirmación , en relación a estas elecciones?
R: Yo creo que el tema central es que estas elecciones pueden determinar en qué dirección se mueve Israel, si será una democracia populista, una democracia de la mayoría o seguirá siendo una democracia liberal.
P: ¿Dónde ve usted los peligros, las amenazas que podrían llevar en la primera dirección que menciona?
P: Por un lado hay un Primer Ministro que lucha por su vida, que no quiere llegar a la cárcel, que está aliado con fuerzas entre las que hay quienes tienen interés en una democracia de la mayoría judía, sin que los molesten los tribunales, los administradores profesionales y los medios de comunicación libres e independientes. Y por otro lado están quienes intentan combatir esa tendencia, sea porque son la minoría o porque simplemente creen que es lo que hay que hacer.
P: La ex Ministra de Justicia Ayelet Shaked , por ejemplo, cuando propulsaba distintos cambios en el sistema judicial, lo hacía defendiendo la necesidad de mayor gobernabilidad.
R: El concepto de gobernabilidad está equivocado.No es que la mayoría puede hacer lo que quiere. Un gobierno puede trabajar de modo exitoso cuando logra entendimientos amplios en la sociedad. Tiene que habar un sistema de controles. Es un problema creer que en aras de una gobernabilidad efectiva el gobierno de la mayoría puede hacer lo que quiere.
P: Pero en el terreno no ha habido cambios realmente significativos. Ha habido más iniciativas, mociones legiislativas, que leyes realmente promulgadas…
R: Evidentemente no se puede decir que las fuerzas que querían los cambios lograron control pleno, porque hubo quienes los combatieron. Dentro de la propia coalición los frenaron, en especial el Ministro de Finanzas Moshe Kahlon y algunos de sus diputados. Pero por otro lado esto es un proceso, no es algo que cambia e un día sino que empieza de a poco. Ha habido cierto deterioro.
Pero es cierto que no se puede en un día actuar contra la democracia en Israel y contra los elementos liberales. En Polonia por ejemplo, llevó mucho menos tiempo actuar contra elementos de la democracia liberal. Acá lleva mucho tiempo. Recordemos que hace 10 años mandamos al Primer Ministro a prisión, un Presidente ha estado en la cárcel, ministros. Todos tenían claro que todos son iguales ante la ley. Ahora hay alguien que parece que cree que está por sobre la ley.
P: Eso no es lo que dice Netanyahu. El sostiene que es inocente y que lo persiguen.
R: Pues si es inocente, que lo demuestre en un juicio. Yo espero que sea absuelto. Creo que todos se alegrarían si ello ocurriera, también quienes no lo apoyan. Nadie se alegra si el Primer Ministro va preso. Las críticas a Netanyahu en este tema no pasan por lo personal sino por el cuidado del Estado de Derecho.
P: ¿Ve cambios concretos?
R: Hasta el 2015, quien frenaba todas las leyes que hoy nos caen mal, era el propio Netanyahu. O sea que antes tenía otros valores. O quizás era porque con Obama en la Casa blanca, no se animaba. El hecho es que cambió. Y cuando él quería, frenaba todas esas iniciativas.
P: ¿Hay algo del discurso del Likud en lo que usted diría que tienen razón?
R: Netanyahu tiene mucha razón al decir que la situación ha mejorado en temas de seguridad. Mira, sabemos que Netanyahu es excelente en campañas negativas siempre lo fue. No es nuevo. Tiene cosas para mostrar, como el hecho que aparece en alguna propaganda, como super líder, que se lleva bien con Putin y Trump. Puede decir, con razón, que la economía es estable, que Israel está bien en muchas cosas. Pero prefiere ir a las campañas negativas. A veces pienso que si lo viera, le diría por qué no hace una campaña menos negativa, ya que más allá de ruidos y sonidos diversos, la situación mejoró.
Pero prefiere la campaña negativa.
La izquierda, el poder, y los palestinos
P: ¿Ve algún escenario en el que la izquierda o centro izquierda pueda volver al poder?
R: Por ahora no. Sí veo un gobierno de unidad nacional pero tampco eso es seguro ya que el partido Kajol Lavan no quiere a Netayahu al frebte. No será fpacil. Si él decidiera irse solo, todo sería más fácil. Pero no creo que lo haga.
P: ¿A qué atribuye la estrepitosa caída de la izquierda? En gran medida se debió a las posturas del lado palestino ¿verdad?
R: Creo que el primer gran golpe sufrido por la izquierda fue en la segunda intifada, a raíz de los atentados suicidas palestinos. Mucha gente dijo “firmamos un acuerdo y eso es lo que recibimos”. Aumentó la cantidad de gente que pensó en pasos unilaterales que sirvan a Israel, así como el gobierno de Kadima hizo cuando llevó a cabo la desconexión de Gaza.
El problema es que tampoco eso se ve como un gran éxito, por la política de Hamas, por todo lo que hizo desde la retirada de Israel.
Además por temas socioeconómicos, a la izquierda no le quedan muchos adeptos . Vota hoy por la izquierda la gente que apuesta a determinados ideales , o los que piden un encare más social en la política, como el que propulsan ahora en el laborismo Amir Peretz y Orly Levi.
P: ¿Cómo etiquetaría a Beni Gantz, jefe de Kajol Lavan? Netanyahu dice que es «izquierda», pero sabemos que no.
R: Yo creo que Gantz mismo es de centro, al igual que Yair Lapid. Heredaron la concepción de Kadima respecto a pasos unilaterlas. No se confían en los palestinos porque éstos ya se han demostrado en demostrar que no son interlocutores para llegar a un acuerdo. Así que lo que busca Gantz, creo yo, es un entendimiento que evite que lleguemos a un Estado binacional.
P: Pero hablan de separación de los palestinos, no de la fórmula de dos Estados.
R: Es que en esto, el tema es muy sencillo. La división entre Hamas y Fatah impide toda posibilidad de avanzar. Se lo puede ver claramente en la política de Netanyahu respecto a Gaza. No quiere que Hamas controle Cisjordania, pero tampoco hace ningún esfuerzo para derribarlo en Gaza. Creo que así, le resulta más fácil.
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