Manzana con miel para tener un año nuevo dulce. Foto: Shutterstock
En Israel cualquiera puede pensar que con el verano terminado y los niños de regreso a la escuela la vida debería volver a la normalidad pero aquí la calma nunca dura demasiado.
Y esto se debe a la proximidad de una de las etapas más complejas del calendario judío: la época de los “jaguim” en la que se suceden las fiestas hebreas de Rosh Hashaná, Iom Kipur y Sucot (Año Nuevo, Día del Perdón y Fiesta de los Tabernáculos).
Mientras que para los judíos de la diáspora esto simplemente significa tomarse unos días libres del trabajo y consumir budín de miel, en Tierra Santa las cosas son más complicadas. Si lo que quieres es las fiestas como un verdadero israelí, ten en cuenta que aquí las cosas funcionan de la siguiente manera:
1. Comer en exceso
La tradición de comer en abundancia no se limita a las fiestas judías ni a Israel. Pero aquí se combinan ambos factores: localía y tradición, lo que se traduce en una situación letal. Los israelíes no solo asisten a todas las interminables cenas a las que son invitados, sino que también tienen que lidiar con el hecho de que todos el mundo está de vacaciones. Así, se suceden desayunos, almuerzos y cenas durante ¡casi un mes entero!
2. Ofender a al menos una rama de la familia
Una de las mejores cosas que tiene Israel es su pequeño tamaño. Esto significa que, sin importar cuán lejos vivan tus familiares, no será un gran esfuerzo verlos. Pero esto también implica que cada parte de tu familia (y la de tu pareja) espera que celebres todos los “jaguim” con ellos. El resultado: la mayoría de los israelíes ofenden siempre a un lado de la familia…
Para evitar este dilema, la gente se enfrenta a tres opciones. La primera es simplemente ignorar cualquier comentario pasivo-agresivo. La segunda se trata de prometerle al lado descuidado de la familia que celebrarás Pesaj (Pascua judía) con ellos. La tercera puede ser la más sabia: celebrar Rosh Hashaná en Tailandia.
3. Mil maneras de observar Iom Kipur
Fuera de Israel, Iom Kipur es un día difícil que generalmente incluye ayuno, arrepentimiento y largas horas en la sinagoga. Aquí en Israel es diferente. Es cierto que muchas personas pasan el Día del Perdón acorde a la ley judía pero también hay muchísimas que no.
En lugar de ayunar y rezar, miles de israelíes prefieren hacer uso del feriado para descansar. Ese día las carreteras están vacías, los canales de televisión no transmiten y nadie levanta el teléfono. Las “pandillas” de niños se apoderan de las calles para andar en bicicletas, los adultos se ponen al día con Netflix (con las cortinas cerradas para no ofender a los vecinos) y las familias más aventureras pasan una jornada en la naturaleza.
4. Salir de excursión (a riesgo de arrepentirse)
La temporada de las fiestas judías de septiembre/octubre en Israel es una de las mejores en lo que respecta al clima. Junto al hecho de que todo el país está de vacaciones, esto significa que muchísimas personas se la pasan yendo de aquí para allá. El senderismo es una gran opción.
Esto puede sonar absolutamente encantador pero pensarás diferente cuando estés atrapado en el tráfico del sendero Am Israel, el mismo lugar apartado y romántico que recuerdas de hace años.
Los israelíes caen en esta trampa cada año. Aun así, no habrás celebrado realmente las fiestas en Israel si no pasas al menos un par de horas atrapado con tu familia en el automóvil o en la fila de entrada a un parque nacional…
5. Los niños, un capítulo aparte
Imaginamos que los padres de todo el hemisferio norte están encantados a principios de septiembre. Después de todo, pueden enviar a sus hijos de vuelta a la escuela después de un verano infernalmente largo. Por su parte, los padres israelíes no sienten ninguna emoción porque saben que tienen que completar otras tres semanas de tiempo extra fuera de la escuela, cortesía de la temporada de fiestas.
Después de gastar una fortuna en campamentos de verano, piscinas y vacaciones exóticas en el extranjero, ¿qué hacer ahora? Lamentablemente, no hay una respuesta precisa pero si te encuentras reflexionando sobre eso, ¡entonces eres verdaderamente un israelí!
6. ¡Huir!
¿Recuerdas a los suegros, los embotellamientos y los dilemas sobre el tiempo libre de los niños mencionados más arriba? Bueno, hay una solución muy israelí y efectiva para todo: huir del país. Deja todo, haz las maletas y reserva el vuelo más barato.
Sin embargo, una advertencia: este mecanismo de supervivencia es compartido por aproximadamente la mitad del país. Así que no te sorprendas demasiado si te encuentras cenando con tus suegros en la noche de Rosh Hashaná ¡pero en una isla griega y rodeado de otros israelíes!
7. Procrastinar
“Ajarei HaJaguim”. Estas dos palabras, que significan «después de las fiestas», resumen la mentalidad generalizada en esta época del año.
En septiembre, esta breve frase se convierte en la respuesta a casi cualquier cosa. “¿Cuándo comenzaré mi dieta? Ajarei HaJaguim . ¿Cuándo podremos hablar sobre mi aumento de sueldo? Ajarei HaJaguim . ¿Cuándo volverán a levantar el teléfono en las oficinas gubernamentales?” Sí, adivinaste… “Ajarei HaJaguim”.
8. Intentar sobrevivir hasta Janucá
Después de un mes de comer toneladas de comida deliciosa, caminar en un clima hermoso y descuidar completamente todos los deberes, es hora de volver a la realidad.
Regresar a la primera semana completa de trabajo después de las vacaciones es realmente horrible. Porque después de tener nuestro calendario llenos de minivacaciones en mitad de la semana durante tanto tiempo, ¿cómo podremos sobrevivir cinco días completos en la oficina? Es simplemente inhumano.
Para empeorar las cosas, la próxima fiesta judía significativa recién es Janucá en pleno invierno. Pero si te sirve de consuelo, ahora podemos comer las donas típicas de esta fiesta prácticamente durante todo el año.
¡Shana tova para todos!
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