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La sección de Nitzavím (firmes) contiene algunos de los principios más fundamentales de la fe judía:
La unión del pueblo judío: «Todos ustedes se encuentran hoy firmes ante Di-s, su Di-s, los jefes de sus tribus, los ancianos, los oficiales, todos los hombres de Israel; los niños, las mujeres, el extraño que vive con ustedes; desde el leñador hasta el aguatero».
La futura redención: Moshé advierte sobre el exilio y la desolación de la tierra que ocurrirá si el pueblo abandona las leyes Divinas. Sin embargo luego profetiza que, al final, «Retornarás hacia Di-s… Aunque tus desterrados estén en el extremos del cielo, también de allí te reunirá Di-s… y te traerá a la tierra que tus padres poseyeron».
La practicidad de la Torá: Porque este mandato que te prescribo hoy no está más allá de ti, ni está lejos. No está en el cielo… No está del otro lado del mar… Por el contrario, es muy cercano a ti, en tu boca, en tu corazón, para que lo lleves a la práctica».
El libre albedrío: «Mira, pongo ante ti hoy, la vida y lo bueno, la muerte y lo malo… Y elegirás la vida».
LA TORA ES DE TODOS
Nuestra parashá comienza diciendo: «Todos ustedes se encuentran hoy firmes ante Di-s, su Di-s, los jefes de sus tribus, los ancianos, los oficiales, todos los hombres de Israel; los niños, las mujeres, el extraño que vive con ustedes; desde el leñador hasta el aguatero». Y acá surge un interrogante, si ya dice “Todos ustedes” ¿por qué es necesario especificar “los jefes de sus tribus, los ancianos, los oficiales, todos los hombres de Israel; los niños, las mujeres, el extraño que vive con ustedes; desde el leñador hasta el aguatero»? Es que la Torá no tiene un dueño en particular, sino que es de todo el pueblo judío, sin que importe su nivel de sabiduría ni el lugar que ocupa en la sociedad. Como se dice comúnmente: “El cerebro es el órgano mas elevado del cuerpo humano, pero necesita del simple pie para trasladarse”.
SIN DISFRACES
Llegó el día del Juicio, Rosh HaShaná. El lunes y el martes de la próxima semana todos nos presentaremos ante el Juez Supremo, quien determinará nuestra suerte para el nuevo año. Para esta ocasión vale la siguiente historia:
Un rey salió de cacería, pero se extravió en el bosque. Comenzó a deambular sin rumbo, hasta que, por la noche, cuando estaba desfalleciente de hambre y cansancio, divisó una luz. Era la cabaña de un guardabosque. El rey, con sus últimas fuerzas se acercó a la choza y golpeó la puerta. El guardabosque, sin reconocerlo, lo introdujo, le dio de comer y beber y le preparó un lecho. Por la mañana, cuando el rey recuperó las fuerzas, el guardabosque lo acompañó hasta la salida del bosque y le indicó el camino para volver a la ciudad. De regreso en su palacio, el rey, para recompensar al hombre, lo hizo traer al palacio y lo nombró jefe de los guardabosques reales.
Con el tiempo, el hombre se complicó en una intriga de palacio y, al ser descubierto, fue condenado a muerte en la horca. Como última voluntad pidió que la horca fuera ubicada ante la ventana del rey y que lo vistieran con su vieja ropa de guardabosque. Su deseo le fue concedido. Cuando el rey vio marchar a la horca al condenado, reconoció las ropas y recordó lo ocurrido. Entonces el hombre fue perdonado y volvió a su cargo.
Así es en Rosh HaShaná. Nos presentamos al Juicio con nuestra verdadera vestimenta. Dejamos de ser Juan, José, Dora, Susana, para volver a ser Iojanán, Iosef, Dvora, Shoshana. Nos presentamos con nuestra verdadera ropa y le decimos al Creador: “¡Míranos! ¿Nos reconoces? Somos los que en medio del desierto salimos a tu encuentro, cuando las otras naciones te rechazaban. Somos los que te reconocimos como Rey, los que aceptamos Tus leyes gritando: ‘Haremos y escucharemos’. Somos Tus hijos, somos Tu pueblo. Reconócenos. Danos un buen año de salud, parnasá y, por sobre todas las cosas, UN AÑO DE PAZ.
Y es seguro que el Rey de reyes nos reconocerá y saldremos triunfantes del juicio.
¡QUE SEAMOS INSCRIPTOS Y SELLADOS PARA UNA VIDA BUENA, LARGA Y EN PAZ!
Una Parábola del Baal Shem Tov
Un Rey tenía un único hijo, que era su orgullo y quien estaba muy bien educado. El Rey deseaba que su hijo dominase diferentes campos del conocimiento y experimentara diferentes culturas, por lo que lo envió a un lejano país, provisto de una generosa cantidad de plata y oro. Lejos de su hogar, el hijo dilapidó todo el dinero hasta que quedó totalmente arruinado. En su preocupación, resolvió volver a la casa de su padre y luego de muchas dificultades, logró llegar a la puerta del patio de su palacio.
Con el paso del tiempo, había de hecho olvidado el idioma de su país de origen, y no pudo identificarse ante los guardas. En total desesperación, empezó a gritar en voz alta, y el Rey, quien reconoció la voz de su hijo, fue a él y lo llevó a la casa, besándolo y abrazándolo.
El significado de la parábola: El Rey es Di-s. El hijo es el pueblo judío, al que se le llama los “Hijos de Di-s” El Rey envía un alma al mundo para que cumpla la Torá y las mitzvot. Sin embargo, el alma llega a estar muy distante y se le olvida todo a lo que estaba acostumbrado arriba, y en el largo exilio, olvida hasta su “idioma.” Por ello emite un simple grito a su Padre en los Cielos. Éste es el toque del shofar, un grito desde adentro, con arrepentimiento por el pasado y determinación para el futuro. Este grito atrae la clemencia de Di-s. Él demuestra su afecto permanente por su único hijo y lo perdona por el pasado. (www.es.chabad.org).
¡¡¡QUE SEAMOS INSCRIPTOS Y SELLADOS PARA BIEN!!!
¡¡¡SHANÁ TOVÁ UMETUKA!!!
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Hacer propósitos de enmienda ante D- a incios de un nuevo año, solo tiene validez si estos vienen refrendados por un cámbio de conducta substancial de parte de cada uno de nosotros, para ello es preciso previamente reconocer ante ÉL nuestros errores y debilidades, asi como nuestra inconstancia y vulnerabilidad , afirmando nuestra fé y compromiso, en Su Palabra libertadóra, y en los principios que Ésta conságra, los cuales pasan por desechar ódios, rencores, envidias, prejuicios, y todo aquello que nos envilece y nos aleja de Su Amor, al tiempo que abrazando valores de humildad, discrecion, generosidad, perdon, mansedumbre, sencillez, fé y amor al prójimo. en los cuales nuestro D- Se reconoce, y Le agrada observar en aquello que a ÉL se acercan en busca de perdon …
Shaná Tová Umétuká para todos, y que el año 5780, sea el del comienzo de una «nueva vida» y de un modo nuevo tambien de mirar a los demas y a todo cuanto nos rodea …con ójos espirituales y no ya carnáles … que asi sea por el bien de todos …»Amen»