Baha Abu al-Ata (derecha) durante un acto en Gaza
(Ynet)
Tras un aluvión de cohetes de Gaza que golpearon a algunas comunidades en el sur el viernes por la noche, los funcionarios israelíes se apresuraron a enfatizar que Hamás, que gobierna en la Franja, no quiere una escalada y está haciendo un gran esfuerzo para tratar de mantener la calma en la frontera con Israel.
Sin embargo, parece que algunos miembros de la Jihad Islámica, la segunda facción terrorista más grande en Gaza, están intentando eludir los esfuerzos de Hamás.
El comandante militar de la Brigada Norte de la Jihad Islámica en Gaza, Baha Abu al-Ata, aparentemente se ha convertido en el hombre que lidera los ataques contra Israel y cuya propia agenda es mucho más radical que la del liderazgo de la organización con sede en Damasco, la capital de Siria.
A diferencia de Hamás, Abu al-Ata no tiene una población civil que cuidar y, por lo tanto, no le preocupan las amenazas de los oficiales de inteligencia egipcios, quienes intentan evitar que al-Ata arrastre a Gaza a una guerra total.
La Jihad Islámica, una organización respaldada por Irán, tiene en su poder miles de cohetes y misiles, la mayoría de ellos mucho más precisos que los que se suelen caer sobre Israel, y algunos incluso son capaces de alcanzar el norte de la costa del país.
El liderazgo de Hamás, por un lado, está llevando a cabo grandes esfuerzos para contener a Abu al-Ata (sin éxito), pero por otro lado, los gobernantes de Gaza temen ser etiquetados como ‘colaboradores de Israel’.
Sin embargo, Hamás está tratando de mantener la calma a lo largo de la frontera. Especialmente después de que los israelíes respondieron a todas sus demandas iniciales durante las conversaciones mediadas por Egipto sobre posibles negociaciones de alto el fuego a largo plazo. Además, otras demandas más importantes, como la de disponer de un puerto independiente en Gaza, ya no suenan tan exageradas como antes y podrían ser aceptadas por Israel.
El Estado judío, sin embargo, todavía considera opciones militares drásticas para frenar al comandante de la Jihad Islámica, incluidos asesinatos selectivos (aunque en este caso se requeriría un trabajo de inteligencia excepcional).
Israel enfrenta un dilema: ¿lanza una operación militar masiva contra Hamás y su ala militar para presionar a que se lleve a cabo una acción contra Abu al-Ata, lo que seguramente llevaría a una escalada en la Franja de Gaza ya que Hamás estará obligado a responder? ¿O bien evita realizar cualquier acción militar de envergadura, permitiendo así que la Jihad Islámica obtenga una falsa confianza y lance ataques sorpresivos?
Para lo único que finalmente sirvió la retirada israeli de Gaza, ha sido para evidenciar lo que son capaces de hacer los enemigos de Israel tan prònto se les ábre la mano, y consiguientemente, para poner de manifiesto el error mayúsculo que aquella decision representó …cúyo cóste seguirá pagando éste pais …